
El Real Madrid disputará esta noche su primer partido oficial frente a un equipo de Talavera de la Reina, la Copa del Rey lo ha querido así… pero no será la primera vez que el conjunto blanco visite la Ciudad de la Cerámica. Ese precedente se remonta al 23 de mayo de 2002, apenas ocho días después de que el club conquistara en Glasgow su Novena Copa de Europa tras derrotar al Bayer Leverkusen. Aquella noche histórica, recordada por el gol de Zidane, tuvo una continuación mucho más modesta, pero igualmente significativa, en el estadio municipal El Prado.
El encuentro fue un amistoso ante el entonces Talavera Club de Fútbol, organizado como parte del acuerdo por el traspaso de un jugador juvenil, Roberto López, a la cantera madridista. Más allá del resultado, el partido quedó como una curiosidad histórica: fue el primer compromiso del Real Madrid tras proclamarse campeón de Europa por novena vez.
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— Real Madrid C.F. (@realmadrid) December 16, 2025
Un Madrid sin galácticos
Las circunstancias de final de temporada marcaron claramente el once que presentó Vicente del Bosque en ese encuentro, como decimos, amistoso. En esa fecha, el español no podía contar con los grandes nombres del equipo, ya concentrados con sus selecciones para el Mundial de Corea y Japón, por lo que el técnico apostó por una alineación muy diferente a la que había levantado el trofeo en Hampden Park. No hubo galácticos, pero sí una mezcla de jugadores del primer equipo, habituales del banquillo y numerosos canteranos.
Para hacerse una idea… en aquel Madrid participaron futbolistas como Míchel Salgado, McManaman, Celades, Flavio Conceição, Munitis, Pavón o Mejía, junto a jóvenes procedentes del Real Madrid C. La presencia de estos jugadores se debió en parte a que el Castilla, entonces denominado Real Madrid B, estaba a punto de iniciar la liguilla de ascenso a Segunda División.
El desarrollo del partido
Desde el inicio quedó clara la diferencia de nivel entre ambos equipos. El Real Madrid impuso su mayor calidad técnica y control del juego ante un Talavera voluntarioso, arropado por su afición. Los goles llegaron con relativa facilidad: El delantero congoleño Shabani Nonda Congo fue uno de los protagonistas, firmando un doblete. Los otros tantos madridistas llevaron la firma de Sestelo y Riki.
El Talavera logró el gol del honor por medio de Pedro Morilla, que años después iniciaría una temporada como entrenador del Recreativo de Huelva. El resultado final, 1-4, reflejó el dominio blanco en un encuentro que se disputó en un ambiente distendido y sin la presión propia de la competición oficial.
Toni García, de jugador a director deportivo
Entre los futbolistas del Talavera que participaron aquel día se encontraba Toni García, actual director deportivo del club. Recordemos que, a mediados de los años noventa, Toni había sido canterano del Real Madrid en la antigua Ciudad Deportiva, lo que convirtió aquel partido en una experiencia aún más especial para él.
"Jugamos aquel partido no con la misma ilusión y expectación que se está viviendo esta semana, pero sí con las mismas ganas y felicidad", recuerda. "Yo me quedaba alucinado viendo a jugadores como Munitis o Celades. Hacían cualquier control y ya iban un paso por delante de ti". Hoy, Toni vivirá el encuentro desde la grada y desde los despachos, con un rol muy distinto, pero con la memoria todavía viva de aquella tarde.
Para Toni García, además, el duelo trae otro recuerdo significativo. Aunque no participó en aquel partido, formaba parte de la plantilla del Toledo que eliminó al Real Madrid en el año 2000, una de las grandes sorpresas coperas de la época. Aquel amistoso de 2002 quedó como una anécdota en la historia del club blanco, pero también como una muestra de cercanía entre el Real Madrid y el fútbol modesto.
Un estadio muy distinto
El ambiente en El Prado en 2002 fue muy diferente al que se espera ahora. El estadio estaba lejos de llenarse, pese a que se instaló una grada supletoria en el fondo norte, ya que entonces no existían las gradas tras las porterías. Apenas unos 2.000 espectadores acudieron al amistoso.
Nada que ver con el lleno absoluto previsto para el partido actual, que ha despertado una enorme expectación en la ciudad. El crecimiento del club local y el atractivo de enfrentarse al Real Madrid explican un contexto completamente distinto.

