En el mismo día en que en Echarri Aranaz se acosaba con total impunidad a la Guardia Civil, la recién investida presidenta de Navarra, María Chivite, asistió a un acto en Berriozar en homenaje al militar Francisco Casanova, asesinado por ETA hace 19 años.
Chivite, que ha accedido al poder gracias a los votos nacionalistas y a la abstención de EH Bildu, que ya ha avisado de que condicionará con sus diputados toda la legislatura, fue increpada por algunos de los asistentes.
Además, la portavoz de Vecinos de Paz, Maribel Vals, organizadora del acto, acusó a Chivite de "echarse en las garras de los proetarras" en su discurso. Vals citó a las víctimas del PSOE asesinadas por ETA y acusó a Chivite de "dejarlas de lado" para "echarse esos otros compañeros que no condenan la barbarie etarra".
Con gesto muy serio durante todo el acto, Chivite respondió diciendo que lleva "viniendo a este acto más de diez años" y no podía faltar como presidenta de Navarra. También afirmó que"el compromiso del Gobierno de Navarra con las víctimas, con la memoria, con la justicia y con la reparación es claro y es fuerte". "Puedo comprender el enfado, pero la instrumentalización de las víctimas, pues como que no. No sé si a la familia de Isaias Carrasco le gustarán mucho estas cosas", dijo.
Chivite abandonó el acto sin saludar a la familia de Casanova, según el Diario de Navarra, que afirma que entre el público se escucharon gritos de "Chivite, traidora". Casanova estaba casado y tenía dos hijos, de 11 y 7 años, cuando fue asesinado a tiros en su garaje.
Estaba casado con Rosalía Sáinz-Aja y tenía dos hijos Javier de 11 años y Laura de 7.#Vidasdestrozadas pic.twitter.com/7NFSKa3Ld3
— Consuelo Ordóñez (@ConsuorF) August 9, 2019