
El Mundo
"El PSOE teme sufrir ‘situaciones desagradable’ hoy en el 8-M". "Los socialistas salen a la calle después de que Pablo Iglesias les advirtiera de «a ver qué se encuentran». Sánchez planta a Montero y no prevé ir al acto institucional de Igualdad". Está el presidente en un plan macarra que no hay quien le aguante. Ayer, en un alarde de desprecio inconcebible al PP, que le está sacando las castañas del fuego, no se presentó al pleno de la reforma de su ley sueltavioladores ni para votar. Total, ya tenía la reforma salvada con los tontainas del PP. "La reforma del 'sí es sí' dinamita la unidad del Gobierno: el PSOE la saca adelante con el PP". El mensaje de Sánchez: yo no me mancho las manos votando lo mismo que el PP.
Dice Lucía Méndez que "Pedro Sánchez ha asumido -al menos en parte- el relato de las líderes de Podemos según el cual, las feministas socialistas clásicas tienen envidia de Irene Montero por su liderazgo y su juventud. El tiempo de las feministas en edad de jubilación ha pasado. El presidente ha dado alas a las que consideraba vinculadas al feminismo más moderno. Impuso al PSOE el trágala de retirar la enmienda que protegía a los menores en la ley Trans. Irene Montero se salió con la suya y seguramente creyó que en la ley del sólo sí es sí pasaría lo mismo. Que Sánchez estaba de su parte. Pero no. Esta vez Sánchez ha considerado que la ministra de Igualdad ha llegado demasiado lejos y ha querido pararle los pies". Más bien, Lucía, que las encuestas que le llevaba Tezanos le castigaban y por ahí no pasa.
Emilia Landaluce se lo explica a Lucía. "Es casi seguro que si las elecciones municipales y autonómicas de mayo no se cernieran sobre el presidente Sánchez, no habría habido ayer votación para reformar la Ley del solo sí es sí de Irene Montero. Se nota en el teatrillo de las socialistas indignadas porque Podemos se haya apropiado de un feminismo que, al parecer no es el de las titis, la cocaína y las subvenciones al queso de cabra del Tito Berni". Ay, Tito Berni, Tito Berni. "Al PSOE le preocupa la reducción de penas a violadores porque puede tener un coste electoral", y no porque salgan violadores a la calle. Le le importa lo miso que a Irene o a Iglesias. Un comino.
El editorial dice que "lo que ayer se debatió no fue sólo la oportunidad de reintroducir una horquilla de penas progresiva en una ley concreta, sino la necesidad de corregir el populismo dañino con el cual el Gobierno legisla sobre las mujeres. El estandarte de esa forma de hacer política es la ministra Irene Montero. Sin embargo, el PSOE ha participado activamente de ella, sacrificando los valores del feminismo en nombre de la Ley Trans y sumándose a una patrimonialización de las mujeres que puede volvérsele en contra en las manifestaciones que hoy recorrerán las calles". De verdad que no me entra en la cabeza que alguien pueda aplaudir que los violadores salgan de prisión. Las que tenían que estar preocupadas por lo que pase hoy tenían que ser las podemitas.
Federico Jiménez Losantos habla de la juerga que se ha montado Pumpido con motivo del 8-M. "Cándido Conde-Pumpido, que no preside, sino que regenta el Constitucional, como un cortijo o una taberna, quiere dejar su sello, y ha decidido suspender sus actividades, contratar a una cantante y terminar sus novillos con unas copas". "Desluce la jornada que las cirujanas no dejen de operar ni las policías de apresar cacos, faltas de perspectiva de género. Pero, a cambio, la fiesta de Cándido puede trasladarse a TVE, al especial de Julia Otero y Rocío Carrasco, que es la versión bajo techado, muy bien pagada, de las manifestaciones callejeras". Mientras no acabe la juerga en el Ramsés con el Tito Berni.
El País
"La coalición vota enfrentada la reforma del sólo sí es sí". Por cierto, que Yolanda se ha rendido ante Irene. La mujer de Iglesias la ha pasado por encima como una apisonadora. Es lo que tiene tener el respaldo del jefe, Yoli.
"La pugna por el feminismo desangra a la coalición de gobierno", titula Cué con mucho dramatismo. Este chico me hace gracia. "La pregunta que recorría los pasillos del Congreso era evidente y repetida: ¿es sostenible esto? ¿Se puede seguir como si nada después de un pleno en el que el PSOE y Unidas Podemos han destripado en público sus miserias y se han dicho de todo frente al regocijo de la bancada de la derecha, que parecía estar vislumbrando el principio del fin de la coalición?", cuenta con un puntito de suspense. "Todos parecían muy enfadados. El PSOE, con la intervención de Podemos". ¿Por los ataques al PSOE o porque era la primera vez que se escuchaba en el Congreso la palabra "follar"?
"Pero, tras el cabreo, llega el análisis. Y ahí, visto con calma, ninguno de los consultados cree realmente que haya un riesgo de ruptura definitiva". Y dice Cué que es que "romper la coalición sería darle la razón a la derecha e imposibilitaría el corazón de la estrategia electoral del presidente, que consiste en reivindicar la gestión de coalición y todo lo que se ha hecho con casi 200 reformas". Romper la coalición significaría perder el poder, punto, Cué, no nos tomes por tontos. Seguirán juntos, "con una convivencia forzada por el bien superior, que es el de seguir haciendo reformas". Jaja, jaja, que me parto. El bien superior de conservar los sillones, no te fastidia.
Pepa Bueno pide unidad a las feministas. "Las divergencias no pueden ser tan profundas como para que las decenas de miles de mujeres que, durante estos años, no han dudado en salir a las calles a reivindicar sus derechos y celebrar todo lo conseguido se sientan hoy desmotivadas o excluidas por la instrumentalización partidista y tribal de un movimiento multiforme del que nadie puede ni debe arrogarse la representación monopolística: nunca ha sido esa la naturaleza de la movilización feminista, transversal e interclasista por definición". Pues hija, es otro de los grandes logros de la coalición progresista. Primero, dividir a la sociedad entera, ahora, dividir a las feministas. Esto es el sanchismo, Pepa.
Manuel Jabois se descojona de la moción de censura de Tamames a Vox. Razones no le faltan. "Tamames viene a decir y Vox ha asumido después que cualquier "español independiente, de brillante trayectoria intelectual, símbolo de la reconciliación nacional", como lo definió Vox, lo es, primero, por ser contrario a los postulados de Vox". Jijijojo.
"Tamames ha resumido la moción de censura con una frase ingenua, quién sabe si lanzada deliberadamente: "A mí no me hagas la crítica del partido, ¿cómo se llama?, Vox", que está a la altura de una charlotada que alguien pudo haber parado a tiempo si se entera de lo que mueve a Tamames a presentarse con Vox en el Parlamento, que es el ego. El ego es un monstruo tan apasionante que, con tal de que te apunten cuatro cámaras, te vas de candidato de la extrema derecha para decir lo que sea, incluso que pasas olímpicamente de la extrema derecha". Vamos, que el candidato de Vox va a subir al estrado a poner a parir al partido que le he presentado. De locos. Una moción que no le interesaba a nadie se va a convertir en un espectáculo para ver con los amigos con unas cervezas y algo de picar.
ABC
"El PSOE se harta de la "impresentable" Montero". Ya, pero ahí siguen. "Ningún ministro arropa a Montero y Belarra, que retan a los socialistas con un durísimo discurso". No estuvo Yolanda. "La vicepresidenta segunda evita asistir a un debate en el que la portavoz del grupo parlamentario que ella dirige en teoría le dice al PSOE que su modelo es el de penetrar a la pareja mientras está dormida". Y algo más.
"Díaz e Irene Montero se reúnen 'in extremis' al final del Pleno de la reforma del 'sí es sí'". Ya, e Irene le dejó claro a Yolanda quién manda aquí.
Dice el editorial que "para tramitar esta reforma, el PSOE se tuvo que apoyar en los votos del PP, Ciudadanos y Vox", y Sánchez se permitió escupirlos en la cara evitando votar con ellos. A ver si aprenden que a Sánchez no se le puede dar ni agua. Lo mismo opina Ignacio Camacho. "El PP y Vox están a tiempo de pensar su postura final sobre la propuesta cuya tramitación han aprobado. No sólo porque su colaboración contradice el principio táctico de que cuando el adversario se equivoca no conviene estorbarlo, sino porque existen posibilidades ciertas de que en vez de ayudar a corregir un mamarracho jurídico acaben convertidos en cómplices de otro desaguisado. La oposición debería medir el riesgo de involucrarse en un proyecto viciado desde el principio en su enfoque y sus conceptos". Con Sánchez hay que andarse con mucho tiento y tener ojos en la espalda.
Teodoro León Gross también se lo pasa pipa con el esperpento de la moción de Vox. "La moción de censura todavía puede tener un final glorioso: Vox votando contra la moción de Vox". Puf, eso sería de traca, pero no es descartable, según Tamames la moción es contra Vox, no contra Sánchez. "De momento Vox ya anda rumiando su berrinche ante la incontinencia de su candidato casi nonagenario que va a subir a la tribuna del Congreso a darse un gustazo crepuscular", y unos cuantos guantazos a Abascal.
"En el cuartel de Abascal ya han comprendido que el viejo don Ramón hará de su capa un sayo" y que se arriesgan a que "pueden acabar con el viejo comunista sacándoles los colores a ellos". Mira que se les avisó. Pero los políticos no escuchan jamás. Se le dijo a Rivera por activa y por pasiva lo que le podía ocurrir si no impedía, o al menos lo intentaba, evitar la entrada de Podemos en el gobierno. Acabó como acabó. Se le dijo a Casado que si no dejaba de tocar las narices a Ayuso por celos infantiles podía acabar como Rivera. Así fue.
La Razón
"Choque total entre PSOE y Podemos por el sí es sí". "La situación en el Consejo de Ministros es insostenible, irrespirable, pero ambas partes parecen decididas a seguir adelante, pese a que el desgaste sea mayúsculo. La titular de Igualdad queda desacreditada ante la intervención del PSOE en su ley estrella. El presidente del Gobierno mantiene como socio de coalición a un partido que ayer le dedicó durísimos ataques desde el Congreso". Qué más da, que diría Patxi.
Dice el editorial que "se puede entender que el Partido Popular, atendiendo a la enorme alarma social causada por los efectos de la ley, haya dado su apoyo al Gobierno sin contrapartidas. Pero la urgencia de impedir que se prolongue en el tiempo tal anomalía, puesto que el daño causado ya no se puede reparar, no exime a la oposición de entrar en el fondo del problema, que seguirá existiendo mientras no se vuelva a la legislación anterior. Sin duda, Pedro Sánchez ha salvado un escollo peligroso para sus aspiraciones electorales, pero a cambio de una fractura mayor en el seno de su Gabinete, tras la desautorización pública de uno de sus ministros. Lo lógico sería proceder a su destitución, pero lo insólito no es sólo patrimonio de Podemos". No, en España todo es insólito.
Juan Ramón Lucas se limita a criticar a Podemos. "La conocida como ley del sí es sí, es el ejemplo más palmario de esa mirada limitada y obtusa a la realidad sobre la que se supone debe trabajar quien gestiona lo público. Fuera de lo suyo, no hay verdad. Aunque los hechos demuestren su error. Nada". Eso ya lo sabíamos desde que nació Podemos y escuchamos el primer mitin de Pablo Iglesias. "Su acción de oposición dentro del propio gobierno ha dificultado la política europeísta y atlántica del PSOE, su política económica y su gestión de las relaciones entre el Gobierno y las instituciones, empezando por la Jefatura del Estado y terminando con los empresarios". No, Juan Ramón, no ha sido Podemos. Pedro Sánchez eligió a sus socios libremente engañando a los votantes. El culpable es Sánchez y todo el PSOE.





