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'La Vanguardia' dice que Mas quiere vengarse del Rey

Extraña unanimidad en los titulares de las portadas, que siguen ocupándose de la abdicación del Rey.

Extraña unanimidad en los titulares de las portadas, que siguen ocupándose de la abdicación del Rey.
Quiosco del 5 de Junio de 2014

El Mundo sigue dándole vueltas a la oportunidad del anuncio porque ha tenido acceso a la confidencia que el Rey le hizo a un amigo. "El Rey: 'O abdicaba ahora o tenía que esperar dos años'". Casimiro quiere demostrar que "fue calculado y no fruto de la improvisación", como dicen algunos malpensados por ahí, basándose en gilipolleces como que el príncipe acaba de llegar de El Salvador y estaba sin dormir y la Reina tenía un pie en el avión para irse a Nueva York. Pues no. Dice Casimiro que influyó "la incógnita del 9 de noviembre" y la consulta en Cataluña. Uf, quita, quita que yo me las piro, dijo el Rey. Después, el año electoral, municipales, autonómicas y generales. "Una abdicación en vísperas de cualquiera de estas citas podría haberse interpretado como una intromisión en la agenda política". Además, continúa el director de El Mundo, "es seguro que también le ayudó a decidirse la precipitación de los acontecimientos en el PSOE. Don Juan Carlos prefería gestionar su relevo con dos personas con las que tiene plena confianza, como Rajoy y Rubalcaba". Hizo bien, si espera un poco más lo mismo lo tiene que gestionar con Pablo Iglesias y la cosa acaba en los tebeos.

Manuel Jabois es el "testigo directo" de la ovación al Rey en Las Ventas. "Viva el Rey aunque pierda", dice el insensible. "Vivas, gritos de pasión y muchísimos móviles al aire para grabar el momento histórico. ¿Qué momento histórico? Entrar por una puerta". Venga, venga, Jabois, no te hagas el durito, seguro que tu también hiciste fotos y las guardarás para tus nietos. Raúl del Pozo se sabe un chiste que le viene al pelo para la ocasión. "La corrida de la Beneficencia no es, como decían irónicamente las pijas, acostarse con un pobre".

El País titula con el príncipe y dejan en paz al Rey, que agua pasada no mueve molino. "El príncipe promete defender la unidad y diversidad de España", dice, e insiste en cargar a Felipe con el marrón de Cataluña. "El príncipe alude a su gran reto, Cataluña, en su primer discurso tras la abdicación". Los titulares emotivos se los deja al Rey, eso sí, con gran cuidado de ignorar por completo lo de Las Ventas, que ellos son muy progres. "Los empresarios despiden al Rey con vítores y una larga ovación". Hoy sí habla en portada de la última trifulca del PSOE. "Rubalcaba frena el brote de republicanismo en el PSOE". "Susana Díaz le ayudó desde su comunidad a erigir un dique de contención". Yo no cantaría victoria tan pronto. Cebrián está enfadadísimo con CiU por abstenerse en la votación sobre la abdicación. "El presidente catalán ha dado un paso más de ruptura con la mejor y mas fructífera tradición del catalanismo político de compromiso con la democracia española", dice como si fuera nuevo. "El súbito radicalismo en el que se ha instalado Artur Mas (…) no tiene que ver ni tan siquiera con su reciente conversión al credo independentista, sino con la adopción de un estilo intransigente y cerrado al diálogo, que lo fía todo a la excitación y a la movilización callejera. Este no es mundo de CiU", se lamenta cayéndole el moquito. "Mas no pretende otra cosa que desconectar la Corona de la sociedad catalana".

"El rey de una España unida y diversa", titula La Razón. "Don Juan Carlos tutelará a su hijo en la primera etapa en los asuntos de Estado como embajador comercial". Felipe, no te dejes, no seas panoli que los padres jubilados son muy pesados. Marhuenda, que se va recuperando poco a poco del disgusto de la abdicación y abandonando el juancarlismo alaba el discurso del príncipe. "Palabras sensatas, reflejo de convicciones firmes e ilusión de quien va a ser dentro de pocos días rey de todos los españoles". Sobre la ovación en Las Ventas dice "Puerta grande para el Rey". "Ayer don Juan Carlos recogió el cariño y reconocimiento en dos situaciones. En ambos casos una muy prolongada ovación mezclada con vivas al Rey fue capaz de emocionar a don Juan Carlos. En la Monumental madrileña, en un coso abarrotado y entregado a su figura, se vivieron minutos de alta temperatura afectiva bajo los acordes del himno nacional".

ABC dice que "don Felipe promete servir a una nación unida y diversa". "España rinde homenaje al Rey en sus actos oficiales". Bieito Rubido intenta razonar con la extrema izquierda las bondades de la monarquía. "La monarquía, cuando es parlamentaria, se convierte en un institución perfectamente compatible con la democracia liberal". Justo lo que les mola a los Podemos. La democracia liberal. Más con los pies en la tierra, dice que "quienes hoy piden una república, no están, salvo excepciones, animados por un espíritu democrático integro, sino por la fijación obsesiva de darle la vuelta a la Transición para reimplantar lo que de verdad quiere y, a veces, callan, que es una república de izquierdas". ¿Cuándo lo callan? Esa me la he perdido. ABC, dice Rubido muy serio, "considera oportuno enfrentar al vocerío republicanista de izquierdas los sólidos argumentos a favor de la monarquía parlamentaria". Un consejo gratis, Bieito, hazte con una bachata y vete a la Puerta del Sol megáfono en mano, pancartas y eslóganes pegadizos o no te comes un colín. Gabriel Albiac pone en un aprieto al príncipe. "La Constitución otorga al rey función de símbolo de la unidad y permanencia de la nación y del Estado, en un momento histórico marcado por la ya anunciada declaración de independencia catalana para el próximo otoño. En ese envite va a jugarse la continuidad histórica de España. Y el nuevo rey, que no tiene potestad ejecutiva, habrá de jugar, sin embargo, su papel simbólico en cuya complejidad se decide buena parte del destino de todos". ¡Caramba, Albiac! ¿Y a eso le llamas envite? Tu juegas poco al mus, eso es un órdago en toda regla.

La Vanguardia: "El príncipe promete trabajar por un país unido y diverso". ¿Ven cómo se han puesto todos de acuerdo? "Mas deja en el aire si irá a la proclamación del nuevo monarca". "Rajoy acusa a CiU de política pequeña por abstenerse en la votación". La Vanguardia no se mete en política. Ni su director ni el editorial tiene nada que decir al respecto. Se ocupa Enric Juliana de dar una explicación al último corte de mangas de Mas en un largo artículo en el que les canta las cuarenta a todos. "Carrillo, Pujol y Tarradellas fueron pro Juan Carlos, ante un PSOE en principio expectante". "A Felipe González y a Nicolás Redondo los tuvieron que llevar a rastras a la firma de los pactos de la Moncloa", dice. Y explica que "CDC sustenta la abstención en que el Rey se inhibió en el proceso del Estatut, en vez de mediar en favor de una solución constructiva", dice. Qué rencoroso y mala persona que es Mas.

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