Google anunció este miércoles la venta de su filial de telefonía Morotola Mobility al gigante chino Lenovo por 2.910 millones de dólares, apenas dos años y medio después de comprar esa compañía de móviles por 12.500 millones de dólares. La operación concretada este miércoles dejará en manos de Lenovo la gestión de la marca Motorola así como una amplia variedad de smartphones, desde los Moto X y Moto G lanzados en 2013 hasta la gama Droid, según el comunicado de Google.
"Lenovo tiene la experiencia para convertir Motorola Mobility en un jugador importante en el ecosistema Android. Esta decisión permitirá a Google centrar nuestra energía en llevar innovación al ecosistema Android para el beneficio de los usuarios allá donde estén", dijo el consejero delegado de Google, Larry Page. Las palabras de Page contrastan con las que pronunciara el 11 de agosto de 2011, día en el que Google confirmaba la compra de Motorola: "El compromiso total de Motorola Mobility con Android ha creado un encaje natural para las dos compañías".
Google, no obstante, se quedará con la división de investigación de Motorola, responsable de Proyect Ara, una plataforma de hardware que permite que cualquier desarrollador construya los módulos de un teléfono (pantalla, cámara, procesador, memoria, etc.) y los usuarios los escojan y construyan a placer.
¿Cuánto ha perdido Google en la aventura?
Detrás de la compra de Motorola por parte de Google en 2011 estaba la necesidad de la compañía californiana de blindarse ante los pleitos de sus competidores, especialmente Apple, que veían en el sistema operativo Android una copia de software del iPhone. Con la adquisición de Motorola, Google tomó posesión de más de 14.000 patentes, sobre las que mantendrá la propiedad, al menos en su "gran mayoría", y otorgará a Lenovo la licencia de uso.
Sin embargo, si eso fuera todo, Google podría haberse quedado con las patentes y haber vendido al fabricante de móviles. De hecho, pocos meses después de la adquisición colocó Motorola Home, una división que se dedicaba principalmente a vender sintonizadores y PVR, por 2.400 millones. Pero se quedó con Motorola Mobility e intentó convertirlo en una empresa rentable. Esta venta certifica que no ha tenido éxito.
En cualquier caso, en el momento de la compra Motorola tenía unos 3.200 millones en efectivo y supuso unos 2.400 millones de ahorro en impuestos a Google, pero ha perdido alrededor de 2.000 en estos dos años y medio. Esto deja una cifra de unos 3.500 millones. ¿Vale tanto el portfolio de patentes y la unidad de I+D con la que se queda Google después de la venta a Lenovo? No parece probable. La aventura de Motorola probablemente haya sido el mayor lunar en una serie de adquisiciones en general exitosas, entre las que destacan Youtube y DoubleClick.
Tercer fabricante de EEUU
Actualmente Motorola es el tercer fabricante de teléfonos móviles para tecnología Android en EEUU y el tercer productor de teléfonos en América Latina. "La compra de una marca tan icónica, una gama de productos innovadores y un increíblemente talentoso equipo hará de forma inmediata a Lenovo un competidor fuerte a escala global en el negocio de los smartphones, comentó el presidente y consejero delegado de Lenovo, Yang Yuanqing.
Lenovo se encargará además de tomar todas las decisiones y estrategias referentes a futuros productos de Motorola, una empresa que en otro tiempo fuera abanderada de la tecnología móvil estadounidense y que ahora tendrá titularidad china. En 2005, Lenovo hizo algo similar cuando se apoderó del negocio de ordenadores Thinkpad de IBM, compañía estadounidense pionera en el sector de las computadoras, una operación que la ha terminado colocando como líder en el sector. A juzgar por aquella experiencia, presumiblemente la empresa china no tardará muchos años en abandonar la marca Motorola.
Lenovo intentará aprovechar la compra para colocarse como el tercero en discordia en el mercado de los smartphones tras Apple y Samsung. Sus previsiones incluyen vender 100 millones de móviles en los doce meses siguientes a que concluya el proceso de compra y su autorización por parte de Estados Unidos y China.
La noticia fue recibida positivamente por los inversores y las acciones de Google, que habían cotizado a la baja durante la jornada bursátil en Wall Street, incrementaron su valor hasta un 2,6% en las negociaciones realizadas fuera de hora.