
El retorno de las divas de los 90 es un hecho. Después de la portada del Vogue estadounidense de septiembre. Nada más que añadir. O sí. Queda confirmado que la belleza y la elegancia no está reñida al tiempo. Claudia Schiffer cerraba esta semana el desfile de Versace en Milán. Brava.
Sólo Donatella Versace puede conseguir esto. Una colección, por cierto, llena de elegancia y femineidad. ¡Por fin! No hizo falta que desfilaran modelos vestidas con bolsas de basura, ni con moratones… ni siquiera "colar" a un espontáneo (lean, si no, mis últimos artículos). De pronto, la polémica es que no hay polémica. Hay moda. Hay categoría. Hay estilo. Hay fantasía. Hay moda de otro tiempo para este tiempo.
El resurgir de las musas de la belleza de los 90 es una realidad que se evidencia aún más cuando Vanity Fair lanza una triple portada para el mes de octubre exponiendo a 21 auténticas leyendas de la pasarela. Las icónicas supermodelos de la historia de la moda: de Cindy Crawford a Carla Bruni; la mencionada Claudia Schiffer, Christy Turlington, Naomi Campbell, Eva Herzigova, Milla Jovovich p Helena Christensen, entre otras. En España Nieves Álvarez, Eugenia Silva o Martina Klein son otro ejemplo de bellezas que conforme la vida avanza, ellas continúan igual de espléndidas.
Me encantaría poder analizar los porqué de que no todas envejecemos igual, pero por alguna razón no los encuentro. Es algo que trasciende a la lógica. Sí: dormir, agua, vida sana, genética… y otras tantas razones. Y sobre todo, recurrir a una medicina estética razonable y comedida, porque no hay peor indicio de deterioro que la vejez con exceso de hialurónico.
Puede que incluso duerman sin bragas para arañarle años al tiempo; ahora que los científicos apuntan a que dormir sin bragas es beneficioso para la salud (algo sobre lo que reflexionaré en otro momento, porque el asunto da para rato). Quizás duerman con unas gotas de Chanel nº5 como mitificó Marily Monroe. Era su perfume un concepto de pijama del que muchos intelectuales han reflexionado. No haremos aquí lo propio.
Hemos crecido con la leyenda urbana de que la profesión de las modelos tiene fecha de caducidad, como los futbolistas. Y todo este movimiento de las marcas y los medios de comunicación está demostrando lo contrario. Hacer un pacto con el tiempo para sostenerse en la cima es el resultado de muchos años, o décadas, haciendo las "cosas bien". Aplicando la ética a la estética para sobrevivir en un mundo cambiante y caótico.