Felipe VI se reencontró este martes con su padre, el rey Juan Carlos I, con quien se ha mostrado de lo más cercano en público a la salida a la salida del servicio religioso celebrado en el Castillo de Windsor (cerca de Londres) por el difunto Constantino de Grecia.
Terminada la ceremonia, poco después de las 12:00, los invitados salieron de la capilla de San Jorge para dirigirse al cercano Gran Hall del castillo y asistir a una recepción ofrecida a los 330 invitados por la reina Camilla.
En una imagen impensable hace unos años, Felipe VI acompañó a su padre ante los invitados dándole el brazo para ayudarle a entrar en el coche. La escena llamó la atención de los fotógrafos, que desde el interior de la capilla hasta la salida tomaron varias fotografías de ambos.
Sin embargo, las instantáneas dejan ver otro detalle: el curioso anillo que lució el rey emérito en el dedo corazón de su mano izquierda, la misma con la que se apoyó en el Rey. Se trata de un anillo inteligente de la firma Oura Ring que también utilizan otros rostros conocidos como Cristiano Ronaldo, Carlos III de Inglaterra o el actor Will Smith.
El anillo, igual que las pulseras inteligentes, promete indicar la calidad del sueño, medir el oxígeno en sangre, hacer un seguimiento de la frecuencia cardíaca y los niveles de actividad y es "el mejor aliado contra el estrés", ya que ayuda a identificar los síntomas saber cómo reacciona el cuerpo y tomar medidas para su recuperación. Don Juan Carlos luce el modelo ‘Heritage’ y su precio oscila entre los 329 euros y los 449 euros, dependiendo del acabado. El más caro, diseñado en dorado, alcanza los 499 euros.