
El Mundo
"Iceta pidió a Díaz frenar los ataques por Rubiales y la vicepresidenta redobló la ofensiva". Anda que no les va a dar problemas la niña. Mientras, en el entorno de la afectada "Filtran un vídeo de las jugadoras de la selección bromeando sobre el beso de Rubiales a Jenni Hermoso". Vamos, que agredida, agredida no parecía sentirse y todo esto es un invento de los podemitas, las televisiones y las redes sociales.
Fernando Palmero dice que "los primeros cinco años de Gobierno populista han materializado el sueño gramsciano de la hegemonía cultural y así, la torpeza de un directivo que se sobrepasó con una deportista no sólo ha provocado una estruendosa indignación popular, sino que puede acabar en pena de cárcel. Eso, si la Fiscalía la convence de que sufrió una agresión sexual y de que si ella no lo sintió así, debería hacérselo mirar, porque en eso consiste la hegemonía cultural, en decirle a cada cual lo que debe sentir. Y cómo ha de reaccionar". Que si Podemos dice que fue una agresión sexual, tu puedes decir misa. A denunciar.
"Pero el acoso y derribo a Rubiales no habría sido posible sin las redes y algunos medios de comunicación, que han presentado el asunto como un atentado contra la dignidad de las mujeres, así en general, asumiendo el nuevo discurso feminista que aboga por la discriminación positiva y la criminalización del varón". Y Jenni, ¿qué? En la COPE se descojonaba, que era la euforia y no tenía ninguna importancia, lo mismo con sus compañeras, jiji, jaja, y de buenas a primeras cambia de versión y dice que fue agredida. ¿Cuándo te creemos, hermana?
Emilia Landaluce dice que "el tema Rubiales se ha politizado tanto que el lunes tres ministras se manifestaron por el caso". El tema ha sido político desde el principio. "Ahora la pregunta es quién ha politizado más el asunto. Los políticos con su condena o Rubiales con su victimismo chusco del «falso feminismo»". "Rubiales también decidió politizar su salida señalando a Montero, Echenique y Díaz. Y ahora Rubi se ha convertido en el espantajo que todos agitan para sacar tajada, aunque es ésta última la que se está llevando todo el rédito político". Vaya con la Yoli, que tía más chunga. En fin, si bajarán más a la calle se darían cuenta de que están convirtiendo al impresentable Rubiales en una víctima.
El País
"Exteriores protesta ante el Reino Unido por varios "graves incidentes" en aguas próximas a Gibraltar". "El ministerio eleva el tono y se queja de la "intromisión injustificable" de buques de Estado británicos en zonas bajo soberanía española". ¿Ah, que se han enterado ahora? Lleva décadas pasando.
"El Gobierno acusa a Feijóo de mentir la víspera de su cita". Tienen muy interiorizado eso de mentir. Les habrá dado clases Sánchez, el gran maestro del embuste. "Un diálogo imposible entre quien pretende "derogar el sanchismo" y quien acusa a su adversario de "insolvencia y mala fe"". Lo cierto es que no sabemos qué pretende Feijóo. Con Sánchez no se puede dialogar si no has pasado por la cárcel.
Sobre el caso Rubiales, Sara Giménez dice que "mientras hay gente que todavía cree que somos unos exagerados con el beso a Jenni Hermoso, que estamos sacando las cosas de quicio y que esto es una "cacería inhumana y sangrienta", la FIFA, la ONU, España y el mundo dicen lo contrario". Bueno, Sara, verás, España no eres tu y tus podemitas, el mundo es muy grande y vive mucha gente, la FIFA y la ONU pueden decir lo que les venga en gana, y esa gente de la que hablas está en su derecho y en su libertad de pensar que estáis sacando las cosas de quicio por mero politiqueo. Pero si hasta estáis intentado convencer a una mujer de 33 años de que fue agredida sexualmente. Miedo, dais. ¿La vais a aplicar electroshock?
ABC
"El caso Rubiales provoca el choque de Díaz e Iceta y reabre heridas en la coalición". "La gestión del caso Rubiales está generando un marco de disenso en el seno del Gobierno en funciones. Desde el inicio de la crisis derivada por la conducta del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, la vicepresidenta segunda ha aprovechado para marcar perfil propio en el seno del Ejecutivo", dice el editorial. Eso sí "su compromiso contra lo que denominó 'machismo estructural' no la impidió, en su momento, votar a favor de la primera versión de la ley del 'sólo sí es sí' ni de la posterior modificación promovida por los socios mayoritarios de Gobierno". Mejor andarse con ojo con esta víbora.
Con todo, "el Gobierno tenía constancia directa de no pocas irregularidades vinculadas con Luis Rubiales y existían indicios más que suficientes para incoar medidas de carácter político y jurídico que pudieran haber protegido al fútbol español". Y miraron para otro lado. Ha tenido que ser un beso de celebración fuera de lugar y que las teles y la podemia se le echase encima para acabar en la hoguera de la Santa Inquisición feminista.
El segundo editorial se ocupa de un tema que no está en las portadas de los periódicos. El trumpismo de Sánchez llevado a su máximo extremo. "El PSOE ha decidido recurrir al Constitucional la decisión del Tribunal Supremo de no acoger su solicitud de revisión de los 30.000 votos nulos registrados en la circunscripción de Madrid". Tres tribunales le han dicho que no, así que Sánchez acude a Pumpido, que trabaja para él y está a sus órdenes. ¡Cándido, ya sabes lo que tienes que hacer o te vas a la calle! Quién manda en el Constitucional, pues eso.
"Después de acusar de 'trumpistas' a los partidos y dirigentes que manifestaron sus dudas sobre el procedimiento electoral, los socialistas han decidido ir más allá de los tribunales de Justicia –en rigor, el Constitucional no pertenece al Poder Judicial–, cuya máxima instancia les denegó la revisión tras dos fallos previos en el mismo sentido. Recurrir una decisión del Supremo ante el Constitucional introduce una tensión institucional innecesaria en un momento en que la credibilidad de este último, con la llegada de Cándido Conde-Pumpido a su presidencia, está cuestionada y bajo sospecha". Certeza, mejor dicho.
La Razón
"La petición de barones del PP: Gabinete de concentración para frenar a Puigdemont". "Líderes territoriales de los populares aprobarían llevar a este extremo la oferta al PSOE: «Los ciudadanos quieren puentes de diálogo»". Están locos, estos peperos. "Sánchez dará hoy un portazo a cualquier tipo de acercamiento al PP", y eso no lo duda nadie. Pero vaya, que siga la función, no nos corre ninguna prisa un gobierno.
"Que Núñez Feijóo pretenda recuperar esas trazas de normalidad nos parece encomiable, más aún con un antagonista del que solo ha recibido desdén, insultos y difamaciones y que no ha manifestado en una sola ocasión un mínimo de consideración sobre todo a los millones de españoles que representa el líder del PP", dice el editorial. Es lo que hay. "Ayer mismo, en la víspera de un encuentro que en cualquier democracia seria revestiría relevancia notable para el futuro de la gobernabilidad, portavoces del sanchismo vertían improperios y descalificaciones contra un político al que apoyan doce millones de españoles. Como dirigente competente y experto, Núñez Feijóo no puede ignorar que al otro de la mesa encontrará un muro de intolerancia y arbitrariedad". Vamos a tener sanchismo hasta el día del juicio final. Más vale aceptarlo.
Pedro Narváez también ha calado a la Yoli. "Yolanda es Rubiales, que diría un castizo de los de antes: «Yo-lan-da, por ser rubi-a-les, estás ga-nan-do mu-chos rea-les». Partan las palabras por dónde quieran. Yolanda, más que de pelotas, sabe cómo hacerla, ahora, a las feministas lobas que quieren sangre en forma de mechas balayage".
"Yo-lan-da demuestra ser peor que el mal que dice combatir. De Irene Montero mejor no hablar. Esa estrategia de blanquear con Rubiales el «sólo sí es sí» es vomitiva, tan ruín como tocarse la bolsa escrotal. Panda de desalmados. Aprovecharse de un sinvergüenza para tapar vuestros delitos. Canallas. Yolanda se manifiesta pero yo le diría «Manifiéstate Yolanda», muéstranos lo bruja que puede ser una rubiales. Y seguir jugando a la güija". Lo mismo Sánchez no sabe dónde se ha metido. Esta tía es peligrosa, precisamente porque es una mosquita muerta.





