LD (EFE) Estas protestas (manifestaciones y concentraciones en su mayoría) se produjeron sólo unas horas antes de que los sindicatos de Izar y los representantes de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) volvieran a reunirse para tratar de consensuar un plan que asegure la viabilidad del sector y del empleo.
En La Coruña, unos 2.500 trabajadores de los centros de Fene y Ferrol se manifestaron por el centro de la ciudad aunque no se produjeron incidentes. En Cádiz, un millar de trabajadores de San Fernando se manifestaron de forma pacífica desde la factoría hasta el Ayuntamiento para recordar que el problema "sigue ahí", aunque se mostraron "esperanzados" por la reunión de esta tarde.
Los cerca de 400 empleados de Izar en Valencia secundaron el paro de cuatro horas convocado por los sindicatos y se manifestaron entre los municipios de Manises y Quart de Poblet para que los vecinos "sigan teniendo conciencia del problema" y recordar "que aún no se ha resuelto". Los trabajadores de La Naval de Sestao también protestaron ante el Parlamento Vasco para reclamar al ejecutivo de Vitoria que "se moje" y al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que cumpla su promesa de salvar el astillero vizcaíno.
En Gijón, más de 150 trabajadores de Izar se manifestaron, tras una breve asamblea celebrada a las puertas del astillero, y cortaron el tráfico de algunas calles con la quema de una barcaza que simbolizaba la última botadura que realizará esta factoría si no se encuentra una solución para el sector. También los empleados del astillero de Cartagena secundaron el paro convocado y se concentraron durante una hora y media ante las puertas de la factoría.
La última reunión entre las dos partes se celebró el pasado 17 de noviembre, cuando los sindicatos con representación en Izar dieron por rota la "interlocución" con la SEPI y convocaron nuevas movilizaciones tras ser informados por el grupo público de que la Comisión Europea (CE) no aceptaba el principio de acuerdo alcanzado por las dos partes el pasado 19 de octubre.
Dicho principio de acuerdo preveía la constitución de una sociedad civil (que aglutinaría la industria civil y la militar) participada por la SEPI (el 49 por ciento) y las cajas de ahorro (21 por ciento). La explicación de la SEPI sobre Bruselas fue interpretada por los sindicatos como un "pretexto" del Gobierno para retornar a su propuesta anterior que preveía la segregación de los astilleros y la privatización de los civiles, una propuesta rechazada de plano por los sindicatos.
En La Coruña, unos 2.500 trabajadores de los centros de Fene y Ferrol se manifestaron por el centro de la ciudad aunque no se produjeron incidentes. En Cádiz, un millar de trabajadores de San Fernando se manifestaron de forma pacífica desde la factoría hasta el Ayuntamiento para recordar que el problema "sigue ahí", aunque se mostraron "esperanzados" por la reunión de esta tarde.
Los cerca de 400 empleados de Izar en Valencia secundaron el paro de cuatro horas convocado por los sindicatos y se manifestaron entre los municipios de Manises y Quart de Poblet para que los vecinos "sigan teniendo conciencia del problema" y recordar "que aún no se ha resuelto". Los trabajadores de La Naval de Sestao también protestaron ante el Parlamento Vasco para reclamar al ejecutivo de Vitoria que "se moje" y al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que cumpla su promesa de salvar el astillero vizcaíno.
En Gijón, más de 150 trabajadores de Izar se manifestaron, tras una breve asamblea celebrada a las puertas del astillero, y cortaron el tráfico de algunas calles con la quema de una barcaza que simbolizaba la última botadura que realizará esta factoría si no se encuentra una solución para el sector. También los empleados del astillero de Cartagena secundaron el paro convocado y se concentraron durante una hora y media ante las puertas de la factoría.
La última reunión entre las dos partes se celebró el pasado 17 de noviembre, cuando los sindicatos con representación en Izar dieron por rota la "interlocución" con la SEPI y convocaron nuevas movilizaciones tras ser informados por el grupo público de que la Comisión Europea (CE) no aceptaba el principio de acuerdo alcanzado por las dos partes el pasado 19 de octubre.
Dicho principio de acuerdo preveía la constitución de una sociedad civil (que aglutinaría la industria civil y la militar) participada por la SEPI (el 49 por ciento) y las cajas de ahorro (21 por ciento). La explicación de la SEPI sobre Bruselas fue interpretada por los sindicatos como un "pretexto" del Gobierno para retornar a su propuesta anterior que preveía la segregación de los astilleros y la privatización de los civiles, una propuesta rechazada de plano por los sindicatos.