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¿Cómo evitar la modorra después de comer?

El sueño después de comer es normal, pero no siempre se puede cubrir con una siesta. Las necesidades llaman a la puerta, ¿Qué hacer entonces?

El sueño después de comer es normal, pero no siempre se puede cubrir con una siesta. Las necesidades llaman a la puerta, ¿Qué hacer entonces?
guiños, dormido, dormitar | Pixabay/CC/5477687

La explicación científica a la sensación de cansancio que surge luego de comer, también conocida como modorra, tiene que ver con que al ingerir alimentos el sistema nervioso parasimpático se activa y disminuye las reservas energéticas que tiene el organismo.

Al comer, el estómago genera ácido clorhídrico y el cuerpo produce bicarbonato para poder mantener bajo control esos niveles de acidez, pero para poder segregar dicho bicarbonato se intercambian electrolitos de la sangre en las células del estómago. Es por eso que si la persona ingiere grasas o alimentos pesados en exceso, dicho líquido aumenta, por lo cual se destina mayor sangre al funcionamiento del sistema digestivo, y en consecuencia se agota el cuerpo y genera sueño. Por esta reacción del organismo, son muchas las ocasiones en las que después de comer grandes cantidades, las ganas de dormir una siesta o de descansar al menos un rato, pueden llegar a suponer, en según qué situaciones, un momento incómodo.

Esta sensación de modorra se conoce como somnolencia postprandial y es una disminución de los niveles de energía del cuerpo después de haber realizado una ingesta, sobre todo cuando es abundante y rica en hidratos de carbono y grasas. Este estado de cansancio está relacionado, entre otras cosas, con la frase que siempre dicen las madres: "Estas haciendo la digestión y se te baja toda la sangre al estómago".

Además de la influencia de la comida el hecho de que de sueño al medio día tiene una explicación científica. De acuerdo con la National Sleep Foundation, los impulsos biológicos más fuertes de dormir en los adultos ocurren entre las 2 y 4 de la madrugada y la 1 y 3 de la tarde. Después de una dura jornada matinal en el trabajo, por la tarde el cuerpo entra en un estado de "recarga".

En resumen, la modorra se trata de un fenómeno natural de ganas de dormir unido a baja energía, que se produce después de una comida, y de forma más aguda cuando esta ha sido copiosa y rica en hidratos de carbono y grasas.

¿Por qué hay sueño y cansancio después de comer?

Además del hecho de haber consumido una comida copiosa hay más causas de somnolencia después de comer, pero hay algunos trucos para evitarla. ¿Por qué sucede este sueño?

  1. La sangre tiene que repartirse: Para facilitar la digestión y el transporte de nutrientes absorbidos a las células y tejidos, la sangre se dirige al tracto gastrointestinal tras terminar de comer. Esto hace que el cerebro reciba menor cantidad de sangre y ese desvío hace que se produzca la somnolencia. Esta es la explicación más directa, aunque llama la atención que en otros momentos como la actividad deportiva, donde el flujo sanguíneo se dirige a ciertos músculos y partes del cuerpo, no ocurra algo similar.
  2. Los ritmos circadianos: la hora en la que se ingieren los alimentos es otro de los factores que influye. De hecho, la somnolencia se siente sobre todo después de las comidas del mediodía, ya que los ritmos circadianos de vigilia caen entre las 14 y las 17 horas. Esto podría deberse a un efecto biológico heredado de los antepasados, programados para tener un alto nivel de alerta hasta conseguir cazar y conseguir comida, y permitirse después relajarse y descansar.
  3. La hipoglucemia reactiva : Es un evento de hipoglucemia que se genera normalmente tras una hiperglucemia, provocada por ingerir un alto aporte de hidratos de carbono y/o ausencia de fibra. Esta situación se asocia a una necesidad elevada de insulina que puede producir una caída del nivel de glucemia por debajo del nivel previo a la ingesta, generando somnolencia, hastío o incluso antojos y ansia de comer al poco tiempo de terminar la ingesta anterior.

¿Cómo evitar el sueño después de comer?

  • Quedarse con un poco de hambre

Es una técnica que los habitantes de la isla de Okinawa practican en todas sus comidas desde hace tiempo y les ha convertido en unos de los más sanos y longevos del mundo. Se conoce como Hara Hachi Bu, que traducido al español significa "come hasta que estés satisfecho al 80%" y puede ser el remedio perfecto para sentirse más ligero.

Esto no es 100% así, depende de las necesidades, pero hacer comidas más ligeras y no tener la sensación de hambre de llegar a doler el estómago es una opción ideal para que no entre la modorra. Además, antes de preparar un gran plato de comida hay que tener en cuenta que la comida tarda 20 minutos en llegar al estómago y liberar la hormona que transmite al cerebro la sensación de saciedad.

  • Mascar chicle

Si lo que se quiere es poder concentrarse en las tareas y estar más alerta, el chicle podría ser la solución. Sobre todo, si queda por la tarde una larga jornada laboral. En una investigación publicada en Nutritional Neuroscience, aseguran que mascar chicle aumenta la cantidad de sangre y oxígeno, que fluye en el cerebro y esto ayuda a activarse.

  • Encender las luces

Si se tiene la desgracia de no tener un maravilloso ventanal en el trabajo, un estudio de Physiology and Behavior propone que se encienda una luz extra en el escritorio para aumentar el nivel de energía. Llegaron a la conclusión de que al incrementar la luz en las oficinas, los trabajadores experimentaban tiempos más cortos de reacción y se sentían menos somnolientos.

  • Salir a pasear

La mayoría de los trabajos tienen anclados a una silla de oficina y esto ralentiza la actividad de los músculos, así como frustra la capacidad del cuerpo de regular el azúcar con insulina, lo que hace que uno se encuentre más cansados. Por ello, si se busca estar más activo una caminata de 15 o 20 minutos a paso ligero ayudará a reactivarse. Es muy sencillo, ya qye con un paseo rápido alrededor de la oficina se equilibra la insulina y liberan endorfinas que ayudan a sentirse mejor. Y si se puede hacer al aire libre en vez de en un gimnasio, mejor.

  • No hay que abusar del café

A veces es un acto mecánico: tengo sueño, me tomo un café. Sin embargo, no es bueno abusar de este método ya que, aunque un buen estimulante para el desayuno, después de comer no es aconsejable para despejarse ya que incrementa la vasoconstricción. ¿Qué pasa si creo que es la única opción? Siempre se pueden buscar alternativcas, por ejemplo, se peude cambiar por té verde que es un antioxidante, ayuda a perder grasa y libera su cafeína durante períodos más largos que el café.

  • Reirse con vídeos

Podría ser la solución definitiva para que no bloqueen el acceso a YouTube en la oficina. Según un estudio de la Universidad de Nebraska, ver videos graciosos proporciona un "chute de energía", aumenta la presión arterial, la frecuencia cardíaca y los niveles de dopamina que mejora el estado de ánimo.

  • Escuchar canciones alegres

También puede espabilar escuchar alguna de las canciones favoritas, aunque solo se necesita un requisito: que sea optimista. En una investigación de la Universidad de Toronto, mostraron que oír canciones alegres disparaba los niveles de energía y creatividad, y si además las conoces, el impulso es aún mayor.

  • Beber un poco de agua

Hidratarse es fundamental y a veces en el trabajo se pasan las horas sin beber ni una gota de agua. Una manera de que esto no suceda es tener siempre una botella llena a mano, así seguramente entren más ganas de beber agua. En un estudio sobre la salud de la mujer, publicado en The Journal of Nutrition, observaron que con tan solo un nivel de un 1% de deshidratación provoca fatiga, problemas de concentración y dificulta la comprensión de las tareas.

  • Tomar un tentempié

Si se siente que el cuerpo necesita algo de azúcar, hay que intentar no caer en la tentación de sacar un tentempié de la máquina de snacks, el motivo es que los carbohidratos dan un golpe de energía rápido pero luego contribuyen a que uno se sienta más lento.

Lo mejor es escoger un yogur, lo dicen en la Universidd de California y es que en 2014 hicieron un estudio sobre la salud de la mujer y los investigadores descubrieron que los probióticos del yogurt favorecen la actividad cerebral y por tanto ayudan en la toma de decisiones y a reducir el estrés.

  • Jugar con las orejas

Según un estudio de Journal of Traditional Chinese Medicine, pacientes que sufrían fatiga crónica, estimularon sus orejas mediante algunas modalidades de acupuntura y experimentaron un aumento de energía mayor que los que tomaban pastillas.

¿Cuál puede ser el motivo? Que las orejas son un microsistema y tienen propiedades, estimulando determinados puntos. Sin embargo, como recomendación, para ayudar al tránsito intestinal lo mejor es masajear el intestino, en el sentido de las agujas del reloj y por debajo del ombligo. También, si se baja desde el muslo hasta la rodilla con la mano abierta haciendo un poquito de fuerza, se tocan 6 o 7 puntos de los meridianos del estómago y bazo, que son los responsables de la digestión.

Mientras que si lo que uno busca es despertarse debe estimular el punto medio de la cabeza, entre las dos orejas, con unos golpecitos. Ahí hay un punto de acupuntura que asciende yang y que asciende energía, llamado Du Mai 20.

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