Aunque no existe peligro para núcleos habitados, y la Consejería de Medio Rural asegura que la evolución es "favorable", se mantiene la alerta por proximidad a viviendas. Los medios se concentran ahora en la labor de extinción de un flanco de "muy difícil acceso", tarea en la que contribuirán también los medios aéreos en cuanto sea posible.