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El riesgo de impago de la deuda pública de EEUU se multiplica por 25 en el último año

El nuevo presidente de EEUU, Barack Obama, se enfrenta a una necesidad de financiación histórica. El mega-rescate financiero elevará el déficit público por encima del billón de dólares en 2009. El Tesoro busca inversores para colocar, al menos, otros 2 billones en bonos. El aumento de la deuda ha multiplicado por 25 su prima de riesgo en el último año.

El nuevo presidente de EEUU, Barack Obama, se enfrenta a una necesidad de financiación histórica. El mega-rescate financiero elevará el déficit público por encima del billón de dólares en 2009. El Tesoro busca inversores para colocar, al menos, otros 2 billones en bonos. El aumento de la deuda ha multiplicado por 25 su prima de riesgo en el último año.
LD (M. Llamas) Uno de los principales retos del nuevo Gobierno de EEUU que dirigirá Barack Obama consistirá en cómo sufragar los amplios rescates financieros aprobados por la Administración Bush con el apoyo de los demócratas, y que amenaza con disparar hasta cuotas desconocidas el abultado desequilibrio presupuestario que reflejan las cuentas públicas de la primera potencia mundial.
 
Y es que, el país se enfrenta a la "mayor necesidad de financiación" de su historia. Tal y como avanzó LD, los analistas consideran que el déficit público, que se situará en los 550.000 millones de dólares a finales de año, superará el billón de dólares (7,2% del PIB) en 2009. Tal desequilibrio tendrá que ser sufragado mediante la emisión de nueva deuda pública. Es decir, a cargo de los futuros impuestos de los contribuyentes.
 
En concreto, los analistas estiman que el Gobierno de EEUU necesitará colocar entre los inversores entre 1,4 y 2 billones de dólares en letras del Tesoro durante el próximo año. En la actualidad, la deuda pública pendiente de cobro asciende ya a 6,3 billones de dólares, mientras que la deuda que circula entre los fondos intergubernamentales se eleva a los 4,2 billones. En total, la deuda pública se ha disparado hasta los 10,56 billones de dólares.
 

 
Esto es 560.000 millones más que hace apenas un mes. Un aumento del 5,6%. En 2009, habrá que sumar a esta cifra, al menos, otros 2 billones de dólares. No obstante, el Gobierno de EEUU decidió el pasado mes de septiembre ampliar el límite máximo de endeudamiento público del país desde los 10,6 billones hasta los 11,3 billones de dólares, el mismo día en el que anunciaba el borrador del mega-rescate de la banca estadounidense.
 
Morgan Stanley estima un déficit fiscal del 12,5% para 2009
 
De este modo, y en base a las actuales estimaciones de los analistas, la deuda pública total del país ascendería a cerca de 12,6 billones de dólares en 2009. El 91,3% del PIB del país, tomando como referencia el PIB estimado para 2007 (13,8 billones de dólares). En concreto, la deuda pendiente de pago colocada entre los inversores ascendería a 8,3 billones (más del 60% del PIB nacional).
 
Sin embargo, teniendo en cuenta la contracción económica que sufrirá el país, que amenaza con restar más de un punto porcentual al PIB estadounidense, el desequilibrio amenaza con ser mayor.
 
Así, un reciente informe de Morgan Stanley augura que el déficit fiscal de EEUU podría elevarse hasta el 12,5% del PIB en 2009, doblando el anterior récord del 6% alcanzado en 1983. Asimismo, la deuda pública podría superar el 70% del PIB. El porcentaje más alto de los últimos años, aunque aún muy alejado del récord alcanzado en 1946, justo después de la II Guerra Mundial (122% del PIB).
 
Pese a que muchos analistas se basan en esta comparación para argumentar la sostenibilidad del endeudamiento público actual, también hay que hacer referencia a la cifra récord de deuda privada que acumula hoy en día la economía estadounidense (bancos, familias y empresas), y que se sitúa en torno a los 50 billones de dólares, 3,6 veces su PIB.
 
De este modo, según los analistas consultados por este periódico, la clave radica en saber si la enorme cadena de impagos que se cierne sobre la primera potencia mundial acabará arrastrando igualmente al mercado de bonos.
 
¿Podrá colocar toda la deuda?
 
Con tales incrementos de deuda, tanto pública como privada, no es de extrañar que los expertos comiencen a tener dudas sobre la capacidad del Gobierno estadounidense para colocar en el mercado todo su papel. De hecho, los analistas coinciden en que la rentabilidad de dichas letras (precio que tendrá que pagar el Ejecutivo para financiarse) tenderá a incrementarse en el futuro.
 
Ante esta situación, la prima de riesgo de los bonos estadounidenses se ha disparado en los últimos meses. Así, el precio que tienen que pagar los tenedores de bonos del Tesoro de EEUU para cubrirse de un posible impago por parte del Estado se ha multiplicado por 25 en el último año, tal y como refleja la evolución de estos valores en el mercado de credit default swaps (CDS).
 

 
En este mercado de deuda derivada, los inversores especulan sobre la solvencia de compañías y también Estados (deuda soberana) para protegerse de posibles impagos (default). El rendimiento de los bonos del Tesoro a largo plazo se ha situado en las últimas semanas en el 3,88%. Una cifra muy baja, ya que los inversores se han refugiado en la deuda pública de EEUU ante la debacle bursátil y el creciente riesgo que presentan otras economías desarrolladas.
 
Sin embargo, la percepción de riesgo que presenta este producto no ha dejado de aumentar durante los últimos meses. Según los últimos datos proporcionados por la compañía espacializada en estos productos CMA DataVision, los CDS (prima de riesgo) a 10 años de los bonos del Tesoro han pasado de 1,6 puntos básicos (0,016%) en julio de 2007, a 16 puntos básicos en marzo de 2008 (0,16%), a 30 puntos en septiembre (0,3%) y a más de 40 el pasado 27 de octubre.
 
El riesgo de los bonos crece, aunque sigue muy bajo
 
Es decir, el riesgo de los bonos estadounidenses se ha multiplicado por más de 25 en el último año. La deuda pública de Reino Unido y Alemania han seguido, igualmente, tendencias similares. Pese a todo, sigue contando con las primas de riesgo más bajas en comparación con el resto de países desarrollados.
 
Y es que, históricamente, EEUU ha logrado financiar su deuda gracias a que su moneda es, desde hace décadas, la divisa de referencia internacional, sirviendo como moneda de reserva para bancos centrales y todo tipo de activos (como el petróleo). En este sentido, el aumento en la emisión de billetes por parte de la Reserva Federal ha sido empleada como un mecanismo de inflación para devaluar la moneda, y atemperar así la carga de la deuda norteamericana.
 
Pese a ello, la intensa recesión que sufre el país, unido a los distintos planes de rescate aprobados en otros países (sobre todo en la UE) a cargo de emisión de nueva deuda provocará un incremento del precio de los bonos estadounidenses el próximo año, según los expertos. De hecho, el Tesoro de EEUU está en contacto con otros gobiernos para tratar de colocar sus bonos, lo cual evidencia una cierta dificultad a la hora de encontrar compradores ante un montante de deuda pública que amenaza con dispararse.
 
La deuda privada multiplica por tres el PIB del país
 
Asimismo, EEUU ha contado con uno de los ratios de endeudamiento más elevados de las economías desarrolladas sobre el total de la deuda mundial, tal y como muestra un reciente estudio del ex-economista del FMI Kenneth Rogoff.
 

 
Además, el informe pone de manifiesto que la suspensión de pagos por parte de los Estados (imposibilidad de asumir el coste de la deuda pública) se intensifica en los períodos de intensa recesión económica, como el actual. No obstante, por el momento, Islandia, Hungría, Pakistán y Ucrania, entre algunos otros países, han tenido que acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para solicitar un crédito urgente con el que afrontar sus compromisos de pago.
 
El FMI ha concedido este jueves 16.400 millones de dólares a Ucrania para fortalecer la estabilidad económica y la confianza en ese país, sacudido por la crisis financiera. Según Murilo Portugal, subdirector del Fondo, la aprobación fue determinada por el Consejo Ejecutivo ante el hecho de que "la economía ucraniana, especialmente el sistema bancario, está experimentando una considerable presión".

Portugal agregó en una declaración que la caída en los precios del acero, el principal producto de exportación de Ucrania, ha producido un "deterioro sustancial" de la cuenta corriente del país. Las dudas se ciernen ahora sobre Rumanía, Argentina e, incluso, Rusia.
 

 
Pese a que el rendimiento de los bonos estadounidenses permanece de momento en mínimos históricos, todo ello evidencia que crecen las tensiones en el mercado de deuda pública emitida por EEUU conforme la crisis financiera avanza.
 
Nuevas pérdidas bancarias
 
En este sentido, las nuevas pérdidas que han registrado las aseguradoras de bonos hipotecarios de EEUU (agencias monoline), Ambac, MBIA, en el tercer trimestre acentúa su riesgo de insolvencia. El problema aquí es que, en caso de que ambas compañías entren en sus pensión de pagos, ello provocará una nueva oleada de pérdidas y quiebras bancarias, tal y como adelantó Libertad Digital.
 
De hecho, la agencia de calificación Moody's decidió este miércoles recortar el rating (nota crediticia) de Ambac, desde Aa3 a Baa1. Es decir, 4 niveles menos. Una rebaja que causará a la compañía un déficit añadido de, al menos, 2.800 millones de dólares, informa Bloomberg.

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