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La prensa de un vistazo

La llamada de una cabreada Yolanda Díaz al PNV

Sánchez y Yolanda firman un acuerdo. La única noticia es que no permitieron preguntar a los periodistas.

Sánchez y Yolanda firman un acuerdo. La única noticia es que no permitieron preguntar a los periodistas.
Yolanda Díaz. | EFE

El Mundo

"Puigdemont exige a Sánchez reconocer la "nación catalana" en un acuerdo paralelo a la amnistía". Nación catalana al canto, que Sánchez está muy crecidito. Al fin y al cabo es el puto amo. Mientras, Pedro y Yoli se montaron ayer un teatrillo. Que han llegado a un acuerdo de gobierno. Les ha costado sudores.

"En el Reina Sofía se citaron todos los negociadores del PSOE y de Sumar, más todos los ministros de Sánchez con dos significativas excepciones, ambas de Podemos: Ione Belarra e Irene Montero. Había también periodistas, porque de todo tiene que haber en la viña del Señor y porque alguien tenía que dar cuenta de todo lo que se les contaba, pero no tuvieron la capacidad de hacer preguntas. Los colegas aceptaron con mansedumbre el papel que se les había asignado y no hicieron preguntas", comenta Santiago González. ¿Y para qué fueron?

En resumen, "Pedro Sánchez y Yolanda Díaz presentaron ayer un acuerdo de legislatura que dispara la presión fiscal, castigando a empresas y ciudadanos; desprecia el diálogo social con los empresarios, y oculta las presumibles concesiones a los independentistas, incluida la amnistía", se queja el editorial. "La CEOE, pymes y autónomos lo tachan de «intervencionista». Su responsabilidad social obliga a los empresarios a no permanecer en silencio ante la erosión que puede provocar en la economía un rumbo alejado de las políticas liberales y de estímulo fiscal que requiere el tejido productivo". No permanecer en silencio. Pero si ya no dejan ni preguntar a los periodistas. Algunos no se han enterado aún de que vivimos en una dictadura encubierta.

Federico Jiménez Losantos habla del chasco con Milei. "Lo cierto es que el chasco en Argentina hace tres días se parece horrores al de España hace tres meses". Pero calcado. "Como en España, a la izquierda en el poder se enfrentaban allí dos fuerzas muy distintas, pero, en términos sociológicos, complementarias: Juntos por el Cambio –heredera de Cambiemos, la alianza de Macri y los radicales, miembros de la Internacional Socialista y cáncer del gobierno anterior– y La Libertad Avanza, de Javier Milei, un fenómeno de masas sin parangón en el mundo, aunque el propagandismo kirchneriano que reina en España lo emparente con Trump y Bolsonaro". Como hicieron con Vox.

"Bullrich y Milei, como Feijóo y Abascal, se creyeron las encuestas y han hecho una campaña a cara de perro, cuyo beneficiado ha sido Massa. Pero, a diferencia de España, aquello aún tiene remedio. Ya quisiéramos aquí una segunda vuelta". Sí, ya quisiéramos.

Maite Rico lamenta el fin del periodismo, que ha muerto definitivamente con el tema de Israel. "La disculpa del diario The New York Times por haber publicado, sin contrastar, la versión de Hamas sobre la explosión en el hospital Al Ahli de Gaza el 17 de octubre muestra la preocupante situación del periodismo". Porque ha sido el único que lo ha hecho. Una vergüenza para la profesión.

"En España tuvimos también nuestras dosis de desinformación, para solaz de Ione Belarra. Impagable RTVE, con un aguerrido corresponsal explicando por qué no era posible lo que luego se confirmó y una presentadora justiciera aleccionando sobre derecho de guerra... a un experto". "Al menos el NYT ha tenido la decencia de rectificar. De otros, ni se espera". Y menos en la España antisemita.

El País

"El PSOE y Sumar cierran su pacto para reeditar la coalición". Quién se lo iba a esperar. "El Gobierno confía en que el pacto con Sumar acelere las negociaciones con ERC y Junts". Así cuenta Cué la cacicada de Sánchez con la prensa. "El presidente se ha comprometido a explicar todos los acuerdos que alcance, pero de momento en la presentación del primero, el de la coalición, Sánchez y Díaz no aceptaron preguntas. Además, en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, poco antes, la portavoz, Isabel Rodríguez, evitó contestar a casi ninguno de los temas planteados y solo dio tres turnos de palabras, que amplió a cuatro tras las protestas de los informadores. Es la cifra más baja de turnos de preguntas de la historia reciente. Lo habitual en La Moncloa eran 10, incluso en la época de Mariano Rajoy, muy criticado por el PSOE por su trato a la prensa, que derivó en la campaña "sin preguntas no hay cobertura", en 2012". Pero eso no se lo vais a hacer a Sánchez, ¿a que no, Cué?

Pepa Bueno se deshace en lametones a Sánchez y Yolanda. "El acuerdo profundiza en los principales éxitos del primer Gobierno de coalición, especialmente en derechos laborales, política fiscal y de transformación energética, además de reiterar compromisos sin cumplir. En general, recoge aspiración del votante progresista y enlaza coherentemente con el modelo de país por el que apostó el Ejecutivo saliente". Un azucarillo para Pepa.

Hoy tenemos un buen ejemplo de lo bajo que ha caído la prensa, sobre todo la ultraizquierdista y antisemita como El País. "El ejército israelí mata a más niños en Gaza en dos semanas que en los últimos 23 años, según las autoridades de la Franja". Las "autoridades de la Franja" son los terroristas de Hamás que perpetraron la matanza de judíos el 7 de octubre.

ABC

"Las empresas pagarán la investidura de Sánchez". "De haber investidura, el Gobierno incurrirá en su enésima versión de populismo económico, algo que 'a priori' no debe ser visto con buenos ojos por otros posibles socios, como el PNV o Junts", dice el editorial. Ya le dará algo al PNV para tenerlos contentos. Y Junts es Puigdemont. Habrá investidura.

"El sector productivo, tan pequeñito en España, está llamado a soportar sobre sus espaldas el precio de la investidura sanchista con sus socios independentistas: más impuestos, empleo más caro y menos productividad por decreto ley. Puede ser legítimo, es lo que lamentablemente han votado muchos españoles (¿también los vascos del PNV?), pero el problema está en que no se sostiene. Una minoría financiando a la mayoría, camino de una economía semipública y planificada", dice Julián Quirós.

Teodoro León Gross da por hecho que habrá investidura. "La clientela de Sánchez va a tragar con todo eso y más. Puede incluso disgustarle la amnistía, pero más le disgusta que gobierne la derecha. Se les hará bola Puigdemont, pero más bola se le hace que no estén los suyos en el poder sino la derecha indeseable". "Ya no hay espacios de consenso sino trincheras donde se combate con la idea moralista del bien contra el mal. Esto es, todo lo que hagan los tuyos es justificable porque son los buenos, y todo lo que hagan los otros es censurable". España ha dejado de ser una democracia.

La Razón

"Sánchez acelera el pacto con Díaz como presión a los socios". Ese pacto se daba por descontado. "El circo en el que se tiene que subir Pedro Sánchez para seguir siendo presidente del Gobierno tiene tantas pistas que la firma del acuerdo entre el PSOE y Sumar, que en la pasada legislatura, con Podemos como interlocutor, tuvo un valor definitivo, ahora es visto como un trámite, como una anécdota dentro del conjunto de las negociaciones abiertas". Vamos, que su teatro solo ha servido para que Yolanda sobetee a Sánchez y luzca modelito.

Cuenta Carmen Morodo que "Yolanda Díaz no ha podido contenerse y ha llamado al PNV para hacer ver, de manera ostentosa, su malestar porque el portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, la haya señalado como «el perejil de todas las salsas»". Las verdades duelen.

"En cualquier caso, su principal problema no es el PNV y que por más que lo intente no consiga hacer efectiva una aproximación a los nacionalistas vascos, sino los cinco de Podemos. En Sumar están actuando con una prepotencia absoluta, ninguneando el significado de estos cinco escaños que todavía se mueven en la órbita de Pablo Iglesias". No hay problema, están domesticados.

"Es posible que tengan razón en que no pueden permitirse el lujo de votar en contra de la investidura de Sánchez, porque les va el escaño, igual que a Yolanda Díaz, pero el día después de que Sánchez sea votado en el Congreso, si finalmente logra los apoyos necesarios, los cinco de Podemos se pondrán a la contra, sin disimulos, hasta el punto de que ya se escucha hablar de la ruptura de la unidad de voto y del grupo mixto. Los portavoces de Sumar niegan las advertencias y señales que lanzan desde Podemos con la afirmación de que «no les queda más capital político que calentar un escaño y seguir viviendo de un sueldo público»". Y tienen razón, lo demostraron cuando se plegaron a integrarse en el conglomerado de Yoli.

Vicente Vallés dice que los cinco diputados de Podemos, "son oro puro, porque Pedro Sánchez los necesita todos para gobernar. Son tantos como los del PNV, sin los que Sánchez no sería investido. Y, si algo ha demostrado Podemos en estos años, es su capacidad para remover las aguas estancadas de la izquierda. No es tenido en cuenta para negociar la coalición con el PSOE, no le quedan muchos militantes, pero aún conserva parte de su milicia tuitera para acosar a quienes cuestionan su fe. Y el que da las órdenes mantiene la autoridad, aunque no tenga la potestad". ¿Qué autoridad? Tocar las narices en Twitter y una tele que solo ven sus seguidores más fieles.

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