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Rosa Belmonte

Woke no es una sartén

Quizá Andrew Doyle no sea Thakeray pero el libro de los woke es reflejo de lo que ahora tenemos. Lo satirizado es tan gracioso como la sátira, así que no sé cómo nos las vamos a arreglar para reírnos de esta gente.

Quizá Andrew Doyle no sea Thakeray pero el libro de los woke es reflejo de lo que ahora tenemos.  Lo satirizado es tan gracioso como la sátira, así que no sé cómo nos las vamos a arreglar para reírnos de esta gente.
La generación "woke" | Cordon Press

Venga, una librería ha retirado todos los libros de Harry Potter por lo que J.K. Rowling opina sobre la transexualidad. ¿Quién da más? "Ya no nos sentimos cómodos dándole espacio en el estante mientras ella usa su amplia plataforma para burlarse de la humanidad de las mujeres trans", dicen desde una librería de San Luis (Misuri). Espera, que hay más. Un tiparraco ha pintarrajeado el museo de Dickens poniendo que es racista. Es más cuando se ha explicado lo ha llamado "notorio racista genocida". Y Lena Dunham ha reconocido que su privilegio blanco la ayudó a triunfar tan joven. Cualquiera con dos dedos de frente, blancos, de clase media o de medio pelo sabemos de nuestro privilegio habiendo nacido en un bancal de Murcia y no en Bangladesh. Pero esto ya es ridículo.

Y seguramente será lo penúltimo de esta ola de estupidez rampante. Woke (Alianza), de Titania McGrath (seudónimo de Andrew Doyle), siempre se va a quedar corto porque esto nos supera cada día. Lo satirizado es tan gracioso como la sátira, así que no sé cómo nos las vamos a arreglar para reírnos de esta gente. Es como si nos hubieran invadido unos marcianos. Y no se nos había ocurrido que los marcianos podían ser así. Que ya nos podían chupar la sangre. La lectura de Woke es hilarante. Porque la apropiación cultural, que lo sepas, llega hasta el yoga. "Yo incluso diría que una persona que practique yoga está recreando la masacre de Amritsar de 1919, en la que el ejército británico masacró a mil civiles indios". Claro que sí. Titania habla de Helen Keller, de que era ciega y sorda y aun así consiguió estudiar una carrera, escribir doce libros y viajar por todo el mundo para impartir seminarios. "Este nivel de privilegio es inaudito". El privilegio de ser blanco. Porque la raza blanca es la fuerza más violenta y opresora sobre la faz de la tierra. Vale, es una parodia. Pero miren a Lena Dunham.

El libro tiene su origen en una cuenta satírica de twitter. Dice Ricky Gervais del librito que es "una maravillosa sátira clásica". Y es verdad. Con aroma a Thakeray. En la revista Punch una de las secciones de más éxito fue The Snobs of England by one of Themselves, que escribía William Makepeace Thakeray mucho antes de La feria de las vanidades. Retrataba a personajes de la clase media inglesa, anónimos o desconocidos, dejándolos a la altura del betún. En 1848 esos textos cortos se convirtieron en El libro de los snobs. Quizá Andrew Doyle no sea Thakeray pero el libro de los woke es reflejo de lo que ahora tenemos. Y muy divertido. Exagerado y descacharrante. "Activistas como yo lideramos una nueva guerra cultural… Por dar un ejemplo concreto de nuestros logros, hemos conseguido ampliar la definición de la palabra ‘nazi’ para cualquiera que haya votado a favor del ‘Brexit’, o que se haya planteado alguna vez votar a un partido conservador, o que se niegue a tomar en serio el ‘Guardian’. Aunque esto ha sido una importante victoria para la causa progresista, también implica que hoy hay más nazis en Inglaterra de los que había en Alemania en los años treinta". Y así todo.

Quizá se valore como más literario un libro de Evelyn Waugh. No sé, Los seres queridos, sátira radical sobre los ritos funerarios de las antiguas colonias inglesas de ultramar. Humor negro negrísimo como el de Swift. La tradición británica de la sátira es inconmensurable. La clase media victoriana descrita por Saki es ridícula con sus absurdas rutinas y protocolos. Trivialidad, crueldad y ligereza. Como mejor se cuentan las cosas. En The Westminster Gazette escribió tres series de sátiras sobre la actualidad política.

Woke es pasado simple de to wake, despertar. Describe a personas concienciadas sobre la justicia social y las políticas identitarias . Como dice Bret Easton Ellis en Blanco (Literatura Random House), "La política identitaria de cualquier tipo tal vez sea la peor de nuestra cultura y, desde luego, una idea que alienta la expansión de la derecha alternativa".

Titania McGrath dice: "Desde su nacimiento, los hombres son entrenados para ignorar los derechos de las mujeres. Pensándolo bien, el proceso empieza mucho antes. Cada hombre comienza su vida dentro del cuerpo de su madre. Está literalmente dentro de una mujer sin su consentimiento verbal. No puedo explicarlo más explícitamente. Lo primero que hace un hombre en la vida es violar a su propia madre". Dejemos claras las cosas.

Otra parte que me gusta es cuando recuerda a la difunta Andrea Dworkin. "Para mí el hombre ideal es aquel que citando a aquella gran feminista ha sido golpeado hasta convertirlo en una masa sanguinolenta, con un zapato de tacón incrustado en la boca, como una manzana en la boca de un cerdo".

El otro día, viendo el Deluxe me acordé de Dworkin. En el putipoli de las tías de Fani Carbajo, Maite y Raquel. Lo de menos en esa familia es si Fani ha sido puta en un chalet de Aravaca. Lo que me recordó a Dworkin fue lo que Maite dijo. "Yo tuve que alejarme de la madre de Fani porque en una ocasión casi me mata. Me clavó un tacón en la garganta". Yo creo que la madre de Fani, que ya está muerta, no ha leído a Andrea Dworkin. Fue autodidacta.

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