
El lavavajillas es un electrodoméstico muy útil para ahorrar tiempo a la hora de fregar los platos, cubiertos, vasos y otros utensilios de cocina. Es especialmente práctico en el caso de que haya una gran cantidad de estos objetos para limpiar, como en las comidas o cenas familiares. Además, es uno de los electrodomésticos más utilizados en el mundo. Pero, para que los platos y vasos queden lo más limpios posibles en el lavavajillas, es importante mantener una limpieza constante del mismo. Para ello, normalmente se siguen las instrucciones del fabricante aplicando detergente y abrillantador al lavavajillas para obtener la máxima limpieza posible. Sin embargo, hay veces que esto no es suficiente.
Es importante reconocer también que un mal uso del aparato o un mal cuidado, puede provocar que la vajilla sufra las consecuencias, en especial, los cubiertos son los más susceptibles a las sacudidas que ocurren dentro del lavavajillas. Si se nota que salen sin brillo, con pequeños rasguños o incluso con un aspecto sucio, existe un truco con el que recuperar su verdadera forma. El nuevo amigo del lavavajillas es sorprendente, pero es el papel de aluminio.
No obstante, aunque meter papel de aluminio en el lavavajillas puede ser útil en ciertas situaciones, es importante tener en cuenta algunas consideraciones antes de hacerlo. Pero, ¿Por qué puede ser útil en el lavavajillas? El motivo es que el papel de aluminio es un material resistente al calor y la humedad, por lo que puede utilizarse como una solución rápida para proteger ciertos objetos o facilitar la limpieza. El funcionamiento del truco es sencillo: coger el papel de aluminio, hacer una bola e introducirla en una de las canastillas de los cubiertos. De esa forma, los cubiertos saldrán relucientes y sin rayones.
La explicación de que el papel de aluminio le saque el máximo rendimiento al lavavajillas reside en que los compuestos químicos de las pastillas del detergente hacen una reacción al entrar en contacto con la bola de papel de aluminio, el calor y el agua. En consecuencia, se produce una oxidación en la canastilla que hace que los cubiertos luzcan como nuevos tras ser lavados en el electrodoméstico. Pero no vale siempre, hay algunas situaciones en las que puede ser útil:
- Protección de utensilios delicados. Si se tienen utensilios de cocina delicados, como cuchillos afilados o utensilios de plata, se pueden envolver en papel de aluminio antes de colocarlos en el lavavajillas. Esto ayudará a protegerlos de posibles daños o arañazos durante el ciclo de lavado.
- Eliminación de restos de alimentos pegados. Si se tienen platos o cazuelas con alimentos especialmente pegajosos o quemados, se puede colocar un trozo de papel de aluminio en el fondo del lavavajillas. El papel de aluminio actuará como una barrera entre los restos de comida y la superficie del lavavajillas, ayudando a evitar que se adhieran y facilitando su eliminación durante el lavado.
- Ahorro de energía. Al utilizar papel de aluminio en el lavavajillas, se puede ayudar a acelerar el proceso de secado de los utensilios y platos. El motivo es que el aluminio es un conductor de calor eficiente, por lo que el papel ayudará a dispersar el calor de manera uniforme, permitiendo que los objetos se sequen más rápidamente. Esto puede contribuir a ahorrar energía, ya que el ciclo de secado se acortará.
Sin embargo, es importante tener en cuenta algunas precauciones al usar papel de aluminio en el lavavajillas:
- No cubrir las rejillas o bloques de agua. Es importante no colocar el papel de aluminio sobre las rejillas inferiores del lavavajillas o bloquear los orificios de agua. Esto puede afectar el rendimiento del lavado y la distribución adecuada del agua en el interior.
- Evitar colocar grandes cantidades de papel de aluminio. No es recomendable cubrir completamente los platos, utensilios o recipientes con papel de aluminio, ya que esto puede obstruir el flujo de agua y detergente, lo que afectaría la eficacia del lavado.
¿Cómo funciona el truco?
El papel de aluminio queda atrapado en la cesta de los cubiertos, por lo que no se estará restregando por los cubiertos para limpiarlos. Por tanto, la explicación tiene que ver con la forma en que la bola de aluminio interactúa con los químicos en las tabletas del detergente de lavavajillas.
La reacción es una especie de proceso de oxidación, similar al truco que se usa para pulir la plata. En ese caso, se usa papel de aluminio para forrar un recipiente y la plata deslustrada se empapa en agua y detergente en polvo. Los químicos en el detergente interactúan con el metal en la lámina. Este proceso, conocido como intercambio de iones, oxida el deslustre y deja los cubiertos como nuevos.