
15.000 kilómetros separan Perú de Japón, pero gracias a la cocina nikkei podemos disfrutar de estas dos gastronomías tan reconocidas mundialmente en un mismo espacio. Y gracias su propietaria Lulú Zheng la nueva etapa del restaurante Mítiko promete dar muchas alegrías al estómago, capitaneada por el chef peruano Jorge Ramírez, vas a gozarla, pero bien.
Una fusión con el mejor producto del país andino y las técnicas y sabores de la cocina nipona que hará las delicias de los comensales que se acerquen a este restaurante ubicado en el número 22 de la calle de Sor Ángela de la Cruz, en el local que ocupó China-Town, uno de los primeros restaurantes asiáticos de la capital, y que está en constane evolución.
"Estoy emocionado de presentar esta nueva etapa del restaurante. La cocina nikkei es una celebración de mis raíces y una oportunidad para compartir la riqueza de la gastronomía peruana con un toque japonés, cada plato cuenta una historia, fusionando lo mejor de ambas culturas y ofreciendo una experiencia única a nuestros clientes", comenta el chef.
Una explosión de colores, sabores y texturas se reúnen en un carta con protagonismo a la barra de ceviches, los tiraditos y el sushi, pero también con entrantes y opciones más que interesantes para todos los paladares. De esa fusión de ingredientes que hinundan tu boca de sabor probamos unas deliciosas zamburiñas (carretilleras) (11€ 2 unidades), con leche de tigre, mantequilla de miso, esferas de aguaje, chalaquita picante, aceite de sacha culantro, quinua crocante y brotes.
De influiencia claramente nipona probamos un rico maki ahumado (20€), co picaña madurada, barbacoa nikkei, arroz, aguacate, eby fri, emulsión de ají amarillo y sésamo, chimichurri de ajíes, chalaquita y quinua crocante. De nuevo viajamos al Perú para probar un sabrosísimo y con la carne en su punto pincho anticuchero (15€ 2 unidades), unas brochetas de ternera que llegan a nuestra mesa con salsa anticuchera, carbón de yuca y choclo al wok, chimichurri de ajíes peruanos, yakiniku y el toque especial de la salsa de la casa.
Míticos ceviches
En sintonía con la nueva carta y el origen de sus ingredientes, introducen su nueva vajilla elaborada a mano por diferentes talleres de cerámica. Una colección de platos, fuentes y cuencos únicos que refleja la belleza y la riqueza de la naturaleza, un elemento fundamental en su nueva propuesta de cocina nikkei que además contribuye a elevar la presentación de sus platos.
Piezas con texturas que simulan la tierra y el fondo marino de Perú con formas de corales y esmaltes turquesas donde sirven los ceviches y pescados.
Al mismo tiempo, han realizado sútiles cambios de decoración que acerca al comensal al país asiático y sudamericano a través de detalles, telas y colores fruto del buen hacer de Isabel Escuriza y Madrid In Love.
Y lo hace con dos espacios bien diferenciados. En el de la entrada te encuentras con una gran cristalera que se pueda abatir para que parezca que estás en la terraza y donde domina la decoración con espejos, sombrillas asiáticas en el techo y grandes lámparas.
De camino al salón principal te encuentras con un jardín vertical en el que han apagado el neón de sus dos grullas -animal mitológico de Japón-, que representaban el símbolo del restaurante como protección a la familia, la fidelidad y la lealtad. Para llegar al comedor atraviesas un pequeño pasillo que simula una noche estrellada, y de nuevo amplios ventanales, grandes lámparas a modo de las típicas vaporeras, grandes espejos y una barra de sushi en directo que te traslada a otro continente.
Ese continente asíatico al que nos trasladamos embriagados por unos maravillosos cócteles Atawalpa (12€) con pisco cítrico, yuzu y Licor 43 y brindando con el buen Godello Entrecuestas (33€) de Bodegas MG Wines y DO Bierzo. Y listos para probar un delicioso niguiri zarigani brasa (14€ 2 unidades), con cigala, anticuchera, quinua y chimichurri ají y huacatay. Brutal el niguiri toro Balfegó (11€ 2 unidades), con hamachi flambeado, salsa de mostaza, sésamo, ají charapita y lima.
También muy bueno el maki saiko miso (18€), de tartar de salmón, con rocoto, aguacate, cebolleta, tanuki, saiko miso de ají amarillo, sake, semillas de sésamo y arroz suflado.
Y si cobra protagonismo la barra de ceviches no puedes terminar la cena sin probar una de sus especialidades. En nuestro caso nos recomiendan un maravilloso ceviche Mítiko (26€), hecho con corvina, langostino tigre, chipirón, leche de tigre de rocoto y chili garling, zarandaja, puré de boniato, miso, choclo y brotes. Una mezcla de sabores y texturas que te envuelve la boca en un viaje por Perú a través del paladar.
Para terminar endulzando la boca, el postre de tres leches de coco (10€), un bizcocho de vainilla con helado de coco, virutas de coco, mezcla de leches aromatizadas con vainilla y naranja, nata montada y perlas de chicha morada.
Un chef con pasión
El chef Jorge Rodríguez, con una trayectoria apasionante y destacada en la gastronomía, como habéis leído rinde en la nueva carta de Mítiko un homenaje a sus orígenes tanto culturales como familiares.
Nacido en Cajamarca, Perú, desde muy pequeño conectó con la cocina e ingredientes peruanos desarrollando una pasión por la experimentación culinaria. Tras su paso por Lima como jefe de cocina de prestigiosos hoteles, se trasladó a Madrid en 2017 y desde hace unos meses pone en práctica su talento en las cocinas de Mítiko.
Jorge encuentra la inspiración en la naturaleza, el origen de todo, donde el producto nace y se cultiva. Allí recoge una gran variedad de ingredientes que luego explora y trata con técnicas de la cocina japonesa dando como resultado platos con más de 18 ingredientes y con sabores únicos e inexplicables.
Pasión por el Perú, por Japón y por España. Una mezcla que te va a encantar en plena zona financiera de la capital de España y que con un ticket medio de 45€ se convierte en una estupenda opción para todo el que quiera descubrir o revivir la cocina nikkei tan de moda en nuestro país. Además, tiene la opción de un Mi Lunch Ejecutivo de lunes a viernes (festivos no incluidos) de 13:00 a 16:00h por 15,90€ y que consta de un entrante a elegir entre siete opciones, otro principal entre otros siete platos, además del postre, café o té.
Sígueme en mi Instagram para más recomendaciones.

