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Hamilton se podemiza y ataca los toros

Populismo, postureo y mucha hipocresía es lo que ha demostrado Hamilton en los últimos meses durante el parón en la Fórmula 1. Demasiado tiempo desocupado y demasiada verborrea. Al igual que el Marqués de Galapagar, Pablo Iglesias, critica a la casta desde una casi mansión rodeada de seguridad pública, pagada por todos, y que ha dejado a las zonas aledañas desabastecidas de seguridad, o defiende el medio ambiente desde una casa que le obliga a recorrer más de cien kilómetros al día con un coche privado para poder ir a trabajar, o le pide más sacrificio a los más tienen pero él se sube el sueldo en Podemos, Hamilton ha olvidado dónde vive y dónde trabaja. Ya chirriaban algo sus críticas sobre la inacción para resolver el problema del cambio climático, y no llama la atención su preocupación sobre el tema en sí mismo, si no que lo haga trabajando en uno de los deportes más contaminantes del planeta, en ruido, componentes, consumo y desechos.

Es fácil, Hamilton: si no estás a gusto con la industria que te ha dado lo que ahora tienes, mansiones, coches y otros productos de lujo igual de sostenibles que la F1, déjalo, abandona, sé coherente con tu forma de pensar y vete, la puerta es igual de grande para entrar que para salir. La fiebre contra el racismo en EEUU que se ha confundido de nuevo, en muchas ocasiones, con el populismo le ha llevado al campeonísimo de Mercedes a atacar una de las tradiciones más profundas de la cultura española, los toros. No sólo mezcla churras con merinas y pasa del racimo al maltrato animal sin más, sin más información ni formación, buscando en los 240 caracteres de las redes sociales la forma más fácil de ahondar en la hipocresía y la demagogia.

Primero Hamilton, en España los niños menores de 14 años no matan toros, como apuntaba el inglés en su comentario, y segundo el toreo no es tortura, es una industria como la tuya, con toreros que se juegan la vida como tú te la juegas en tu monoplaza, con toros que se crían sólo para el espectáculo de una corrida, igual que tu coche se fabrica sólo para el divertimento del circo de la F1. Lo que ha demostrado el piloto inglés, uno de lo mejores que ha dado la F1, es falta de información y de interés por informarse, y mucha capacidad para ser influido por otros que no profundizan más allá de lo que enseña el recuadro de la foto de Instagram.

En cualquier caso, por qué no se queda con asuntos más doméstico, con críticas a la caza del zorro en su país, o críticas así mismo por conducir coches que consumen casi como un avión. Siempre he pensado que el cambio empieza en uno mismo y no en la destrucción de todos los demás, mientras que yo haga lo que me da la gana. Leiv motiv de Pablo Iglesias, que ahora podría fichar al inglés para su junta central.

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