
En la semana en la que se cumple el primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania, el Gobierno de Kiev continúa intensificando su política exterior para conseguir que sus aliados occidentales le sigan proporcionando el armamento y la ayuda económica y humanitaria necesaria para continuar resistiendo ante las fuerzas ocupantes del Kremlin. Un ayuda que es fundamental y sin la que es muy posible que no hubieran conseguido aguantar las embestidas rusas.
El envío de esta ayuda, que está siendo coordinada por la OTAN y Estados Unidos desde la base aliada de Ramstein (Alemania), con el objetivo de que sea realmente útil y práctica, está siendo monitorizada desde hace casi un año por el Ukraine Support Tracker, un observatorio específico que está elaborando el Kiel Institute for the World Economy, un think tank o centro de estudios de origen alemán y que está considerado como uno de los 50 más influyentes del mundo.
El objetivo de este observatorio es cuantificar la ayuda real que están recibiendo los ucranianos, que unas veces es anunciada de forma individual por los países aliados, en otras son las instituciones que la financian las que la hacen pública y, en otras ocasiones, es el propio Gobierno de Ucrania el que confirma su recepción sin que haya mediado anuncio previo por parte del país u organismo que la hace efectiva.
En la última actualización de datos, que ha sido publicada este martes, España aparece como uno de los países aliados que menos ayuda está enviando. Algo que no es nuevo, pues se viene repitiendo desde la primera vez que se hicieron públicos los datos de este estudio. Exactamente, figura como el decimoctavo contribuyente a la liberación de Ucrania. Eso sí, mejora dos puestos respecto a la actualización de diciembre, cuando figuraba como el vigésimo cooperador.
Es llamativo que entre las aportaciones españolas siga sin figurar material que ha sido enviado por el Gobierno español y cuya recepción ha sido confirmada por las autoridades ucranianas hace ya varios meses. Se trata, por ejemplo, de una batería antiaérea Aspide o de cuatro lanzadores de misiles Hawk. Tampoco figuran en las recepciones confirmadas buena parte de los generadores eléctricos enviados por el Ministerio de Defensa y cuya recepción también fue confirmada por Kiev.
El Kiel Institute for the World Economy reconoce desde hace meses que tiene dificultades para poder cuantificar el envío que está realizando algunos países por la opacidad con la que están tratando este asuntos. Mientras muchos países tienen listados públicos de material enviado y pendiente de enviar, hay otros que apenas informan. Entre esos países se encuentra España.
De hecho, el observatorio de este think tank también hace un estudio de la transparencia con la que los países occidentales están informando de su ayuda a Ucrania. España figura en la cuadragésima posición en ese ránking, es decir, que es el segundo país más opaco de todos los aliados a la hora de informar de su ayuda a Ucrania. Sólo hay un país más opaco que el gobernado por Pedro Sánchez: Portugal.

