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El Gobierno quiso colar RTVE en la negociación del CGPJ

El intento del Gobierno no cuajó ya que desde el PP quisieron enmarcar la negociación únicamente en el ámbito judicial.

El intento del Gobierno no cuajó ya que desde el PP quisieron enmarcar la negociación únicamente en el ámbito judicial.
Feijóo y Sánchez en La Moncloa. | David Mudarra

En el marco de las conversaciones frustradas esta semana para la renovación del Consejo General del Poder Judicial, el Gobierno trató de conseguir una pieza más del Partido Popular. El Ejecutivo quiso introducir dentro de las conversaciones la elección de un nuevo presidente de RTVE.

En estos momentos, todavía queda vacante en el consejo de administración del ente público el puesto que dejó libre José Manuel Pérez Tornero, tras su dimisión el pasado septiembre. El ya expresidente de la Corporación fue nombrado por el Congreso de los Diputados tras un acuerdo entre PSOE, PP y Unidas Podemos aunque pronto los morados se sintieron defraudados y forzaron su dimisión. Algo a lo que se sumó el Gobierno, que le retiró su confianza.

La idea del PSOE era ocupar de nuevo este sillón y elegir una nueva presidencia consensuada tras cerrar el pacto para el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, que finalmente se ha frustrado.

La negociación

Ese fue el intento del Gobierno que no cuajó ya que desde el PP quisieron enmarcar la negociación únicamente en el ámbito judicial. "Si hubo alguna mención a otros asuntos fue intrascendente" para los populares que aseguran que durante los casi 20 días de negociaciones "no hubo más temas encima de la mesa" que el CGPJ y el TC.

Desde el Gobierno, en cambio, no niegan que esperaban más acuerdos. Sánchez entregó una lista a Feijóo durante su primer encuentro. Además del CGPJ y el TC se encontraba una lista de varios puntos, entre ellos un cambio legal para eliminar el voto rogado. Este punto fue el único en el que ambos llegaron a un pacto. Aunque no figuraba en la lista, también esperaban extender un acuerdo a RTVE como reconocían en privado.

El Ejecutivo buscaba elegir un candidato para que, en el caso de que no se mantuvieran en la Moncloa tras las próximas elecciones, el PP tuviera reparos en acabar con él ya que había sido un "nombre de consenso". Aunque, por si acaso, La Moncloa ya se había blindado con un plan B.

Plan A y Plan B

El posible nombre "de consenso" sustituiría a Elena Sánchez, exconsejera del PSOE en el Consejo de Administración, la persona que fue elegida a dedo por Gobierno a principios de octubre para sustituir a Tornero de forma provisional pero con un gran poder dentro del ente público.

Para ello, el Consejo de Ministros aprobó una modificación de los Estatutos Sociales de Radiotelevisión Española (RTVE) para dotar a la nueva presidenta interina del consejo de administración de poderes ejecutivos para desempeñar su cargo ya que sus funciones como interina eran muy limitadas. Hasta este momento, en virtud de la reforma de RTVE en tiempos de Zapatero, sólo el Congreso tiene capacidad para dar poderes ejecutivos.

Para otorgarle los poderes propios de la presidencia de la entidad, el Consejo de Ministros acordó en su reunión la modificación estatutaria. El anuncio no fue comunicado en la rueda de prensa y sólo se publicó en el resumen que cuelgan en La Moncloa.

El Gobierno blindaba así a Sánchez hasta las elecciones del próximo año. La negociación era un win-win para La Moncloa. Si el PP aceptaba, habría un presidente "de consenso" para cuatro años. De lo contrario, se mantendría una presidenta elegida a dedo por el Gobierno y con poderes propios de un candidato elegido por el Congreso.

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