En todas las novelas de Qiu Xiaolong, el inspector jefe Chen Cao lucha por comprender la inclinación de China por el capitalismo, recita poesía, resuelve asesinatos, tiene devaneos amorosos, y siempre, siempre, come bien. Y es que tanto Xiaolong como su alter ego son auténticos entusiastas de la comida china, en todas sus variedades.
En las páginas de las novelas es igualmente sencillo encontrar a Cao paseando por Shanghai mientras saborea un sabroso pescado de un puesto callejero, que departiendo ante una mesa cubierta de exóticas viandas como calabaza rellena de gorrión frito o pichones estofados. Lo suyo es auténtica reverencia por la gastronomía. "Mis amigos americanos dirían que soy un entusiasta. Pero mis amigos chinos dicen que soy anticuado, me gustan los platos tradicionales chinos", confiesa Xiaolong.
Y es cierto. Porque aunque en sus viajes a China no pierde oportunidad de investigar las nuevas tendencias, lo que se encuentra entre las páginas de sus novelas es toda una oda a la gastronomía asiática, la de verdad. Nada que ver con la occidentalizada que los inmigrantes han adaptado a nuestros cómodos paladares.
Alberto Fernández ha recopilado dos de las decenas de recetas que pueden encontrarse entre los crímenes, la corrupción y el oscurantismo de las novelas de Xiaolong. Lo mejor de la China presente y pasada sobre el mantel.
Arroz frito Yang zhou
El arroz frito Yang zhou (Yang zhou Chao fan) es uno de los platos más populares de la cocina cantonesa , tanto dentro de China como en los restaurantes chinos de todo el mundo. Orignario , al igual que los fideos al otro lado del puente, de la dinastía Quing.
Al igual que con casi todas las recetas tradicionales, no existe una formula canónica, pero a el que esto escribe le encanta la versión del restaurante Tse yang del Hotel Villamagna de Madrid. A diferencia de China, donde el arroz Yang zhou se sirve como plato principal, en Tse yang acompaña como guarnición a carnes y pescados.
INGREDIENTES:
-200 gr de arroz jazmín cocido
-Aceite.
-1 huevo.
-20 gr pollo cocido
-20 gr gamba cocida
-20 gr carne de cerdo asada(Tsa xiu)
-10 gr cebolleta
-10 gr guisantes
ELABORACIÓN:
Impregnamos las paredes del wok con aceite y calentamos a fuego fuerte. Cuando el aceite está muy caliente añadimos el huevo batido, removemos enérgicamente y añadimos el arroz, salteamos un par de minutos, removiendo el arroz por las paredes.
Podemos sustituir la carne de cerdo asada por panceta fresca
Añadimos el resto de los ingredientes y salteamos de la misma forma un par de minutos. Salpimentamos y listo
Fideos al otro lado del puente
Cuenta la leyenda que durante la dinastía Quing (1644-1911) en Kumming, en la provincia de Yunnan un erudito se encerró en una isla para preparar los exámenes de acceso a la burocracia imperial.
Todos los días su mujer le llevaba la comida, y su plato favorito era un caldo de pollo con fideos y otros ingredientes. Lamentablemente cuando su mujer cruzaba el puente que unía la isla con el continente los fideos y el resto de ingredientes de la sopa estaban recocidos.
Un día que tenía prisa se le ocurrió llevar el caldo y el resto de los ingredientes por separado, al introducirlos en el liquido caliente se cocinaron en su punto y a partir de ese día siempre lo hizo así.
INGREDIENTES:
- 400 g de fideos chinos de arroz
- 200 gr de col china( Pak choi)
- 2 litros de caldo de pollobrotes de soja frescos
- 2 huevos cocidos
- 1 dado de jengibre fresco
- 2 cucharadas de salsa de soja
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 pechuga de pollo cortada en trozos finos y alargados
- 200 gr. De carne de ternera cortada en finas láminas
PREPARACIÓN
Cocemos los fideos según las instrucciones del fabricante, enfriamos bajo el chorro de agua fría y reservamos. Cortamos el pak choi y el huevo duro en dados. Picamos el jengibre bien fino.
Llevamos el caldo de pollo a ebullición, añadimos el pak choi, la salsa de soja y el jengibre. Cocinamos un par de minutos y servimos muy caliente en el centro de la mesa rodeado del resto de los ingredientes.
Podemos utilizar un pequeño fogón de fondue para mantener el caldo caliente. Cada comensal añade y cocina a su gusto los ingredientes.