La maquinaria del Ministerio de Defensa lleva ya varios días en funcionamiento para cumplir con el compromiso adquirido con Ucrania y el resto de países aliados: entregar en el menor espacio de tiempo -la ministra Margarita Robles adelantó hace unos días que sería en torno a la primavera- los carros de combate Leopardo 2 que deben reforzar las defensas ucranianos en los próximos meses para doblegar al invasor ruso.
Se trata de las unidades de la versión 2A4 que estaban almacenadas desde hace una década en las instalaciones de la Agrupación Logística número 41 del Ejército de Tierra en Zaragoza. Las mismas unidades que en verano el Ejecutivo descartó enviar al Gobierno de Kiev porque según dijo la propia ministra se encontraban en un "estado lamentable" y podrían ser "un peligro" para los ucranianos, aunque lo que se escondía tras esas palabras era el veto alemán a la transferencia.
La puesta en marcha de la recuperación de las primeras unidades ya ha empezado. Fuentes militares han explicado a Libertad Digital que durante el pasado fin de semana cinco de estas unidades fueron trasladas desde Zaragoza hasta las instalaciones que General Dynamics-Santa Bárbara Sistemas -la empresa que fabricó en España la moderna versión 2E y que se ocupa de su mantenimiento- a las afueras de Sevilla utilizando para ello góndolas del Ejército de Tierra.
Estas unidades serán puestas a punto por los técnicos de la compañía para que pueden ser utilizados con todas sus capacidades por los militares ucranianos que sean formados en los dos próximos meses y medio para operar estos carros de combate en el campo de batalla. La previsión es que estén listos para el mes de abril, un plazo muy próximo al que ya dieron al propio Ministerio de Defensa en verano, cuando fueron a revisarlos a Zaragoza ante una posible cesión a Ucrania.
Las mismas fuentes han explicado que está abierta la posibilidad de que después de la restauración de las primeras cinco unidades se inicie un proceso similar con otras cinco, hasta alcanzar la decenas de carros reconstruidos. Otra opción, totalmente paralela, es que se utilicen otros carros almacenados para proporcionar piezas para la cadena logística o que, incluso, algunos de los carros sean adaptados como unidades de recuperación de otros averiadas o golpeadas por el enemigo.
Hay que recordar que estas unidades de carros Leopardo 2 almacenadas en Zaragoza fueron sometidas a un proceso de hibernación hace casi una década. Se les extrajo todo el combustible y todos los líquidos, se secaron las piezas que necesitan elementos lubricantes, se les retiró las baterías y buena parte del equipamiento de combate. Las barcazas y algunos de los elementos fueron guardados en almacenes diferenciados.