
Casa Felisa se levanta a los pies del Hotel URSO, en el número 15 de la madrileña calle de la Beneficiencia, en el lugar que había ocupado Media Ración, del grupo Cuenllas –del que hablé en Libertad Digital–. También de la mano del chef Antonio del Álamo abre sus puertas para rendir ese merecido homenaje a Madrid pero en clave moderna, con excelente producto y recetas tradicionales pero reinventadas con una clara influencia internacional.
Este nuevo espíritu tabernero de la capital de España tiene un claro ejemplo en esta casa, con su carácter fine neocastizo, con sabores que son reconocibles por todos pero con una cuidada presentación para equilibrar ese aire tradicional y contemporáneo.
En la carta de Casa Felisa encuentras una cuidada selección de entrantes con recetas clásicas y modernas y de los que probamos una maravillosa y sorprendente lechuga viva con vinagreta de chalota, anchoas de Santoña, tomate y aguacate (16€). Recibes la lechuga entera, abierta, para que vayas cogiendo hoja a hoja y poniendo la vinagreta encima para comértelo como si fuera un saam. No te preocupes si el cuenco está escaso de aliño porque te traerán todo el que necesites y doy fe que está tan bueno que dos cuenquitos te sabrán a poco.
El chef Antonio del Álamo es uno de los cocineros más acreditados de la historia culinaria madrileña que, como él mismo se describe, es un jefe de cocina clásico con un profundo respeto por el producto y el sentido del mercado y de la temporada. Antonio ha elaborado un recetario en base a la calidad del producto madrileño y desmitificando el concepto de comida tradicional como algo poco refinado, elevándolo para presentarlo con elegancia y orgullo.
Muy buena materia prima
De ahí su rape alangostado con tartar de cigala (28€) que, aunque cuenta con un producto de primera, le falta algo que potencie el sabor de un pescado de agua salada que a pesar de todo ya de por sí es algo soso.
Antonio del Álamo mantiene la técnica tradicional del escabeche en elaboraciones como la perdiz o el morrillo de atún rojo escabechados, que contrastan con la tortilla abierta con gambas de Huelva al ajillo, caviar, trufa, esturión o anguila ahumada a elegir; o con los icónicos huevos estrellados, completados con jamón ibérico Dehesa de los Monteros, tartar de atún rojo, caviar o trufa de temporada. Pero de todos ellos nos decantamos por una exquisita raya escabechada tibia con vinagreta de lentejas (20€), un pescado delicioso, con un matiz cárnico que me fascina y bien acompañado por la salsa y el toque 'crunchi' de las lentejas.
En cuanto al interiorismo, Casa Felisa es obra del estudio Antonio Obrador, que busca evocar un ambiente castizo, deconstruyendo o reformulando el espíritu chulapo. La paleta de colores, que gira en torno al rojo, negro y amarillo pastel, se aprecia en las cortinas de terciopelo, el decapado entre las vigas del techo, las paredes enteladas o el interior de las alacenas forrado con cuadros gustavianos. Estas alacenas contienen objetos que representan el día a día de Felisa, al igual que las cajas de luz, uno de los puntos clave del espacio, en las que se muestran diferentes ilustraciones en relación con la vida de Felisa, así como los rincones más icónicos de Madrid.
¿Quién es Felisa?
Felisa nació en la sierra madrileña y allí vivió toda su infancia como buena apasionada del campo. Era curiosa y siempre que podía se escapaba a la cocina para ver qué se estaba cociendo. Pasados los años, sus padres le enviaron a estudiar a París, donde muy pronto se dejó cautivar por la elegancia, la moda, la cultura y el hedonismo de la capital francesa. Felisa supo recopilar lo mejor de su experiencia parisina y cuando regresó a España, lo unió al encanto burgués madrileño, a las tendencias más innovadoras y, lo más importante, a sus raíces, para así materializar su sueño en un lugar como Casa Felisa donde ver y dejarse ver.
Pero volviendo a la carta, entre los principales encontramos carnes, pescados, arroces y hasta unos macarrones con tomate, chorizo y queso de Madrid. Los filetes rusos de presa ibérica de bellota con tomate concaussé (24€) que probamos están correctos, sin más, se nota eso sí la calidad del producto.
La propuesta líquida de Casa Felisa también se presenta como una carta de amor a Madrid con cervezas artesanales y vinos madrileños, que se complementan con etiquetas de otras regiones e internacionales, contando en total con más de 200 referencias, entre tintos, blancos, rosados, generosos y espumosos. Asimismo, el restaurante otorga gran protagonismo al tradicional aperitivo madrileño, un momento único en el que se podrá degustar una suculenta variedad de vermuts y cócteles inspirados en creaciones clásicas que hacen referencia a momentos históricos de la capital.
Y para terminar, muy buenos postres como la torrija tibia con helado de vainilla (8€) y la tarta de hojaldre de limón y merengue tostado (8€).
Por lo tanto, Casa Felisa es una muy buena opción para disfrutar del apertiivo, comida o cena con amigos, familia o pareja y dejarte llevar por las elaboraciones del chef con un ticket medio de 50-60€.
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