El Skoda Octavia siempre ha sido un modelo muy apreciado por su calidad de acabado, su gran habitabilidad, su maletero enorme y un precio siempre muy competitivo. Ahora, la nueva generación de la berlina checa hace crecer todas esas virtudes y se sitúa un escalón por encima del Octavia al que sustituye.
Crece en longitud, en anchura y en distancia en distancia entre ejes -nada menos que 10 centímetros- con lo que se garantiza un habitáculo de grandes posibilidades. Gracias a ello podrá competir con modelos de mayor tamaño y, en principio, más categoría, como el Ford Mondeo o Renault Laguna. Al mismo tiempo se desmarca de los que podrían ser sus rivales por tamaño exterior y precio, como podrían ser el Chevrolet Cruze, el Opel Astra Sedán o el VW Jetta. Si el interior es amplio, el maletero es de récord, pues cuenta con nada menos que 590 litros de volumen.
Además de tamaño, el Octavia está repleto de soluciones ingeniosas que potencian la comodidad en los viajes. Y para el conductor, ofrece todos los sistemas de asistencia imaginables, como el asistente de aparcamiento, el de luz inteligente, reconocimiento de señales de tráfico, selector de modo de conducción... También ofrece opcionalmente sistemas de seguridad como el asistente de carril, freno multicolisión, detección de fatiga o frenado automático.
Y todo esto con unos precios de lo más ajustado, que parten de 19.170 euros en la versión 1.2 TSI 105 CV Active y acaban en los 27.490 euros que cuesta el Octavia 1.8 TSI 180 CV DSG Elegance.
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