
Ya hace cuatro años que reabrió el Café Comercial y sigue de moda gracias a una cocina castiza y con una oferta de ocio que cuenta con música en directo, monólogos y presentaciones de libros o charlas culturales. De la mano del grupo de restauración El Escondite, que cuenta con restaurantes como El Escodite de Villanueva o Casa Orellana, de los que ya os he hablado en Libertad Digital, mantiene el nivel de un local que se consagró como referente gastronómico de Madrid desde que abriera hace 135 años.
Desde su reapertura, el chef Pepe Roch lleva desde el año 2017 al mando de la propuesta culinaria y ha elaborado una carta que apuesta por el regreso a los sabores más castizos con protagonismo del buen producto de Madrid.
Así, puedes elegir entrantes como jamón ibérico de bellota, las clásicas gildas, carabineros y gambas sobre patatas alioli o unas muy buenas navajas de Huelva a la brasa (M 10€ / E 17,50€).
De esa cocina castiza, sincera y honesta del chef también destacan platos como la ensaladilla clásica "El Comercial", oreja a la plancha con brava y limón, albondiguillas de vaca rubia guisadas al Pedro Ximénez, entre otros platos, la mayoría para compartir y algunos con la opción de medias raciones que siempre ayudan para poder probar más platos. En nuestro caso probamos un muy buen atún rojo fileteado "vuelta y vuelta" con ligero ajoblanco, brotes e infusión de cítricos (18,50€).
Referente cultural y gastronómico
El Café Comercial ha sido siempre un punto de encuentro cultural y social de la vida madrileña desde hace 135 años, una conjunción perfecta de generaciones que se acercan al mítico Comercial a disfrutar de sus conciertos en directo, de monólogos o de una presentación de un libro o un interesante coloquio. Así, los lunes está reservado a eventos literarios y los miércoles la oferta es de cine y cena. El resto de los días quedar reservado para conciertos y monólogos.
Como cultura y gastronomía se funden, el cliente es quien elige el plan que más le apetece. En mi caso fue el de una cena en el interior del restaurante con una mesa pegada a la ventana que da a la Glorieta de Bilbao y en la que pude seguir disfrutando de un buen bacalao confitado sobre pisto (19€) maridado con un vino blanco albariño Terras Gauda (24€) DO Rías Baixas.
También para compartir un perfecto solomillo de vaca madurada fileteado con patatas panadera y piquillos (28€). El único pero que le pongo al atento servicio de sala es que tanto el bacalao como el solomillo, que eran para compartir los sirvieran a la vez por lo que uno de los dos platos se quedó más frío de lo recomendable. Nada que no pudiera solucionar una muy buena tarta de queso con frutos rojos (7,50€).
En el Café Comercial, como hemos dicho, puedes compaginar el plan cultural con el culinario con amigos, familia o pareja con un ticket medio de unos 30€, además de contar ,los jueves con su famoso cocido madrileño, el brunch los fines de semana y festivos y todos los días desayunos y meriendas a la carta.
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