MamaQuilla, un restaurante con espectáculo que te va a encantar

MamaQuilla es el nuevo dinner show de Madrid y es un viaje por los colores, los olores y los sabores de Latinoamérica de lo más apetecible.

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La gilda que se perdió en Machupichu, con shot de aceituna, pulpo a la brasa, un toque de botija y piparra encurtida y una salsa de ají amarillo.

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La gilda que se perdió en machupichu, para comerla de un bocado.

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Nada más cruzar la puerta te encuentas con El Patio, que te da la bienvenida con paredes de colores y balcones adornados con flores.

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Tiradito de pargo, con salsa de clamato con ponzu y fresas.

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El ceviche verde de pargo, dados de aguacate tatemados, tirabeques y achiote.

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El Patio es la puesta en escena con un carácter más informal para comer en barra y mesas altas rodeado de colores vivos, vegetación y el suave sonido del agua que emana de una fuente situada en la entrada del local.

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Inconmensurable vieira del Pacífico a la brasa, probablemente de las mejores que he probado. Con una salsa de tomatillo, jalapeño y coronada con polvo de chile pasilla y terminado frente al comensal con rábano horseradish, que llega de Londres y le da el toque picante final al gusto del cliente.

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Arepitas de rabo de vaca, con una pipirrana de pomelo, chile poblano y gel maracuyá, coronada con queso Idiazábal.

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Tras una puerta de estilo colonial se encuentra La Estancia, donde el comensal comprueba la majestuosidad del local.

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Espectacular taco al Gobernador de soft shell crab. La tortilla es de maíz morado, con una lámina de queso Paisa gratinado que viene de Colombia, pico de gallo de hoja santa y una salsa de huitlacoche y tamarindo.

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Pargo en adobo y frito entero, acompañado de una pequeña ensalada de brotes con emulsión de ají amarillo. Recomendado comer la espina y la cabeza.

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El diseño del local, a cargo del estudio MRGO, lleva a los invitados a recorrer las calles de Latinoamérica. Un ambiente desenfadado donde cada rincón tiene una historia que contar.

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Entraña de vaca madurada, Con aguachile de ajos negros y Huitlacoche.

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Lomo bajo, tratado como un saltado peruano al palo cortado.

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MamaQuilla es una realidad en el universo gastronómico madrileño y ocupa el espacio que dejó Poncelet en el número 61 de la calla de José Abascal.

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Flan de queso cremoso, con una refrescante y deliciosa sopa de maracuyá, chile chipotle y chantilly de haba tonka.

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El Patio de MamaQuilla es el lugar idóneo para un picoteo informal, para tomar una copa o un cóctel ya sea por la noche o de afterwork.

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Cócteles de una versión del Moscow Mule y el Cartagena de Indias.

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Cóctel Cartagena de Indias. Daiquiri de frutas tropicales con un mix de rones "Havana", lima, piña, tomate de árbol, ginger beer MamaQuilla y fruta de la pasión.