No a todo el mundo le gusta la verdura, bien sea por su sabor o por su textura y una buena manera de comer verduras es en un buen puré. Además calentito en los días de frío sirve también para entrar en calor, muchos de ellos los podemos comer también fríos y son perfectos como entrante para cualquier comida. Dicho esto, un puré lo puedes hacer de lo que más te guste, de calabacín, de calabaza, de patata... de todos los vegetales que se te ocurran mezclados.
La caramelización es una técnica ampliamente usada en la cocina, con la que obtenemos colores marrones apetitosos, sabores y olores muy agradables característicos del acaramelado del alimento en cuestión. La reacción principal es la oxidación de los azúcares presentes en los alimentos, que a medida que avanza el proceso libera compuestos químicos volátiles, es decir, esos ricos y agradables olores típicos de la caramelización.
A la caramelización que ocurre cuando se calientan los azúcares de los alimentos, le acompañan entre otras reacciones, la reacción de Maillard, ésta a su vez, es la responsable del dorado u obscurecimiento de los alimentos. Estos procesos en la cocina deben ser controlados para obtener esos sabores, colores y olores agradables, ya que si nos excedemos en calentamiento, pasamos a obtener lo que comúnmente llamamos «quemado».
Hoy en Libertad Digital te damos una idea para que comas verdura de una manera sana y fácil. Tan solo debes escoger algunas verduras y mezclarlas y disfrutar de una comida nutritiva, saciante y, además, con la que entrar en calor. Esta crema de zanahoria caramelizada con miel hará las delicias de toda la familia. Punto a favor de este tipo de recetas es que si sobra lo puedes guardar para más días. Por ello, y porque sirve de primer plato perfecto para una comida o cena de celebración familiar o con amigos, deberías coger papel y bolígrafo y tomar nota para seguir cuidando de los tuyos.
Ingredientes (para cuatro raciones):
- un diente de ajo
- media cebolla
- siete zanahorias
- un manojo de zanahorias pequeñas de colores
- tres tazas de caldo de pollo
- cuatro cucharadas de miel
- una cucharadita de tomillo fresco picado
- tres cucharadas de mantequilla
- una cucharada de aceite de oliva
Preparación:
Lo primero que debemos hacer es cortar en pedazos pequeños la cebolla, el ajo y las zanahorias y las ponemos a sofreír con la mantequilla a fuego alto en una olla. Lo dejamos durante 8 minutos y, pasado ese tiempo, agregamos la miel y cocemos hasta que se oscurezca ligeramente.
A continuación añadimos el caldo de pollo y el tomillo, removemos y dejamos cocer durante 25 minutos o hasta que veamos la zanahoria ya muy suave.
Lo siguiente es licuarlo hasta obtener una textura suave, pasar por un colador fino y mantener caliente la mezcla.
Mientras se cuece la crema, salteamos las zanahorias pequeñas con aceite de oliva a fuego medio, salpimentamos y servimos unas pocas en cada plato.