
Boccondivino es el bocado divino con el que el dueño y chef Ignazio Deias ha reabierto el que fuera considerado como mejor restaurante italiano de la capital. Y ha vuelto con fuerza y con un menú que te sorprende y te deleita a partes iguales y que promete actualizar cada 15 días con lo mejor del mercado. Deias cuenta con proveedores de absoluta confianza, del municipio italiano Alba y de los Apeninos boloñeses. De su país natal también se trae otras exquisiteces como la vaca fassone piamontesa, una raza autóctona.
Así que doce años después de su cierre, vuelve a abrir su primer y más personal proyecto de este sardo enamorado de la cocina que dejó el mundo de las franquicias para abrir el que se convertiría en un referente de la mejor cucina italiana de la capital hasta su cierre en el año 2011. Por eso dice que "el Boccondivino del siglo XXI es diferente, más maduro. Cuando lo abrí en 1999 empezó como una cosa, y se convirtió en otra de mayor nivel gastronómico. Ahora tengo más claro a dónde quiero llegar y cómo enfocarlo".
Deias, que ha triunfado con su exitosa trattoria italiana Da Giuseppina, vuelve para reivindicar la alta gastronomía de su país a través del mejor producto y de una cuidada bodega con más de 800 referencias 100% italianas. De hecho nos saca un muy buen vino Dolia Monica di Sardegna 2021 de las bodegas Cantina di Dolianova, de Cerdeña, región natal del chef.
Hecho en casa
En Boccondivino salvo la pasta seca todo está hecho en casa, desde la pasta fresca a las salsas pasando por los deliciosos encurtidos con los que adereza algunos de sus platos. De hecho el primer plato con el que nos deleita Ignazio Deias es una ensalada de conejo marinado a la piamontesa (18,95€). Increíble el sabor del conejo mezclado con el toque cítrico que le aporta las verduras encurtidas y que hacen que cada bocado sea una maravilla. Y lo dice una persona que no es un gran amante de las ensaladas, pero cuando te sorprende es justo reconocerlo.
Y si la ensalada estaba buenísima, el guiso de Cerdeña de sepia con alcachofas frescas (26,95€) es para quitarse el sombrero. Ese espectacular guiso de mar y montaña que se nota que ha estado cocinado a fuego lento y que te reencuentra con una verdura que durante su época está hasta en la sopa.
Deias regresa con las ideas más claras y mucha más experiencia, pero siempre con un punto de vista muy libre y personal y en una sala íntima, con un máximo de 28 cubiertos y, próximamente, dos terrazas, con capacidad para 30 personas cada una y totalmente acondicionadas para su uso durante todo el año.
Las PASTAS
Pero si por algo destaca Boccondivino e Ignazio Deias, Ignazio Deias y Boccondivino, es por la pasta. Si en la primera etapa del restaurante, la carta estaba centrada en recetas sobre todo de Cerdeña y Piamonte, ahora es panitaliana, recoge platos de todo el país. Por eso, lo mejor es que te pongas en manos de Deias o del atento equipo de sala para que te recomienden.
Y como en este mes de enero tiene platos específicos con trufa blanca, nos ofrece unos brutales tallarines al huevo, mantequilla y trufa blanca (54,80€). La hipotética sencillez de la receta contrasta con el increíble sabor de la pasta, con un tallarín finísimo y un sabor muy sutil del tubérculo que no invade sino que acompaña cada bocado.
También probamos uno de los platos que más aceptación está teniendo en este corto período de renacimiento: los linguine con erizos de mar y pesto de perejil (28,80€). También deliciosos, con el sabor justo del yodo del erizo y una salsa que le acompaña perfectamente.
Además de los antipasti y las pastas, las carnes son protagonistas de esta maravillosa carta. Y el chef nos ofrece una riquísima ternera guisada con vino tinto y pimienta negra (24,95€). Para terminar y como señalan en la carta tienes que probar los dolci peccati. Sorbetes, helados, el clásico tiramisú y uno de los mejores postres que he comido en los últimos tiempos, la tarta con sabayón (9,80€), que es una crema hecha con yema de huevo, azúcar y vino. Increíble la mezcla de la tarta con la crujiente y caramelizada capa superior y el baño de crema.
En Boccondivino no vas a comer pizza, vas a disfrutar de la alta gastronomía italiana y puedes hacerlo con amigos, familia, con tu pareja o en una reunión de trabajo, en un restaurante ubicado en el número 17-19 de la calle del Poeta Joan Maragalla, antigua Capitán Haya antes de Manuela Carmena, y con un ticket medio de 60€.
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