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Rosa Belmonte

Carmen

Un documental sobre Carmen Maura cuenta detalles de su carrera, incluyendo cuando la violó un soldado que era fan en su casa.

Un documental sobre Carmen Maura cuenta detalles de su carrera, incluyendo cuando la violó un soldado que era fan en su casa.
Imagen de Ay, Carmen | Archivo

El documental empieza con el "¡Riégueme!’ de La ley del deseo y acaba con el final de ¿Qué he hecho yo para merecer esto?. Y eso sólo es una parte de su carrera. La nieta de Carmen Maura, de 15 años, dice que sus amigos saben quién es su abuela, que es actriz, pero que nunca han visto una película suya. Pobres. Espero que sea porque viven en el extranjero. Yo a esa edad había visto películas de Maruchi Fresno, por nombrar a alguien antiguo a quien no iba a ver al cine pero me caía de vez en cuando en la televisión. Ay, Carmen, dirigido por Fernando Méndez Leite, se puede ver en Movistar+.

La peor compañera que Carmen Maura ha tenido en el cine es Imperio Argentina. En Tata mía, de Borau. "Le tenía que pasar la letra. Cuando se equivocaba echaba la culpa al cámara o al del sonido. Era muy, muy facha. A mí me agotó… A Borau le dije: ‘Cuando hagamos el último plano de la película no vuelvo yo a hablar con esta mujer’. Nunca más. Lo que pasa es que cuanto cantaba… Y a veces cantó para mí". Tiene gracia lo de facha y lo de insoportable. El otro día, Concha Velasco recordaba en una entrevista en ABC cuando la contrató Celia Gámez ("ahora tan denostada, pero que era una persona maravillosa. Yo no he sido tan feliz como en esa época"). Eran seis bailarinas, Celia subía a verlas al camerino y por sus cumpleaños les daba 25 pesetas y una rosa. Pero le tenían miedo. Ponía multas si llegaban tarde o cometían un error. "Y luego con el dinero recaudado le comparaba a la que no hubiera tenido ningún problema un bolso de cocodrilo. ¡Yo todavía tengo ese bolso!". Para facha, según los cánones, Celia Gámez, que cantó el ‘Ya hemos pasado’.

En Ay, Carmen hay una parte esencial dedicada a Pedro Almodóvar (que interviene) y Carmen Maura. A cómo ella lo descubrió, al rodaje de Pepi, Luci, Bom, a que lo de la meada le parecía una ordinariez y él la tranquilizó. Que no, que era normal. Como ella tenía problemas más gordos con su marido quitándole la custodia de los niños, los abogados y los jueces no se asustaba. Almodóvar dice que no concibe a otra actriz en ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (pero se la ofreció antes a Esperanza Roy). Y que La ley del deseo fue su cima como actriz. Tenían una admiración mutua, casi física, según el director, que también señala que por esa relación que mantenían suponía que cuando tuvieran un problema, por pequeño que fuera, se iba a magnificar. Según Agustín Almodóvar, hubo un abandono sentimental por parte de Pedro en Mujeres al borde de un ataque de nervios, rodaje que ella recuerda como el infierno (por el contrario, en Ay, Carmela se lo pasó muy bien). "A las ocho de la mañana ya estaba diciéndome ‘qué falsa estás’, ‘como sigas así te vas a cargar la película’. Delante de todo el equipo". Y el director reflexiona ahora que incluso desde la incomunicación más absoluta se puede hacer una película. Carmen recuerda que en una proyección le soltó que había dado el cincuenta por ciento. Y ahora el otro confiesa que como actriz está perfecta. También asegura Almodóvar que cuando tienes química eso va más allá del amor. "Echaba de menos esa simbiosis". Por Volver. "No había sensación de que hubiera que resolver algo. Eso se había ido diluyendo". En el montaje del documental la siguiente que habla es Carmen Maura: "De todas maneras, él estaba muy ocupado con Penélope".

Pero sus elogios al director no fueron sólo los del principio: "Almodóvar ha hecho más que los ministros de Cultura, los de Asuntos Exteriores y los embajadores".

La parte más chunga es la de la violación (ya se lo había contado a Paula Ponga, que también sale, para un libro). No tanto por la violación, que fue horrible, claro, sino por lo de después. La violó un soldado que era fan en su casa. "No tenían ningún cuidado. Me mandaron al Gómez Ulla. Me aparecieron no sé cuántos tipos de uniforme a verme el coño… Fue muy desagradable. Y encima, cuando llamamos a la policía subieron dos guardias y me hicieron contarlo todo. Y una vez se lo había contado todo cogieron el teléfono y dijeron: ‘Sube, que parece que es verdad’. Y más sobre el asunto: "Una chica hoy de 20 años o mi nieta de 15 no se pueden hacer a la idea de cómo era la situación de la mujer cuando yo me enfrenté a todas esas cosas". Los amigos de su nieta no sólo deberían ver las películas de Carmen Maura, también este documental.

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