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Ofertón de Torra a Sánchez: otro 1-O, pero acordado con el Estado

El presidente de la Generalidad avanza las reivindicaciones de su "cumbre" con el presidente del Gobierno: república o república.

El presidente de la Generalidad avanza las reivindicaciones de su "cumbre" con el presidente del Gobierno: república o república.
Quim Torra en la oficina comercial de la Genaralidad de Cataluña en Washington. | EFE

El nacionalismo catalán no está dispuesto a dar ni un solo paso atrás. El referéndum ilegal del 1 de octubre del año pasado es la línea roja en la carpeta de la Generalidad. O el nuevo Gobierno acepta los resultados de esa "consulta" o no habrá negociación posible con el Estado. El presidente de la Generalidad, Quim Torra, se ha largado a los Estados Unidos para inaugurar una "semana catalana" en Washington y sentar las bases de su "cumbre" con Sánchez.

El separatismo parte de la base del 1-O, referéndum ilegal cuyos resultados considera válidos y concluyentes. La república catalana existe y de lo que se trata es de hacerla efectiva. En el cuadro de los nuevos dirigentes separatistas, el tema de los presos y fugados es secundario. Va de suyo en la reivindicación principal, la independencia sin atajos.

Torra considera que el debate con Sánchez es la independencia, no más competencias, transferencias y recursos. Ni siquiera una reforma de la Constitución le satisface. El separatismo ve con buenos ojos las maniobras de su aliado Pablo Iglesias, pero no le vale una reformulación republicana y más federal del Estado. Como hiciera Puigdemont tras tomar el "legado" de Mas, Torra está dispuesto a dar un paso más. Considera que su oferta es un cañón: "Si vamos a ese referéndum vinculante y efectivo, pues puede pasar de todo, podríamos ganar los independentistas o los que consideran que es mejor seguir en España", ha declarado.

Fórmula escocesa

El separatismo no da más de sí. El objetivo es la república y la oferta de diálogo de Sánchez, una estación en la que testar si el Estado se aviene a facilitar la desconexión con un referéndum al modo escocés o quebequés. La aceptación del Gobierno a esa fórmula "sería una solución muy aceptable", ha manifestado Torra. El derecho de autodeterminación es la nueva pantalla del separatismo. Si no es reconocido por el Gobierno de Sánchez, "seguiremos adelante", promete Torra. La implantación paulatina de la república no es incompatible con negociar ese referéndum pactado, añade el president.

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