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Katy Mikhailova

España, de moda, como nunca

Las revistas de moda rinden homenaje a España y a la bandera rojigualda.

Las revistas de moda rinden homenaje a España y a la bandera rojigualda.
Portadas muy españolas | Harper's Bazaar y Vogue

Comprando una revista, salvas a un redactor. Podría ser el lema en defensa de las revistas de moda. Ya cada vez se compran menos, al igual que ocurre con la prensa en general. Y es que en materia de estética, con bloggers e instagramers, ¿para qué comprar?

Sin embargo, abril es especial. Es especial, porque dos de las cabeceras de revistas de moda en España narran un historia y trasladan un mensaje. En especial Harper's Bazaar. Por España. Porque los colores de nuestra bandera llenan una portada de una revista cuya historia es anterior incluso a Vogue -el primer número de Harper’s se publicó en los EE. UU. en 1987-. En su versión española, hermanada con otras cabeceras como Elle (pertenecientes a Hearst), y liderada por Yolanda Sacristán, este número de abril muestra en su cover a la modelo Ophelie Guillermand, con una especie de turbante-sombrero en la cabeza color rojigualda, bajo el título de Un homenaje a los colores que nos unen. España está de moda. Sí: España está de moda en España.

Ya no hace falta ver a Dolce & Gabbana recrear el flamenco trasladado a la clásica imagen de familia italiana: curiosa fuente de inspiración, por cierto, en la que dos sicilianos deciden "hacer suya" la estética andaluza.

Aplaudo la valentía de Sacristán y de todo su equipo por inyectar este optimismo a los españoles en un momento en el que la crisis de unidad territorial sigue latente. Si algo bueno ha podido traer consigo la crisis vivida el pasado otoño, es que aún, a fecha de hoy, los balcones y las terrazas de España, siguen exhibiendo la bandera de nuestro país.

Retomando el número de abril de esta revista, uno de los vestidos protagonistas del editorial de moda, es el famoso vestido tubo de Agatha Ruiz de la Prada con los colores rojo-amarillo-rojo. Vestido que primero expuso en su escaparate de la Calle Serrano cuando Puigdemont acababa de convocar el referéndum anticonstitucional; y que, después, en febrero, protagonizó el desfile de la diseñadora.

Además de Agatha, el interior del contenido de Harper’s España -que, de todo corazón, les animo a comprar, porque es digno de ser coleccionado- se inunda de propuestas estéticas en forma de flecos, volantes, mantones de manila, encajes, plumas, lunares, flores barrocas, alpargatas, toreritas, entre otros recursos estéticos que recuerdan claramente las raíces españolas.

Gracias, Yolanda, porque es fácil mirar al exterior, y plasmar Nueva York, Londres, Tokio… pero de vez en cuando es positivo echar una mirada hacia atrás y recordar de dónde viene uno.

España nunca dejó de estar de moda. Pero que la moda la ponga de moda, y que el folclore, llevado a su máxima expresión interpretada con excelencia y hasta con minimalismo, sea profeta en nuestra tierra, recuerda una vez más que, aun con todos los problemas que pueda haber en Occidente y en España -sociales, políticos, morales…-, que quizás no todo esté perdido.

En Chic

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