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Zapatero contó en 2009 cómo designó a la constructora del AVE a Barcelona

El Tribunal de Cuentas puso el foco de atención en los sobrecostes del 230% que sufrieron aquellas obras e irregularidades en la contratación.

El Tribunal de Cuentas puso el foco de atención en los sobrecostes del 230% que sufrieron aquellas obras e irregularidades en la contratación.

El Tribunal de Cuentas informaba este martes que había detectado irregularidades en las principales contrataciones para la construcción del AVE a Barcelona. Entre ellas, un fuerte incremento del precio del contrato para la construcción de la Plataforma en el tramo Hospitalet-La Torrasa, por un importe de 247 millones de euros (subida del 230%). Además, detectaron "deficiencias en el proyecto para las obras" de otros tramos y determinaron la necesidad de modificar los contratos o hacer otros complementarios.

Por todo ello, el propio Tribunal de Cuentas puso todo en conocimiento de la Sección de Enjuiciamiento de este Tribunal, donde se tramitan las diligencias preliminares 106/2013, que están fase de investigación. De momento, la Guardia Civil ha detenido a 10 personas, cinco de la cuales han quedado en libertad a la espera de ser citadas por el juez, en relación a supuestas alteraciones de precios en las obras del AVE Madrid-Barcelona.

Las obras del AVE a Barcelona fueron muy accidentadas. Tal y como ha recordado Víctor de la Serna en Es la mañana de Federico, el propio José Luis Rodríguez Zapatero explicó en 2009, y fue recogido por El País, alguno de esos accidentes. Fue durante una recepción con una selección de ciudadanos -aparentemente al azar- con quienes se entrevistó en Moncloa siendo presidente del Gobierno.

Allí, contestando a una de ellas recordó el momento en que tuvo que hacer frente al hundimiento de uno de los túneles con los que contaban las obras del AVE a Barcelona. Fue una de las experiencias que "no imaginaba que viviría como presidente" que fue "convertirme en ingeniero de obras". En aquel momento, todo el accidente y sus soluciones acabaron "encima de mi mesa. Al final decidí entre dos opciones de dos constructoras diferentes sobre cómo arreglar aquello (…) Me llevó muchas horas de desgaste. Fueron dos o tres dáis en los que tuve que decidir, con dos constructores en mi despacho. Y, bueno, intuitivamente decidí: por aquí vamos a hacer esta obra. Y salió bien. Es lo que a veces pasa: tienes todos los técnicos... pero, cuando se monta un lío, ni técnicos ni nada".

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