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"Sánchez provoca aversión, un desagrado visceral, una náusea invencible"

Juanma Moreno se convierte en el hombre del momento y Sánchez corre que te corre hacia el barranco.

Juanma Moreno se convierte en el hombre del momento y Sánchez corre que te corre hacia el barranco.
Pedro Sánchez durante el cierre de campaña en Sevilla. | EFE

El Mundo

"El PP arrasa en Andalucía y acelera el declive de Sánchez". Que no, que Andalucía no es España, como Madrid no era España, ni Galicia tampoco es España. España es Cataluña y el País Vasco, exclusivamente. "El PP sustituye al PSOE como partido hegemónico y frena la ambición de gobierno de Vox. La izquierda se desploma y Cs no logra ningún escaño". La izquierda se desploma, suena a música celestial. Se acabó Podemos y el espacio de Yolanda.

"Mayoría absolutísima de 58 diputados. Ha nacido un nuevo líder en el centro derecha español, que ya no tiene nada que envidiar ni a Isabel Díaz Ayuso ni a Alberto Núñez Feijóo, actuales referentes obligados y casi exclusivos en todos los análisis hasta este 19 de junio", dice Teresa López Pavón. Sí, lo de Ayuso es lo que más feliz le hacía ayer a la izquierda mediática. En La Sexta, algunos tertulianos, entre ellos un antiguo diputado muy leal a Casado que prometió no ajustar cuentas, estaban exultantes por que Juanma había desplazado a Ayuso como baronesa, etc. Esperemos que el PP no se deje mangonear otra vez y desate una guerra para ver quién es más varón aquí.

Lucía Méndez recupera su antiayusismo que había abandonado en los últimos tiempos. " Moreno ha frenado en seco las pretensiones de Vox de condicionar el Gobierno del PP. Y lo ha hecho con la fórmula contraria a la de Isabel Díaz Ayuso. El discurso de la presidenta madrileña se parece al de Vox. Los discursos de Moreno y Feijóo nada tienen que ver con Vox". ¿El discurso de Vox? Menudas chorradas dicen algunos. Ayuso no se muerde la lengua ante los ataques de la izquierda, simplemente. Y se ve que Lucía no ha visto ninguna respuesta de Ayuso a Monasterio en la Asamblea.

Dice el editorial que "el mensaje que sale de las urnas andaluzas no puede ser mas clamoroso. Los ciudadanos de la región más poblada de España, aquella que tantas veces ha señalado los cambios de ciclo político en la nacional, han entregado al PP una mayoría histórica y han castigado sin paliativos a los partidos representados en la coalición que gobierna el país". Una patada en el trasero de Sánchez. "Es imposible aislar al sanchismo del fracaso de Juan Espadas y de los dos partidos ubicados a su izquierda", por mucho que los medios sanchistas se empeñen en ocultarlo y proteger al déspota de Moncloa.

"Las constantes divisiones en el seno del Gobierno, el sectarismo de sus iniciativas y la impresión general de incompetencia ante la crisis inflacionaria y la deriva económica del país también han sido juzgadas en estas elecciones que aceleran el declive del sanchismo". Es lo que tiene gobernar contra más de media España. Ah, no, que Andalucía no es España. Ni Madrid, ni Castilla León.


"Es de justicia reconocer a Juanma Moreno el acierto de una campaña centrada en la gestión y alejada de toda forma de extremismo. El aplastante triunfo de su estilo moderado y su programa ortodoxo puede significar el principio del fin de un ciclo inaugurado por la irrupción de Podemos y la quiebra del bipartidismo". Podemos, la desgracia de España.

"En cuanto a Vox, el tercer partido del hemiciclo debe hacer una reflexión a la vista del pobre resultado cosechado en relación con las expectativas creadas". Al rincón de pensar. Esa chulería, esa sobreactuación, esos órdagos… y algunas malas compañías. Mejor que esos discursos tan exaltados se los dejen a la izquierda.


"Pero si Sánchez es el gran perdedor de la noche electoral, esta tiene también un vencedor innegable: Alberto Núñez Feijóo. Apenas tres meses después de auparse a la presidencia de un partido que afrontaba un trance existencial, el líder del PP hoy contempla cómo sus expectativas de llegar a La Moncloa se multiplican. La victoria sin precedentes de Juanma Moreno cambia el escenario. El ciclo del radicalismo toca a su fin". Ojalá Rosell, pero para eso queda mucho.

Federico Jiménez Losantos dice que"si el socialismo no es capaz de recuperar una cierta masa electoral, propia y no prestada, el sanchismo habrá enterrado a un partido que no ha dado más que disgustos, pero que le deja a Feijóo un erial por administrar". "El Efecto Feijóo ha tenido la suerte de contar con una Junta de Andalucía que podía presumir de gestión, y con una campaña equivocada de Vox, que cometió el error tradicional del PP, creerse las encuestas y fiarse del fervor de los mítines. Un partido de masas se retrata en las urnas, pero un movimiento político nacional como Vox tiene mucho recorrido, aunque debe rehacer su estrategia". De arriba a abajo. Que sus maneras recuerden a las de Pablo Iglesias no es una buena idea.


"¿Tiene salvación el PSOE? Sí. Sánchez tiene un año para echar del Gobierno a separatistas y comunistas y gobernar en solitario fingiéndose socialdemócrata. Difícil, pero no imposible para un hombre que jamás ha tenido problemas con la verdad, porque no la conoce. De él depende". Habría que ser muy imbécil para creer que el radical Pedro Sánchez es un socialdemócrata. Por mucho que finja.

"De tanto pasarse de listo Pedro Sánchez ha terminado por volarse la chola", dice el ocurrente Julio Valdeón. "Bien estaría, si no fuera porque también ha destruido a la izquierda española. De poseer un mínimo de recato tendría que dimitir". "Es el final de un cuento. El del guapo sin convicciones, el jeta con voz de corcho, que apostó todo su capital a la propaganda. Hizo de la trola escudo". Y del desprecio a más de la mitad de los españoles su forma de gobernar. Ya tiene varias respuestas y tendrá la definitiva cuando convoque las urnas. Podemos esperar. "El PSOE, terminal, achicharrado, optará por enrocarse, prietas las filas. Será un milagro si los dirigentes no terminan como Bettino Craxi, apedreados por los suyos o refugiados en una jaima. Lo tendrán merecido. Por traidores a todo, y lo primero de todo a sí mismos". Y a muchos más. El daño que ha hecho el sanchismo es inconmensurable. Y por cierto, deberían empezar por echar a Adriana Lastra.


El País


"Victoria histórica del PP en Andalucía". "El triunfo de Juan Manuel Moreno Bonilla consigue para el PP un resultado histórico, la ansiada mayoría absoluta que en 40 años de autonomía la derecha no había obtenido en la comunidad más poblada de España", reconoce Pepa Bueno en su editorial. "Moreno Bonilla ha frenado también el hasta ayer vertiginoso crecimiento de Vox y lo ha hecho sin las estridencias extremistas de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso". ¿Estridencias extremistas? Las estridencias extremistas provienen del entorno de Pepa Bueno. Y si no, que mire lo que sale de las urnas. "Muchos electores de la derecha han vuelto al redil cuando han visto posibilidades reales de gobierno en solitario". Pero Pepa, a Moreno le ha votado no solo la derecha, también la izquierda.

Lo rabiosa y asustada que está la izquierda, también la mediática, lo refleja este párrafo miserable, muy al estilo Pepa Bueno. "El resultado refuerza a Alberto Núñez Feijóo. Con la mayoría absoluta andaluza en la mano, el presidente del PP tiene dos caminos: aprovechar esta victoria para acelerar el desgaste del Gobierno de España, aunque sea a costa de España —no sería la primera vez que su partido elige esa vía—, o interiorizar un resultado histórico y aceptar de verdad pactos con La Moncloa para renovar la justicia, impulsar las medidas contra las consecuencias de la guerra y evitar las disonancias en política exterior". Déjate de historias, Pepa, a vosotros solo os interesa el control de los jueces. Lo demás lo decide todo Sánchez de forma unilateral, el estilo caudillista del déspota de La Moncloa.

"El resultado es un desastre para la izquierda". "Tampoco pudo servir para compensar el desgaste del único capital que podía poner en juego la candidatura: la acción del Gobierno de España". Jua, jua, jua. Precisamente la acción del Gobierno de España es lo que espanta a los electores.

Carlos Cué se pone en plan crítico. Hasta con cachondeíto. "El año pasado, las madrileñas eran solo madrileñas. Ahora, las andaluzas son solo andaluzas". Que digan lo que que quieran, pero "nadie puede negar que una diferencia tan abismal entre el PP y el PSOE en dos de las tres comunidades más pobladas del país, las que reparten más escaños —el PSOE gana al PP en Cataluña, pero pierde de manera aplastante en Madrid y Andalucía, donde prácticamente los populares doblan en votos a los socialistas— es algo más que un tropiezo. Puede ser el síntoma definitivo de un cambio de ciclo que el Gobierno niega tajantemente y que sin embargo las encuestas empiezan a apuntar de forma insistente".


Si hasta Cué ve un cambio de ciclo es que es irreversible. "El PSOE ya descontaba una derrota en Andalucía, pero no de estas dimensiones. Estaba absolutamente seguro de que los populares necesitarían a Vox y eso le provocaría problemas importantes a Feijóo". Y se frotaban las manos, vamos a reventar las calles, da igual que nosotros gobernemos con ultras, terroristas y golpistas. Y estos le exigen pactos de Estado a Feijóo.

"La gran ventaja del PSOE y de Sánchez, casi la única, es el tiempo. Ahora sí, salvo enorme sorpresa, España tiene por delante casi un año sin elecciones. El Gobierno se prepara para digerir el golpe". Dicen que el poleo menta es un buen digestivo. O el orujo.

"Sánchez y su equipo más cercano de dirigentes socialistas tienen ya en la cabeza las municipales y autonómicas de mayo de 2023". Sí, aún queda, pero las afrontamos todos con muchas ganas para arrearle un nuevo golpe al embustero de La Moncloa.

Ana Carmona Contreras dice que "la nefasta campaña desarrollada por Macarena Olona ha prestado un servicio impagable a la causa popular, lo que unido al "efecto Feijóo", ha servido como importante acicate para recuperar votos conservadores". "En el flanco de la izquierda el panorama resulta profundamente sombrío y poco alentador". "El fin de ciclo político que se inició en los anteriores comicios autonómicos se confirma sin ambages, lo que trae consigo la necesidad de abordar una profunda reflexión de cara al futuro". Hala, a pensar, a pensar. Hay que abrir un proceso de reflexión, diría la cursi de Yolanda Díaz.


ABC


Euforia total en el diario conservador. "Victoria absoluta del PP andaluz". "La debacle socialista, un castigo a la gestión de Sánchez". "A Andalucía no la reconoce ni la madre que la parió". "La nueva estrella del PP se llama Juanma Moreno", dice Antonio R. Vega aludiendo a Ayuso. "Se ha premiado la gestión de Juan Manuel Moreno con una mayoría absoluta inédita, y se ha castigado con dureza al PSOE y a Pedro Sánchez, con un nivel de rechazo social para los socialistas similar al que ya se produjo en mayo del año pasado, cuando se celebraron comicios en la Comunidad de Madrid", dice el editorial.


"Es evidente que Pedro Sánchez tiene un problema. Y también lo es que a partir de ahora el PSOE fabricará un relato irreal". Que digan misa. Estamos de sus relatos hasta el moño. "Pero nada de eso es cierto, y los nervios en el PSOE y en sus barones crecen". "Ya no le rentan alentar el miedo a la ultraderecha, ni recurrir a la corrupción del PP, ni los llamamientos a la movilización callejera de la izquierda". Es la alerta antisanchista lo que está funcionando.

"En cambio para el PP, y con un perfil como el de Moreno, los resultados refuerzan una manera moderada de ejercer la política, alejada de la polarización ideológica y del radicalismo". "De hecho, el leve crecimiento de Vox –muy por debajo de sus expectativas– y el destrozo que las urnas han hecho a los sucedáneos de Podemos demuestran que la fiebre de los extremismos empieza a remitir en un país que desde hace años venía castigando al bipartidismo tradicional". Tras la tempestad viene la calma.


Para Ignacio Camacho, Juanma "ha logrado hacer ‘un Ayuso’ por un camino distinto, a partir de un perfil menos combativo. El suyo es el éxito de un modelo ecléctico, convencionalmente conocido como ‘centro’, que representa a una sociedad cansada de agitación civil, de sectarismos y de enfrentamientos". Pues sí, Sánchez y sus socios han logrado agotarnos.

Como dice Juan Manuel de Prada, "la razón fundamental del descalabro sociata en Andalucía es la aversión profundísima que el doctor Sánchez provoca entre un número creciente de españoles, tanto de derechas como de izquierdas". Esta es la reflexión que tiene que hacer el PSOE, que no le den más vueltas. "El doctor Sánchez provoca un desagrado visceral, una náusea invencible en un número creciente de gentes, que lo saludan con abucheos allá por donde pasea su figurín de chulo de bolera". Como no se baja del Falcon, no se da cuenta de lo que hay en la calle. Mejor, que siga viéndose en su espejito mágico como el más guapo del lugar, no hay que distraerle.

La Razón

"Moreno arrasa". "Andalucía entrona al PP de Feijóo". El editorial tampoco entiende a los sanchistas. "Pretender que no existe vinculación alguna entre el comportamiento electoral de los ciudadanos andaluces y la demanda mayoritaria de un cambio de rumbo político por parte de una mayoría de los españoles es negar la realidad y, a la postre, pasará una mayor factura a los actuales dirigentes socialistas, al parecer, incapaces de escuchar las voces leales entre sus propias filas que vienen advirtiendo de las consecuencias de atarse parlamentariamente al populismo radical de la izquierda y a los nacionalismos excluyentes". Sánchez solo escucha a etarras, separatistas, nacionalistas, ultraizquierdistas… el resto no existe para él. Así le va.

A Vox le pone a caldo. "Deberían reflexionar los dirigentes de la extrema derecha española si el discurso populista, agrio, beligerante contra el adversario político, incluso, contra aquellos que desde los principios democráticos más elementales nunca les han negado carta de naturaleza, es lo que la población española reclama para su futuro". Extrema derecha. La Razón nunca había sido tan dura con Vox. Pero hay que reconocer que Olona se ha pasado varios pueblos.

"Por ceñirnos a un tiempo corto, primero en Madrid, luego en Castilla y León, y ayer, en Andalucía, los electores han devuelto a la marginalidad a esa izquierda soberbia, que trata de enemigo al adversario y que ha venido cabalgando a lomos de una propaganda llena de excesos y de la dialéctica de la confrontación". Y por sus reacciones de hoy no piensan cambiar su conducta ni un ápice. Allá ellos, les esperamos en las próximas elecciones.

Como dice Antonio Martín Beaumont, "el puntapié al Partido Socialista de Pedro Sánchez en el culo de Juan Espadas se ha escuchado en toda España". "Feijóo hoy está más cerca del poder y ha disparado aún más los desasosiegos de la acera de enfrente". Más que desasosiego la furia de los lastras. Están fuera de sí. "El gran derrotado es Pedro Sánchez", y no el pobre Espadas que no ha hecho nada, el hombre.

También Marhuenda atiza a Olona por su "campaña absurda y errática". "No he entendido por qué optaron por la arrogancia y la soberbia". Y unos órdagos fuera de lugar antes de abrir las urnas. Han asustado al electorado. "A estas alturas es evidente que Olona fue la mejor aliada que podía tener el PP para conseguir esos 58 diputados. No solo no movilizó el voto, sino que mostró un radicalismo desaforado y una arrogancia inexplicable".

En la izquierda, al margen del tortazo del PSOE, "el populista Pablo Iglesias y el confuso conglomerado formado por comunistas, antisistema y anticapitalistas han logrado un fracaso colosal". ¡A por el champán!

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