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Los socios de Sánchez abren un frente antitaurino con una ILP para derogar la protección de la tauromaquia

Sumar y Podemos han celebrado la entrega de las firmas para que se debata en el Congreso la ILP No es mi Cultura que deroga la Ley 18/2013.

Sumar y Podemos han celebrado la entrega de las firmas para que se debata en el Congreso la ILP No es mi Cultura que deroga la Ley 18/2013.
Los organizadores de la recogida de firmas de la ILP 'No es mi Cultura' en el Congreso. | Europa Press

La Mesa del Congreso ha recibido las 715.606 firmas (200.000 menos que personas asistieron sólo a Las Ventas en 2024) que la asociación antitaurina Anima Naturis ha recogido durante estos meses para pedir la derogación de la Ley 18/2013 de 12 de noviembre para la regulación de la tauromaquia como patrimonio cultural y modificar la Ley 10/2015, de 26 de mayo, para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, en lo que respecta únicamente a la anterior Ley 18/2013. Este es el primer paso hacia la prohibición de la tauromaquia que es el fin último de todas estas asociaciones y partidos como Pacma que han encontrado en Sumar y Podemos el vehículo para tratar de forzar al PSOE a apoyar esta Iniciativa Legislativa Popular llamada No es mi Cultura.

Una vez que que la Mesa del Congreso de los Diputados valide las firmas esta Iniciativa Legislativa Popular tiene que ser tomada a consideración en seis meses. En paralelo, Sumar ya registró una ley para que se prohíba la asistencia de menores de edad y su participación en escuelas taurinas. Estas iniciativas son las dos últimas partes de una ofensiva de la extrema izquierda contra la tauromaquia que han visto en el Gobierno de Pedro Sánchez un aliado.

Uno de los primeros frentes que abrieron fue con la vicepresidenta Yolanda Díaz durante la pandemia del covid 19 negando ayudas a trabajadores del sector. El siguiente fue con Miquel Iceta de ministro de Cultura. En este caso el Gobierno trató de excluir a la tauromaquia del Bono Cultural Joven, pero esta prohibición quedo anulada por el Tribunal Supremo.

La llegada del antitaurino confeso Ernest Urtasun al Ministerio de Cultura ha alimentado el acoso a la tauromaquia. Su gran aportación ha sido la eliminación del Premio Nacional de Tauromaquia 2024 en septiembre del año pasado. También su falta de educación con El Juli en la entrega del PNT 2023 o sus artimañas para evitar la presencia de la tauromaquia en las Medallas de Oro a las Bellas Artes. Seis meses después el Senado y nueve CCAA han recuperado otorgándoselo ex aequo al cineasta Albert Serra y a la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia. El premio se entregará el próximo 3 de marzo en el Senado.

"Esperamos que cuente con la mayoría de la Cámara"

Este nuevo frente antitaurino tiene pocos visos de prosperar y conseguir su propósito si no cuenta con el apoyo del PSOE. Con los socialistas votando al unísono sí que la ILP acabaría publicada en el BOE. En Sumar, Podemos y las asociaciones animalistas que la han llevado al Congreso lo saben y por ello ya han comenzado a presionar al partido de Pedro Sánchez.

El portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, se ha manifestado en una rueda de prensa este lunes sobre la ILP. Ha dicho: "hoy es un gran día. Desde Sumar celebramos la llegada al Congreso de más de 715.000 firmas de apoyo a la ILP de No es Mi Cultura que, como ella misma dice, son la voz de una sociedad que rechaza que la tortura de un animal sea protegida en nombre de la cultura".

Urtasun y su formación esperan que "cuente con la mayoría de la Cámara", abriendo así un nuevo frente antitaurino en el Congreso de los Diputados en el que la posición del PSOE será determinante para que esta ILP sea aprobada. El ministro de Cultura de Pedro Sánchez ha reiterado que la "ILP tiene todo nuestro apoyo" y ha agradecido "en nombre de Sumar a todos los ciudadanos que lo han hecho posible y a los más de 715.000 que le han dado su apoyo con su firma".

Un escudo contra los intentos de prohibición

La importancia de la Ley 18/2013 de 12 de noviembre para la regulación de la tauromaquia como patrimonio cultural es fundamental para que las CCAA no traten de prohibir la tauromaquia como pasó en Cataluña en 2010 o, años después, en Baleares con la actual presidenta del Congreso, Francina Armengol, como presidenta regional. Ambas prohibiciones fueron derogadas con la Ley aprobada durante el mandato de Mariano Rajoy. A día de hoy no está prohibido en ningún lugar de España celebrar espectáculos taurinos.

Los impulsores y sus socios en el Congreso y en el Gobierno de Sánchez lo saben y por ello van a tratar de hacer todo lo posible para que el PSOE se apoye de ILP si finalmente se acaba debatiendo en la Cámara Baja. Marta Esteban, miembro de la Comisión Promotora de la ILP No es mi Cultura ha dicho a las puertas del Congreso que "ningún gobierno que se pueda llamar progresista puede quedarse atrás en este avance hacia un país más libre, más ético, más europeo y más respetuoso con nuestros compañeros de planeta. En eso confiamos y para eso vamos a seguir trabajando en los próximos meses". Obvian que en el sur de Francia la tauromaquia goza de gran respaldo en numerosas localidades y que fue el primer país en hacer leyes que protegían la tauromaquia con la ley.

Aseguran los promotores en la exposición de motivos de la ILP que "a pesar del reconocimiento constitucional de la pluralidad de pueblos y culturas integrantes de Estado español, la Ley 18/2013, de 12 de noviembre, para la regulación de la tauromaquia como patrimonio cultural, efectúa una intervención estatal de contenido regulatorio que restringe las competencias autonómicas en materia de cultura y otras materias asumidas estatuariamente como espectáculos públicos. Asimismo, su aplicación también ha determinado la merma de competencias municipales".

También dice que reconoce que "la fiesta de los toros y los espectáculos taurinos populares están sujetos a constante evolución, sin que se puedan hacer conjeturas sobre de qué manera se adaptarán a las sensibilidades cambiantes" y creen que "dicha evolución se ha plasmado en un notable descenso del número de espectáculos taurinos", sin aportar ninguna cifra. Como todo espectáculo de masas que se mantiene vivo, la Fiesta de los toros pasa por etapas de mayor expansión a otras con menor asistencia de público a los mismos. Eso ha sido una constante a lo largo de los siglos que se ha repetido de forma cíclica. Los defensores de la tauromaquia aseguran que el hecho de que asista más o menos gente a los espectáculos no tiene que ser determinante para su prohibición porque hay otras expresiones culturales o deportivas infinitamente más minoritarias que cuentan con numerosas subvenciones para su conservación.

"La tauromaquia forma parte del patrimonio histórico y cultural común de todos los españoles digno de protección en todo el territorio nacional", determina la Ley 18/2013 mientras que la ILP indica que "sin embargo, a los efectos de determinar la existencia de ese elemento de identificación cultural general de toda la sociedad española, la realidad es que los espectáculos taurinos constituyen una excepción en el marco de la legislación de protección de los animales a nivel estatal y autonómico, por lo que no es pertinente seguir manteniendo dicha manifestación cultural como patrimonio cultural común".

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