Shanghai Mama, perteneciente al grupo China Crown de los grandes Maria Libao y Felipe Bao, fue el restaurante pionero en Madrid en transformar el tradicional chino de barrio en uno más sofisticado con mantel blanco, cristalería y vajilla elegante, dejando a un lado los tradicionales acuarios con peces de colores e inspirado en la concepción colonial de Shanghái.
En este establecimiento, que ya cuenta con cinco en Madrid, uno en Barcelona y otro en Toledo, se conjuga las técnicas tradicionales chinas, inspiradas en la cocina de las madres y aprovechando las bondades de una buena materia prima nacional.
Cualquiera de los locales de Shanghai Mama te ofrece ese toque elegante pero informal de un restaurante chino en el que los sabores intensos se elaboran en una cocina desenfadada, moderna y sofisticada.
Su oferta gastronómica cuenta con tres tipos de menú degustación para las comidas de lunes a viernes o si lo prefieres puedes disfrutar de su amplia carta con entrantes, dumplings, arroces, fideos, pescados, mariscos, carnes y aves.
Para dar comienzo, de los entrantes, nos sirven unos típicos rollitos "garden" y langostinos crispy con crema de wasabi, mejor el segundo entrante que el primero.
La combinación de sabores, de producto nacional y de cocina moderna la encontramos en el rico ceviche de corvina salvaje al ají amarillo y emulsión de sésamo chino.
El viaje gastronómico a Shanghai Mama continúa con los dim sums, uno de los máximos exponentes de la gastronomía china. En esta ocasión probamos los deliciosos xiao long bao rellenos de secreto ibérico y trufa y de secreto ibérico, setas y foie. Los dos muy ricos y perfectos de tamaño al ser un "pequeño bocado que te toca el corazón", como su propio nombre indica.
Pero si hay algo que destacar en este restaurante es el Ku Bak crujiente de pollo y mariscos con huevo Pita Pinta. Te lo terminan de preparar en la mesa mezclando el huevo con el arroz y los ingredientes y dándole el golpe de calor con el soplete, para que disfrutes con su sabor agridulce y picante además del arroz que se mantiene crujiente como manda la tradición. De verdad que merece mucho la pena ir sólo para comer este plato y disfrutar de este espectáculo primero visual y luego gustativo, aunque seguro que picas en otros tantos.
Para terminar con la experiencia gastronómica lo mejor es pedir alguno de sus platos principales donde los pescados, el marisco, las carnes y las aves son las estrellas. En especial, el pato Shanghai Mama crujiente con salsa de almendras es uno de los principales estandartes de la gastronomía china. Tras la condimentación, el pato se cocina a baja temperatura durante varias horas en el horno lo que otorga a la piel una jugosidad excepcional. Este plato se sirve como es habitual con las finas y ligeras obleas, la famosa salsa hoisin, puerro y pepino.
Para los amantes del dulce y que siempre dejan un hueco para el postre también hay oferta para ellos, aunque la cheesecake de limón y jengibre es la mejor opción. Para armonizar la experiencia, el restaurante pone sobre la mesa los mejores tés, una selección de más de 50 referencias de vinos blancos, tintos y rosados-tanto nacionales como internacionales- y coctelería de autor.
Shanghai Mama es un restaurante perfecto para acudir con amigos o la familia y compartir sus platos con un ticket medio muy asequible de 30€ por persona.
Más artículos y sugerencias en mi Instagram.
