
El recinto ferial de IFEMA, en Madrid, va a ser el escenario de la próxima cumbre de la OTAN, que se celebra entre el 28 y 30 de este mes. Un acto al que van a acudir los jefes de Estado y de Gobierno de los 30 países que son miembros actualmente de la Alianza Atlántica, además de representantes de alto nivel de Suecia y Finlandia -dos países que quieren entrar en esta organización supranacional- y de Ucrania y otros invitados.
Será el evento internacional más importante del que va a ser anfitrión Pedro Sánchez durante toda la legislatura y, es posible, que también durante todo su mandato. Vendrá a España, entre otros, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al que esta vez el presidente español no tendrá que perseguir por los pasillos de la sede de la OTAN para tratar de hacerse la foto hablando con él durante unos segundos.
Será la segunda vez que España sea la sede de una cumbre este nivel. Toca retroceder veinticinco años, hasta julio de 1997, con José María Aznar en el Palacio de La Moncloa, para encontrar el precedente. Entonces en la OTAN tan sólo había 16 países, pues todavía no habían ingresado los países de Europa del Este que, eso sí, ya llamaban a las puertas tras librarse del yugo soviético y el desaparecido Pacto de Varsovia.
El Ministerio del Interior lleva meses trabajando en el dispositivo de seguridad que debe garantizar que todo transcurra con normalidad. Los cálculos son que las más de 30 delegaciones moverán a unas 2.000 personalidades de los países participantes. Y se llevarán a cabo varios círculos de seguridad en torno a los recintos implicados en las reuniones, estando el primero, en torno a IFEMA, prácticamente bunkerizado. También se encapsularán los hoteles de las delegaciones.
El departamento de Fernando Grande Marlaska movilizará casi 10.000 efectivos de las Fuerzas de Seguridad de Estado. Exactamente, unos 6.550 agentes de la Policía Nacional y 2.400 de la Guardia Civil. De ellos, casi 2.500 pertenecen a las Unidades de Intervención Policial (UIP), los conocidos popularmente como antidisturbios. A los grupos de esta unidad de la Policía Nacional desplegados en Madrid se unirán refuerzos provenientes de toda España. En total, serán 47 grupos.
También se van a desplegar efectivos de las unidades de ambos cuerpos de Seguridad Ciudadana, Subsuelo, TEDAX (desactivación de explosivos), Información, Caballería y Unidades Caninas. Todos ellos estarán apoyados por agentes de la Policía Municipal de la capital, así como por agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y por los equipos de seguridad tanto de la Casa Real y la seguridad de la Presidencia del Gobierno. A ello se unirán los equipos que traiga cada delegación.
Ante la previsión de que tanto por la seguridad estática por la cumbre de la OTAN, como por los controles de seguridad estáticos, como por los cortes temporales de vías por el paso de las delegaciones, el tráfico se pueda colapsar, Interior ha solicitado a los madrileños que teletrabajen durante esos días, para evitar que se colapsen algunas zonas de la ciudad.
El blindaje será terrestre, pero también aéreo. Las Fuerzas de Seguridad tienen listos también sus equipos antidrones, con el objetivo de que pueda ser neutralizada de inmediato cualquier tipo de pequeña aeronave que puede echar el vuelo en el cielo de Madrid durante estos días, en los que no se permitirá el vuelo de drones. De hecho, Enaire no concede las autorizaciones necesarias que todo usuario debe solicitar para volar en áreas inicialmente restringidas de nuestro país.
El espacio aéreo español, que compete al Ministerio de Defensa, no hay datos. Se desconoce si pueden optar por cerrar el espacio aéreo nacional. Sí se sabe, porque sucede cada día, que el espacio aéreo está permanentemente monitorizado desde el CAOC (Centro de Operaciones Aéreas Combinadas) de Torrejón de Ardoz y cada día hay diez cazas de combate del Ejército del Aire en alerta permanente (24 horas los 365 días del año) con base en cinco puntos clave de España.
Lo que sí está claro que estará en los cielos españoles son los aviones AWACS -de alerta temprana- que son propiedad de la OTAN y que suelen controlar la seguridad aérea de las grandes cumbres que realizada esta organización supranacional. Unas aeronaves que ya estuvieron operativos, por ejemplo, por petición del Gobierno español, por la boda de los Reyes de España (don Felipe y doña Letizia) en 2004 o por la Cumbre Internacional sobre Democracia, Terrorismo y Seguridad de 2005.

