
Es imposible confundir al más que reconocido magistrado Manuel Marchena, de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, con otro Manuel Marchena, socialista, que fue Gerente de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla y que fue imputado por diversos delitos al comienzo del caso de los ERE, en su vertiente originaria del caso Mercasevilla. Años después fue absuelto y ahora aspira a ser rector de la Universidad de Sevilla dejando sin aclarar un reguero de sospechosas coincidencias.
Naturalmente, de Baltasar Garzón[i] a Pablo Iglesias o Irene Montero, pasando por el propio Pedro Sánchez, que insinúa sistemáticamente que prevarica, y a todo el separatismo catalán que salió condenado tras de golpe de Estado de octubre de 2017, lo acusan de ser el cerebro gris, no sólo de aquella sentencia – que decepcionó a muchos, Cayetana Álvarez de Toledo[ii] entre ellos, por la tibieza de calificar como sedición lo que parecía haber sido rebelión -, sino de la reciente condena del ex Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz.
