La información y el seguimiento por parte del profesional de la farmacia del tratamiento farmacológico a través de la Atención Farmacéutica son imprescindibles para el uso racional del medicamento.
( LD ) Frente al problema del incumplimiento terapéutico, de un alto grado en los pacientes con enfermedades crónicas, el farmacéutico desempeña la notable función de informar y aconsejar a aquellos sobre los fármacos que está tomando, realizar el seguimiento de los tratamientos y detectar posibles problemas relacionados con los medicamentos, colaborando siempre con los pacientes y el resto de profesionales sanitarios.
Es la propia Organización Mundial de la Salud la que ha destacado el importante papel que desempeña el farmacéutico por sus conocimientos y por situarse como el más accesible a la población.
Además, la OMS subraya el valor de la Atención Farmacéutica para mejorar la calidad de vida del paciente y mejorar los resultados de salud. La información y el seguimiento por parte del profesional de la farmacia del tratamiento farmacológico a través de la Atención Farmacéutica son imprescindibles para el uso racional del medicamento.
Por ello, son los organismos internacionales los que apuestan por potenciar el papel del farmacéutico en el seguimiento y control de los tratamientos, en coordinación con los médicos. La acción conjunta y coordinada de estos dos profesionales sanitarios producirá unos resultados óptimos con el tratamiento.
Es la propia Organización Mundial de la Salud la que ha destacado el importante papel que desempeña el farmacéutico por sus conocimientos y por situarse como el más accesible a la población.
Además, la OMS subraya el valor de la Atención Farmacéutica para mejorar la calidad de vida del paciente y mejorar los resultados de salud. La información y el seguimiento por parte del profesional de la farmacia del tratamiento farmacológico a través de la Atención Farmacéutica son imprescindibles para el uso racional del medicamento.
Por ello, son los organismos internacionales los que apuestan por potenciar el papel del farmacéutico en el seguimiento y control de los tratamientos, en coordinación con los médicos. La acción conjunta y coordinada de estos dos profesionales sanitarios producirá unos resultados óptimos con el tratamiento.