El magistrado progresista de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, Segundo Menéndez, precipitó la deliberación que avaló los indultos del Gobierno de Pedro Sánchez a los golpistas del 1-O antes de su inminente jubilación para aspirar al Tribunal Constitucional.
El pasado jueves, la Sección Quinta de la Sala Tercera decidió tumbar los recursos presentados contra los indultos por "falta de legitimación". Dicha decisión fue adoptada por tres votos a favor y dos en contra. De los magistrados que componen la Sección Quinta que preside el propio Menéndez, Octavio Herrero y Ángeles Huet se mostraron favorables a rechazar los recursos. Mientras, Wenceslao Olea y Fernando Román se posicionaron a favor de admitirlos. El voto de Menéndez decantó el resultado.
Fuentes jurídicas consultadas por Libertad Digital aseguran que "Menéndez, que se jubila en dos meses, ha querido hacer un último guiño al Gobierno de Pedro Sánchez para postularse como candidato a magistrado del Tribunal Constitucional". En principio, el Alto Tribunal debe renovarse el próximo mes de junio con la elección de dos magistrados por parte del Ejecutivo y otros dos por parte del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
"Los recursos se iban a deliberar en el mes de marzo y Menéndez, siendo el presidente de la Sección, quiso anticipar su deliberación para poder archivarlos antes de jubilarse y así salvar al Ejecutivo y, de paso, postularse para una plaza en el TC. Este magistrado pertenece a la asociación izquierdista de Juezas y Jueces para la Democracia y es conocido en el Supremo por su sectarismo y su ideología izquierdista", añaden.
Las mismas fuentes consultadas por LD denuncian "la tabula rasa" que ha aplicado Menéndez junto a los otros dos magistrados Herrero y Huet al rechazar todos los recursos contra los indultos, tras aceptar las alegaciones previas de la Abogacía del Estado sin ni siquiera revisar la argumentación jurídica de los citados recursos, ni practicar prueba alguna.
"No puede ser que se haya metido en el mismo saco a todos los recurrentes. Entre ellos, figuran diputados o exdiputados del Parlamento catalán que sufrieron directamente los delitos por los que fueron condenados los golpistas del 1-O. Si ellos no están legitimados para recurrir, ¿quién lo está? Se ha tomado una decisión precipitada para archivar el caso cuanto antes", apuntan.
En este contexto, las fuentes consultadas por este diario señalan que "si los recursos contra los indultos hubieran prosperado, el Gobierno de Sánchez podría haber caído. El Ejecutivo se hubiera tenido que enfrentar a una situación judicial y política muy grave".
"La doctrina tan restrictiva que están aplicando en la Sala Tercera del Supremo sobre la legitimación es una trampa. Todos pueden recurrir, pero luego ninguno está legitimado para hacerlo y, por tanto, los recursos se archivan, tal y como sucedió con el de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado. Los magistrados progresistas del Supremo están consiguiendo que los actos del Poder Público, es decir, del Gobierno, queden inmunes y eso es muy peligroso en una democracia", concluyen.
Los recurrentes de los indultos del 1-O
Los recurrentes de los indultos concedidos por el Gobierno a los golpistas del 1-O son Convivencia Cívica Catalana; los dirigentes de Ciudadanos Inés Arrimadas, Carlos Carrizosa y José María Espejo-Saavedra; el partido Vox; el Partido Popular; diputados y exdiputados del Parlamento de Cataluña del PP Alejandro Fernández, Santiago Rodríguez, Andrea Levy, Juan Bautista Milian y Lorena Roldán; el exdelegado del Gobierno en Cataluña Enric Milló; y la asociación Pro Patrimonium Sijena y Jerusalén.
Vox, PP y Ciudadanos ya han anunciado que recurrirán la decisión de la Sala Tercera del Tribunal Supremo en amparo ante el Tribunal Constitucional. Recordamos que la "legitimación" es la relación especial que debe existir entre el recurrente y el objeto del procedimiento. El Supremo considera que ninguno de los recurrentes está legitimado para presentar un recurso sobre el indulto a los golpistas.