Tú, bonito en todas tus formas.
Si estás soleado, salgo y te siento, te disfruto, te sonrío... bonito. Pero si llueve, prefiero verte por la ventana, gris, triste, apagado... tardes de peli y manta, bonito también.
Tú, que con tu paso arrugas mi piel, que consumes mi calendario sin que pueda hacer nada por evitarlo...
Dicen de ti que eres buen curador, que hasta curas las heridas más profundas, esas cicatrices que no se tocan, las que no tienen relieve, las que te deja el amor. (No sé si creerlo).
Tú que algunas veces pasas tan rápido que ni me doy cuenta de cuando pasaste ni de cuánto pasaste, otras veces te ralentizas hasta la desesperación... existe algo tan extremista!?
A menudo te quiero detener, a menudo dejarte pasar, y ninguna de las dos cosas consigo.
Tú, tan deseado por tantos:
-El anciano te añora.
-El adolescente te consume sin sentido, sin saber cuán preciado eres.
-El niño no sabe de tu existencia.
-Los enamorados se olvidan de ti.
-El atleta te quiere superar, ansioso...
-El enfermo pide más.
-El arrepentido quiere recuperarte.
-El sensato te aprovecha.
-El vividor te exprime.
...
Tú, tan bueno y tan malo, tan dulce, tan amargo, tan querido y tan odiado... gracias por existir, existir y no ser material, como material es todo lo que corrompe.
Gracias por dejarme amigos en mi camino, por dejármelo a él, mi mitad. Gracias por llevarte contigo lo malo de mi pasado, por darme la experiencia del día a día y la posibilidad de recapacitar... Tú, el más valiosos de los tesoros... EL TIEMPO.
María Luisa Goñi
