
Seguro que más de uno cuando piensa en una fuente de proteínas piensa en carne, en un buen filete gordo... carne roja en definitiva. Pero lo que en muchas ocasiones no se piensa es que la producción y el consumo desmesurados de carne afectan a la salud de las personas y a la del planeta y los datos son inquietantes y no pueden dejar indiferente a nadie. De hecho, quizá lo que más pueda sorprender es que España es el segundo país en rankigns de consumo de carne de la UE, más de 90 kg por persona y año.
No hay que olvidar que la carne roja es una fuente importante de proteínas, hierro, zinc y vitamina B12, nutrientes esenciales para el organismo. Sin embargo, su consumo excesivo puede tener consecuencias negativas debido a su alto contenido de grasas saturadas, colesterol y compuestos formados durante su cocción a altas temperaturas. De hecho, diferentes estudios han demostrado que el consumo regular de carne roja, especialmente cuando es procesada, conlleva riesgos para la salud. Entonces, ¿qué se puede hacer para cuidar la salud? No es necesario que se suspenda completamente su consumo, pero la mayor parte de la alimentación debe componerse de verduras, frutas, legumbres, frutos secos y cereales integrales.
No obstante, diferentes estudios a lo largo de los años han descubierto que consumir regularmente carnes procesadas se relaciona con más riesgo de enfermedades del corazón, cáncer y muerte prematura. ¿Cuáles son las carnes procesadas y por qué pueden ser dañinas para la salud? Las carnes procesadas incluyen tocino, salchichas, perritos calientes, jamón, fiambres o carnes frías, carnes enlatadas, cecina y toda carne procesada, curada, fermentada o salada. Este tipo de carnes suele contener alta cantidad de grasa saturada, sodio y nitratos o nitritos, sustancias que parecen conllevar riesgos.
Con todo esto, al igual que con el resto de alimentos, existen unas cantidades de carne roja adecuadas para consumir. Recordemos que tanto las carnes rojas como las procesadas suelen ser las grandes fuentes de proteína en el mundo occidental. Pero, ¿cuáles son las cantidades diarias recomendadas? Para la mayoría de adultos sanos, la cantidad diaria recomendada de proteína es de alrededor de 50 gramos dependiendo del peso, la edad, el sexo y la actividad física. Esa cantidad de proteína puede obtenerse fácilmente con una alimentación basada en productos vegetales e integrales, como frijoles, arvejas, soja, frutos secos y semillas.
Riesgos para la salud de la carne roja
Uno de los principales riesgos asociados al consumo excesivo de carne roja es el aumento de enfermedades cardiovasculares. Recordemos que las grasas saturadas y el colesterol presentes en ciertos cortes pueden elevar los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL), conocidas como "colesterol malo", lo que contribuye a la formación de placas en las arterias y eleva el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Además, el exceso de carne roja se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el colorrectal. Esto es más llamativo con la carne procesada y se debe en parte a los nitritos y nitratos utilizados en carnes como salchichas, tocino y embutidos, así como a los hidrocarburos aromáticos policíclicos y las aminas heterocíclicas que se forman al cocinar la carne a altas temperaturas, como en parrillas o frituras.
Pero no solo eso sino que el consumo excesivo de carne roja también puede contribuir al desarrollo de enfermedades metabólicas, como la diabetes tipo 2. Algunos estudios sugieren que los altos niveles de hierro hemo en la carne roja pueden alterar la sensibilidad a la insulina, un factor clave en esta enfermedad. Y, en el ámbito renal, las dietas ricas en proteínas animales pueden sobrecargar los riñones, especialmente en personas con predisposición a enfermedades renales. Además, el exceso de purinas en la carne roja puede elevar los niveles de ácido úrico en la sangre, aumentando el riesgo de gota.
Pros del consumo moderado de carne roja
- Fuente rica en proteínas: La carne roja es una excelente fuente de proteínas completas, esenciales para la reparación y el desarrollo muscular.
- Alto contenido de hierro hemo: El hierro hemo presente en la carne roja se absorbe más fácilmente que el hierro de origen vegetal, ayudando a prevenir la anemia.
- Vitaminas y minerales esenciales: Es rica en vitaminas del grupo B, especialmente B12, además de zinc, fósforo y selenio, esenciales para el funcionamiento del cuerpo.
- Densidad energética: Proporciona una buena cantidad de energía, lo que puede ser beneficioso en dietas con alta demanda calórica.
Datos preocupantes sobre el consumo excesivo de carne roja
- El 65% de toda la carne consumida a nivel mundial es carne roja (carne de vacuno, porcino, ovino, caprino y equino)
- El consumo de carne roja y procesada está asociado al incremento de enfermedades no transmisibles como el cáncer, obesidad, diabetes tipo II, enfermedades cardiovasculares, enfermedades del intestino (diverticulitis) o enfermedades crónicas del hígado
- Por cada 50gr de ingesta diaria de carne procesada aumenta el riesgo de padecer cáncer colorrectal un 18%
- La ingesta de una porción diaria de carne roja incrementa un 31% el riesgo de sufrir un infarto
- Las enfermedades transmitidas por alimentos contaminados como la salmonella, campylobacter, e. coli, entre otras están asociadas en gran medida al consumo de alimentos de origen animal y en particular al de aves de corral
- Una granja de 1.000 vacas produce tantos excrementos como una ciudad de 300.000 habitantes. Los excrementos del ganado contaminan los cursos de agua, dejando a muchas poblaciones sin acceso a un recurso vital como es el agua
- El consumo de agua contaminada por nitratos (provenientes de los excrementos de los animales y de los fertilizantes sintéticos) está relacionado con el desarrollo de cánceres gástricos