Han pasado casi tres semanas desde que Alberto Núñez Feijóo fuera elegido nuevo líder del PP en el Congreso de Sevilla y, en ese tiempo, el todavía presidente gallego ha dado un vuelco al partido y a sus expectativas electorales.
Tras la mayor crisis que sufrió el PP en sus años de historia, por el intento de espionaje a Isabel Díaz Ayuso, los populares han dejado atrás la "era Casado" y se han adentrado en la época Feijóo con las encuestas situándoles en el Gobierno.
Los últimos sondeos publicados confirman que los populares suben, el PSOE cae y la derecha puede tener mayoría absoluta. En estas encuestas, eso sí, el PP necesitaría sumar con Vox para alcanzar la mayoría absoluta, es decir, los 176 diputados en el Congreso que le abrirían a Feijóo las puertas de La Moncloa.
Con estos números, desde el equipo de Feijóo explican que el presidente del partido les ha pedido que "sean humildes". "Hay que mantener un perfil bajo", explican. Y eso se traduce, por ejemplo, en no "presumir" de los sondeos a través de las redes sociales". "Uno es presidente cuando llega a La Moncloa, no cuando lo dicen las encuestas", dicen tener claro en Génova. Recuerdan cargos del PP que estuvieron también con Pablo Casado que "uno de los muchos errores" de la anterior dirección fue creerse las encuestas cuando iban bien.
"No hay falsos debates ni cortinas de humo"
Esto no quiere decir que ahora, de puertas para dentro, el PP no esté satisfecho con las encuestas. "Una evolución al alza siempre es buena", reconocen los populares que consideran, tal y como también aseguró Feijóo en su discurso de este miércoles ante su Comité Ejecutivo, que los ciudadanos ya han podido "percibir el cambio tranquilo, sereno y razonable" que representan.
Para ello, las formas en el PP también han cambiado. Atrás quedaron ya las prácticas de Pablo Casado y su número dos, Teodoro García Egea: "En tres semanas somos un partido en el que ya no hay falsos debates, ya no hay cortinas de humo", explicaba el nuevo líder popular.