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Arcadi Espada abre una nueva polémica con Jiménez Losantos, ahora por Guernica

Aún colea la intervención de Zelenski en el Congreso y pocas esperanzas sobre el encuentro entre Sánchez y Feijóo.

Aún colea la intervención de Zelenski en el Congreso y pocas esperanzas sobre el encuentro entre Sánchez y Feijóo.
El periodista Arcadi Espada | Península

El Mundo

"Los votantes del PSOE no creen que Sánchez pacte con Feijoo". Ni los votantes del PSOE ni nadie, ya sabemos con quien está a gusto Sánchez. Como dice el editorial "un pacto para la gobernabilidad entre PP y PSOE pasa por que Sánchez se desprenda de la radical influencia de sus socios". Y Sánchez está encantado con los ultras, los rufianes y los otegis. Es un radical y desprecia todo lo que no lo sea.

"Su descrédito es tal que Feijóo debería reclamar al presidente que valide por escrito cualquier pacto que puedan alcanzar. A Sánchez le precede su fama y Feijóo no puede sumarse a su juego". Ni aunque lo firmara ante notario. Su firma vale lo mismo que su palabra. Nada.

"Al líder de la oposición se le presupone experiencia sobrada para proceder de tal forma que, tras dar el primer paso ofreciendo responsablemente pactos de Estado, exija de Sánchez simétrica voluntad de acuerdo. Ha de comprometerle públicamente en aquellas materias de las que dependen la prosperidad económica y la preservación del Estado de derecho. Lo contrario sería regalarle una estéril foto". Por lo pronto ayer Felipe VI se reunión con Feijóo. Nos imaginamos su alivio, ¡al fin un señor!, después de aguantar a la banda de patanes que tiene que soportar desde que Sánchez llegó a la Moncloa.

Arcadi Espada se entretiene tocando de nuevo las narices a Federico por Vox, ahora con la excusa de Zelenski y Guernica. "No tiene discusión el acierto del presidente Zelenski al haber elegido Guernica como analogía española del sufrimiento ucraniano y la prueba es que solo lo haya discutido Vox. Como también Fjl, que lo dejó escrito e instruido ayer aquí, Abascal habría preferido que Zelenski utilizara la analogía de Paracuellos". Ni Abascal ni Federico fueron los únicos que discutieron el acierto de la comparación, Arcadi, y lo sabes. "Paracuellos fue una matanza organizada por autoridades republicanas y víctimas y verdugos compartían nacionalidad española". "Guernica, como Madrid, es el símbolo de una agresión asesina: la cometida por el general Franco contra sus ciudadanos y contra la democracia". Por eso precisamente no tiene nada que ver con Ucrania, que está siendo masacrada por un ejército extranjero. Cómo le gusta a Arcadi polemizar con Federico en las páginas del periódico que ambos comparten. Lo mismo tiene que intervenir de nuevo Jorge Bustos para poner paz.

El País

"Sánchez propone a Feijóo un pacto de estado con 11 puntos". Punto uno, me das el CGPJ, punto dos, o mi dices sí a todo, me cuentas lo guapo que soy, me limpias los zapatos con la lengua, me adoras y me admiras o serás un ultraderechista. Y así hasta once.

"Sánchez está dispuesto a negociar", dice Cué, como si no conociéramos a Sánchez. Tu presidente no negocia, Carlos, impone y punto. Y el que no trague es un ultraderechista y un agente de Putin y lo que toque ahora. En el caso del CGPJ, Pablo Casado ponía como condición el cambio del sistema de elección del CGPJ para que sea nombrado directamente por los jueces. "Es algo que el PSOE no aceptará en ningún caso". Así es como negocia Sánchez.

"El segundo gran acuerdo sería la renovación del Tribunal Constitucional" ."El Gobierno cree que este acuerdo también es sencillo porque, incluso aunque el PP bloqueara la renovación, ellos podrían cambiar a los dos que les corresponde y la mayoría cambiaría". Que espíritu tan constructivo de negociación, oiga.

En cuanto a la economía, también va Sánchez con un gran ánimo negociador. "El PP reclama más bajadas de impuestos. Los socialistas señalan que no hay margen para más bajadas". Y así todo. "Si Feijóo insiste en la bajada de impuestos y en tocar el IRPF como ha anunciado este miércoles, el acuerdo en la parte económica se podría complicar". Y todo el sanchismo entonará el Feijóo es un ultraderechista, no tiene sentido de Estado y tal y pascual. Esa canción nos la sabemos ya de memoria.

Berna González Harbour pide a los rusos que se mojen un poco. "El esfuerzo por separar la responsabilidad de Putin de la de los rusos ha sido necesario y sensato hasta el momento. El peligro de la rusofobia es real y la culpa solo debe recaer en un déspota". "La recuperación del estalinismo indica la vía preferida de Putin". Vaya, hasta la izquierda empieza a reconocer la relación de Putin con el comunismo.

"Pero ha llegado un momento en que los rusos deben reaccionar. Las imágenes de asesinatos de civiles con manos atadas, ancianos caídos en la calle, ciclistas muertos en la vía pública y fosas comunes tienen que haberles llegado de alguna forma a pesar de la censura. Los bulos del Kremlin sobre un posible montaje de Zelenski no pueden ya ser creíbles". Pues aunque parezca mentira, hay gente que se lo cree. O tal vez se lo quieren creer para ir contracorriente.

ABC

"Tres de cada cuatro españoles piden a Sánchez que baje impuestos ya". "Al presidente del Gobierno no le está sirviendo de nada la coartada de la guerra de Ucrania para justificar su pasividad", dice el editorial. Es lo que tiene mentir siempre sobre todo, que llega un momento en el que digas lo que digas nadie te cree. "El riesgo de una estanflación o de una recesión empieza a ser algo más que un mal sueño. Y lo grave para Sánchez es que ni siquiera los suyos, los convencidos, ya le creen". Hombre, son suyos, pero no idiotas. Ya cualquiera que escuche Sánchez ha dicho o Sánchez ha prometido y se echa una carcajada.

"La estrategia de Sánchez ante el nuevo PP: rechaza que Feijóo suponga un cambio y trata de atarlo a Vox ". Ninguna estrategia le puede dar resultado a Sánchez. Está más quemado que la pipa de un indio.

Dice Luis Herrero que Feijóo tiene dos opciones. "O acepta el trágala con lazo y todo y envuelve su rendición en la bandera del interés general o le dice a Sánchez que se meta su altanería donde le quepa. En el primer supuesto la ovación de Vox será atronadora. En el segundo, el coro de Frankenstein aplaudirá con las orejas. Lo difícil es saber a qué aplauso prefieren sumarse los palmeros de su partido". Pincho de tortilla y caña que al primero.

Ignacio Camacho comenta la intervención de Zelenski. "Tropezó con la quisquillosidad de la derecha purasangre y con la pétrea insensibilidad de la extrema izquierda, ese tardocomunismo cuya mentalidad estrecha no deja de encontrar en Putin remembranzas y huellas de su añorada dictadura soviética. A los socios de Sánchez les cuesta disimular una sintonía con el régimen ruso", Putin es su héroe. "Su posición en el conflicto, encubierta bajo una cortesía institucional de mera apariencia, está cerca de la de China, Cuba o Venezuela". No encubren nada, están de parte del criminal porque comparten su ideología estalinista y justifican las matanzas. A Putin puede que alguna vez le juzguen en un tribunal, a la extrema izquierda española esperemos que les juzguen los votantes y les echen a patadas de las instituciones. Y Sánchez es cómplice por mantenerlos en el Gobierno.

Gabriel Albiac dice "que gentes como Enrique Santiago o los de la CUP hubieran aplaudido al enemigo de su mejor amigo —un tal Vladímir Putin—, puede que hubiera llegado a suceder en un manicomio. Pero el Parlamento español es un recinto en donde habita mala gente; no necesariamente locos". Pero mucha mala gente, demasiada. "Y hubo, más tarde, los necios comentarios, los descerebrados comentarios de toda la vida. Que si Guernica no, que si Guernica sí… Como si los miles de muertos, las violencias y destrucciones sobre Ucrania fueran sólo una nadería a la luz del único drama: el de nuestros padres. Y como si para medir cualquier tragedia no existiese más canon que el de una guerra de hace casi cien años. Da vergüenza". Sí, desespera. Zelenski no podía saber que aquí montamos bronca hasta por Eurovisión.

Girauta tampoco deja pasar la ocasión de señalar a Sánchez con quien gobierna. "El jefe del PCE no aplaudió a Zelenski, y varios diputados de su partido se ausentaron de la sesión. Retratados. Ahí tiene Sánchez a unos aliados de Putin, que él solo los encuentra en la extrema derecha: sus socios de Gobierno. No es raro que prescindan de Sánchez en todas las reuniones importantes del bloque occidental". El jefe de los aliados de Putin. Cuanto más lejos mejor.

La Razón

"El líder del PP supedita el CGPJ a negociar el plan de choque". "Si Feijóo, como es inevitable, no le firma un cheque en blanco, Sánchez dirá que la defenestración de Casado es más de lo mismo", dice Jesús Rivases. Conocemos tan bien al habitante de la Moncloa que resulta previsible y aburrido.

"Si Feijóo no se aviene a aprobar el paquete de medidas de emergencia por la guerra de Ucrania pasará de jefe de una oposición con sentido de Estado a mero servidor de la extrema derecha, según el siempre ecuánime análisis de la vicesecretaria socialista, Adriana Lastra", dice el editorial. Esta tía es de lo más desagradable, da grima.

Julián Cabrera le marca al gallego el único objetivo. "El gran reto del líder popular no es otro que convencer del voto útil hacia el PP a un electorado de centro derecha deseoso de ver a Sánchez fuera del poder. Así de claro y así de complicado". No es un reto, es un deber. Que se lo monte como quiera, pero tiene que echar a Sánchez.

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