
Los alumnos de la Academia General del Aire han participado en los últimos días en uno de los ejercicios más extremos de su formación militar. Se trata del DEVAS, en el que deben aplicar los conocimientos de SERE (Supervivencia, Evasión, Resistencia y Extracción) de nivel B. El adiestramiento busca poner a prueba su capacidad para operar aislados y superar entornos hostiles sin apoyo inmediato.
El ejercicio, desarrollado la pasada semana, obligó a los alféreces a afrontar situaciones de supervivencia límite en escenarios hostiles. Durante varios días realizaron marchas, prácticas de ocultación, evasión y resistencia ante la captura, simulado todo ello bajo presión constante. La actividad exige reacción rápida, disciplina y coordinación, combinando capacidad física, toma de decisiones en segundos y aplicación precisa de los procedimientos enseñados.
Las imágenes facilitadas por el Ejército del Aire y del Espacio muestran que la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, participó en los ejercicios junto al resto de sus compañeros, sometiéndose a las mismas exigencias que el resto de los alumnos. La heredera superó los diferentes retos del DEVAS, integrándose en la dinámica del adiestramiento y aplicando los conocimientos adquiridos.
El ejercicio contó además con apoyo del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC), los boinas negras del Ejército del Aire, es decir, el grupo específico de operaciones especiales. Su presencia permitió reproducir escenarios más realistas y complejos, mejorando la capacidad de respuesta de los alumnos. El Ala 49 también intervino con un helicóptero Sikorsky S-76, clave para simular misiones CSAR y entrenar procedimientos de extracción.
Leonor de Borbón ingresó el pasado mes de septiembre en la AGA para afrontar su paso por la tercera de las academias militares de las Fuerzas Armadas, para completar su plan específico de formación castrense. Se incorporó al cuarto curso, el último que se imparte en el recinto, pues el quinto es de especialización y se imparten en otras localizaciones. Se incorporó, sin ocupar escalafón ni destino, a la 78 promoción de oficiales del Aire.
El gran reto de la heredera de la Corona durante estos meses será aprender a pilotar. Primero en simulador y, una vez con las nociones básicas firmes, en los Pilatus PC-21 que sirven para iniciar el adiestramiento de los pilotos del Ejército del Aire. Superado el curso, la Princesa deberá elegir especialización. Su padre, Felipe VI, optó por pilotar helicópteros, pues los aparatos de ala rotatoria están en servicio en los tres Ejércitos.

