Menú

Vitamina C y piel: ¿cuáles son los beneficios más importantes?

La vitamina C es buena para la salud por dentro y por fuera. ¿Qué beneficios tiene para la piel? ¿Cuándo aplicarla? ¿Vale para todo tipo de piel?

La vitamina C es buena para la salud por dentro y por fuera. ¿Qué beneficios tiene para la piel? ¿Cuándo aplicarla? ¿Vale para todo tipo de piel?
Bote de serum de vitamina C para el rostro. | Pexels/CC0/Andrzej Gdula

La vitamina C parece que está de moda para el cuidado de la piel, tanto del rostro como del cuerpo. Hay que reconocer que es un antioxidante conocido por estimular la producción de colágeno, combatir los radicales libres, iluminar la piel y reducir los signos del envejecimiento. Cuando uno acude al supermercado a comprarse cremas para el cuerpo y el rostro podrá ver que la vitamina C se encuentra en sérums, cremas hidratantes y mascarillas.

La vitamina C es conocida científicamente como ácido ascórbico, y es una vitamina esencial ya que es un poderoso antioxidante, y también desempeña un papel crucial en varios procesos biológicos que benefician directamente la piel.

Tipos de Vitamina C

  • Vitamina C pura: El ácido L-ascórbico o la vitamina C pura es un poderoso ingrediente para el cuidado de la piel que se absorbe fácilmente y empieza a actuar al instante. Este ingrediente se usa con frecuencia en productos antienvejecimiento para mejorar el resplandor y la textura de la piel, así como disminuir las arrugas, las líneas de expresión y las patas de gallo.
  • Vitamina Cg: El ascorbil glucósido es un potente derivado de la vitamina C que potencia la producción de colágeno, proporciona protección antioxidante y ayuda a minimizar los signos visibles de la edad. La vitamina Cg se activa una vez que es absorbida por la piel para potenciar la duración de la actividad del compuesto.
  • Activo C: El activo C es un derivado de la vitamina C altamente eficaz. Este tipo de vitamina C para la cara es perfecto, pues penetra hasta la dermis y se ha demostrado que borra las marcas de acné, de la edad y reduce las manchas.

¿Cómo actúa la vitamina C? 

Hay que tener en cuenta que en el día a día, las personas interactúan sin darse cuenta con los radicales libres formados por la exposición a factores ambientales como la contaminación, el humo, los rayos UV del sol y otros agresores externos. Estos radicales libres generan una respuesta inflamatoria de la piel que puede derivarse en una piel con aspecto apagado y cansado, así como en la aparición de arrugas, manchas oscuras y una textura y tono desiguales.

Afortunadamente, la piel está repleta de antioxidantes que combaten esos radicales libres y previenen la oxidación. Esto es importante porque realmente el antioxidante ‘calma’ ese radical libre y evita que dañe la piel. Algo que quizá poca gente sabe es que la vitamina C es el  antioxidante  más abundante en la piel y la protege del estrés oxidativo donando electrones que neutralizan los radicales libres dañinos.

Beneficios de la vitamina C para la piel

  • Potente antioxidante: Uno de los beneficios más importantes de la vitamina C es su capacidad para neutralizar los radicales libres, moléculas inestables que aceleran el envejecimiento cutáneo. Estos radicales libres son generados por factores como la exposición al sol, la contaminación y el estrés, que causan daño oxidativo. Al combatir estos efectos, la vitamina C protege la piel del envejecimiento prematuro y ayuda a mantener un aspecto saludable.
  • Estimula la producción de colágeno: La vitamina C es esencial para la síntesis de colágeno, una proteína fundamental para mantener la elasticidad, firmeza y estructura de la piel. Todas las personas a medida que envejecen ven reducida su producción de colágeno, lo que provoca la aparición de arrugas y flacidez. Por ello, el uso regular de productos ricos en vitamina C puede ayudar a estimular esta proteína, promoviendo una piel más joven y tersa.
  • Reduce la aparición de arrugas: Como estimulante de la síntesis de colágeno, la vitamina C ayuda a mantener la integridad estructural y la elasticidad de la piel. Una mayor producción de colágeno se traduce en una piel más suave y firme, reduciendo eficazmente la aparición de líneas finas de expresión y arrugas.
  • Reduce la hiperpigmentación: La vitamina C es conocida por su capacidad para inhibir la producción de melanina, el pigmento que da color a la piel. Esto la convierte en un ingrediente clave para tratar manchas oscuras, melasma y otros problemas de hiperpigmentación. De hecho, su uso continuo puede ayudar a igualar el tono de la piel y darle un brillo uniforme.
  • Aumenta la luminosidad: La vitamina C puede revitalizar la piel apagada, dándole un aspecto más brillante y saludable. Este efecto luminoso es especialmente beneficioso para quienes enfrentan fatiga o signos de estrés en la piel.
  • Protege contra el daño solar: Aunque no sustituye al protector solar, la vitamina C refuerza la protección contra los rayos UV al reducir el daño causado por la exposición al sol, como enrojecimiento y manchas solares. El motivo es que sus propiedades antioxidantes neutralizan los radicales libres generados por la exposición a los rayos UV, reduciendo el estrés oxidativo y la inflamación. Esta doble acción ayuda a mitigar los efectos nocivos de la exposición al sol, favoreciendo una piel más sana y resistente.
  • Protege la barrera natural de la piel: La vitamina C protege la piel de los contaminantes y ayuda a prevenir los daños causados a la barrera cutánea. Dicha barrera desempeña un papel importante en la retención de la humedad, por lo que su protección ayuda a mantener la piel hidratada y suave.
  • Favorece la reparación de la piel: La vitamina C puede acelerar la cicatrización de la piel favoreciendo su proceso natural de reparación. Esto es especialmente útil para la piel propensa a las manchas, ya que ayuda a desvanecer las marcas y cicatrices posteriores a las manchas más rápidamente.

Vitamina C para diferentes tipos de piel

Es importante conocer el tipo de piel a la hora de elegir productos con vitamina C, ya que las distintas fórmulas responden a necesidades cutáneas específicas.

  • Piel sensible: Para quienes tienen la piel sensible, la vitamina C puede ser tan beneficiosa como complicada de utilizar. El motivo es que sus propiedades antioxidantes tópicas ayudan a reducir el enrojecimiento y calmar la irritación, pero las concentraciones elevadas pueden provocar reacciones. Por ello es mejor elegir productos con una menor concentración de vitamina C o derivados estables y mejor tolerados, como el ascorbil fosfato sódico o el ascorbil glucósido.
  • Piel grasa y con imperfecciones: La vitamina C puede ser beneficiosa para la piel grasa y con imperfecciones. De hecho, cuando se utiliza en altas concentraciones, puede ayudar a reducir la apariencia de los poros dilatados. Las propiedades antioxidantes de la vitamina C protegen contra los radicales libres, que pueden contribuir a la oxidación del sebo y a la obstrucción de los poros que causan las imperfecciones. Las fórmulas ligeras y no grasas, como los sueros, son ideales para las pieles grasas. Para la piel propensa a las imperfecciones, son mejores las fórmulas no comedogénicas y combinarlas con ingredientes antimanchas como el ácido salicílico.
  • Piel seca: La vitamina C también puede utilizarse para la piel seca, ya que sus propiedades antioxidantes ayudan a mantener la integridad de la barrera cutánea y, por tanto, favorecen la retención de agua. Las fórmulas de vitamina C con ingredientes hidratantes como el ácido hialurónico o la glicerina también pueden ayudar a reponer la hidratación y conseguir una piel más tersa. La aplicación regular de vitamina C puede mejorar la textura de la piel y darle un nuevo resplandor.

En Chic

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal