
Este miércoles ha trascendido cómo será el examen de la nueva EBAU para 2023/2024. Pese a que en un primer momento Educación pretendía que ese año fuera el primero de un nuevo modelo de EBAU basado en las "competencias", como la LOMLOE, y que incluiría una prueba de "madurez", de momento esa novedad, que había desatado fortísimas críticas en el sector, ha desaparecido.
La principal novedad del nuevo examen es que el tiempo de realización de los distintos ejercicios aumenta: pasa de 90 minutos a 105 minutos para, según el Ministerio, tener en cuenta "la lectura del ejercicio, su análisis y producción" ya que las preguntas serán menos "memorísticas".
Otra de las novedades del proyecto de real decreto con la EBAU del curso que viene es que también aumenta el tiempo de descanso entre las pruebas: será de un mínimo de 45 minutos.
En cuanto a los contenidos, en la anterior propuesta la EBAU iba a constar de tres ejercicios de materias (Historia de la Filosofía, Historia de España y materia obligatoria de modalidad cursada por el alumno) y el ejercicio de madurez. Ahora, se establece que la prueba de acceso constará de cuatro ejercicios: Lengua Castellana y Literatura II; Historia de España o Historia de la Filosofía (a elección del alumnado); Lengua Extranjera II cursada por el estudiante; y la materia específica obligatoria de Segundo de Bachillerato de la modalidad. En las comunidades autónomas con lengua cooficial, la Administración educativa podrá establecer la obligatoriedad de un quinto ejercicio referido a la materia Lengua Cooficial y Literatura II.
Respecto a las calificaciones, si el estudiante no está de acuerdo con la nota obtenida por un ejercicio podrá pedir, como hasta ahora, una segunda revisión y, si la diferencia entre ambas notas es igual o superior a dos puntos, el tribunal calificador tendrá que hacer una tercera revisión.
En cualquier caso, que la polémica prueba de madurez y sus preguntas tipo test o "semiconstruidas" no se implante de momento no implica que no pueda reaparecer en el futuro. Fuentes del Ministerio de Educación consultadas por Europa Press destacan que no está descartado que se pueda volver a incluir en próximos cursos. El Ministerio, ante las críticas, aplazó un año la nueva EBAU por lo que la prueba estaría completamente instaurada en junio de 2028 y continúa abierta la posibilidad de que el examen, cuando llegue la implantación definitiva, sea más similar al que pretendía Educación en un principio.
En el proyecto de real decreto, se indica que "se debe evitar el riesgo de producir cambios a mayor velocidad de la que el sistema es capaz de procesar, especialmente teniendo en cuenta que el proceso de incorporación a las aulas de los nuevos enfoques metodológicos se hará de forma paulatina", en alusión a los cambios impuestos por la LOMLOE. También añade que se llevará un proceso temporal intermedio "hasta estar en condiciones de llegar a un modelo definitivo en el cual el enfoque competencia de la prueba sea completo".
Una "bomba de racimo"
Las primeras críticas al decreto han llegado desde Madrid y Galicia. El vicepresidente y consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, ha exigido que se suprema de forma definitiva la prueba de madurez y ha vuelto a reclamar un examen único para todo el país, una demanda que la región lleva años haciendo sin éxito.
"El Ministerio se ha visto obligado a posponer hasta 2027 la prueba de madurez", ha señalado Ossorio recordando las críticas de filólogos y filósofos. "Lo que tienen que hacer es suprimirla definitivamente y arreglar el problema, el problema de la EBAU es que los alumnos madrileños se sienten discriminados por alumnos de otras regiones", ha indicado.
Por su parte, el consejero de Cultura, Educación, Formación Profesional y Universidades de la Xunta de Galicia, Román Rodríguez, ha señalado que parece que el Ministerio de Educación "no sabe qué modelo seguir" y está "constantemente cambiando los borradores", lo que para él ocasiona una "confusión absoluta para las familias y los alumnos".
El proyecto, ha enfatizado, "nace muerto y será transitorio", y cree que el Ejecutivo de Sánchez pretende dejar una "bomba de racimo" previa a las Elecciones generales de este año con, lo que denomina, "un desaguisado que tendrá que corregir el nuevo Gobierno".
Es por esto que ha alabado la decisión de las administraciones autonómicas gobernadas por el PP de "no colaborar con el proyecto", ya que entiende que no hay "una idea clara" de lo que pretendía el ministerio.
