El Atlético de Madrid pescó un punto del Santiago Bernabéu tras conseguir empatar el tanto de Pepe. El Madrid, que fue superior durante buena parte del partido, llegó más cansado a la recta final y terminó peor que los rojiblancos el derbi.
De inicio Zidane tiró de manual. A pesar del buen momento de Isco, el galo apostó de cara por su once de gala -Casemiro, Kroos y Modric en la sala de máquinas, con Bale, Cristiano y Benzema por delante-. Gareth, que tras volver de la lesión no ha conseguido coger el punto físico óptimo y Modric, el croata atraviesa el peor momento de forma de la temporada, salieron de inicio. Eran dos candidatos para hacer hueco al malagueño, pero en los partidos 'grandes' las cartas merengues están marcadas.
Tras el 1-0 en el 52, Simeone movió el árbol. Metió a Correa por Saúl. El argentino, una vez más, fue el agitador del juego ofensivo de su equipo. Aportó profundidad a un conjunto colchonero que hasta ese momento se había mostrado muy plano. El delantero, de hecho, fue clave en la jugada del empate tras una gran asistencia para Griezmann.
Zidane, que tuvo que gastar un cambio tras la lesión de Pepe -entró Nacho-, decidió sustituir a Kroos por Isco en el 76 y a Lucas por Bale en el 81. Simeone, que veía como en los últimos minutos había perdido el centro del campo, hizo un cambio clave en el 78. Thomas entró por Fernando Torres.
El ghanés le dio empaqué y músculo a su equipo que consiguió el empate a cinco minutos para el final. Simeone, para anestesiar el partido, metió a Giménez por Carrasco en el 87. El argentino consiguió evitar el arreón final de un Madrid que fue superior en el computo global del partido pero que no supo sentenciar y que se vio superado en la pizarra por el técnico rival. Hoy, Simeone le ganó la batalla táctica a Zidane.