Desde que estalló el caso Koldo y, más concretamente, desde que los medios de comunicación empezaron a publicar informaciones sobre las interrrelaciones del caso, al menos en cuanto a los protagonistas, con el rescate de Air Europa, el caso de las maletas de Delcy y, más aún, las relaciones de Begoña Gómez con Javier Hidalgo, CEO de Globalia (matriz de Air Europa), y Víctor de Aldama, el conocido como comisionista de la trama Koldo, el nerviosismo en el Gobierno ha ido en aumento.
Como es habitual en la forma de actuar del sanchismo, lo primero que han hecho es intentar embarrar el terreno, en vez de dar explicaciones, utilizando para ello la inspección fiscal a la pareja de Isabel Díaz Ayuso, un caso en estos momentos judicializado, o información falsa sobre la mujer de Alberto Núñez Feijóo. Pero el problema para el Gobierno y su presidente continúa con la publicación de más informaciones cada vez más escandalosas sobre su mujer, informaciones que no parece que puedan ser tapadas con el novio de Ayuso.
Sin entrar a valorar si las actividades de Begoña Gómez son o no legales, parece claro que los medios de comunicación están desvelando un patrón de comportamiento que sería más o menos el siguiente: determinados empresarios se acercan a la mujer de Pedro Sánchez de una forma u otra —patrocinando sus actividades en el Africa Center o creándole una cátedra ad hoc en la Universidad Complutense— y consiguen, a cambio, determinados favores del Gobierno presidido por Sánchez.
Toda estas actividades de la mujer del presidente del Gobierno hay que situarlas en ese "terreno grisáceo" al que se refería en Libre Mercado Domingo Soriano, "un terreno grisáceo que es tan dañino para la economía de un país como la coima directa. Porque más allá de si se cometió tal o cual ilegalidad en un caso concreto, lo peligroso es la sensación generalizada que todos tenemos de que en España es bueno llevarse bien con el Gobierno de turno (especialmente con éste). Mejor no molestar, mejor pagar, mejor no discrepar... por si acaso. El BOE como fuente de beneficios y pérdidas".
Una reflexión que nos lleva, además, a una conclusión inquietante y preocupante para Pedro Sánchez, que quizás explique su evidente nerviosismo: esos empresarios que hacían favores a su mujer y luego conseguían contratos públicos o rescates milmillonarios del Gobierno, ¿lo hicieron porque Begoña Gómez era merecedora de ellos por sí misma o en realidad buscaban favorecerla porque está casada con el inquilino de la Moncloa y eran el medio para conseguir sus objetivos?
Desde luego, todo ello "apesta a favores en busca de otros favores", como también señalaba Domingo Soriano, algo que se sitúa muy próximo al tráfico de influencias, en este caso, y siempre presuntamente, por vía matrimonial. Porque el tráfico de influencias, tal y como está regulado en el ordenamiento jurídico español, puede manifestarse de muchas formas. Una de ellas es utilizar tus contactos en el Gobierno para obtener contratos públicos. Que la mujer del presidente es un contacto en el Gobierno está fuera de toda duda. Si no hay delito, que de momento nadie ha dicho que lo haya, desde luego es poco estético, poco ético y "apesta" que empresarios que favorecen a Begoña Gómez sean tan bien tratados por el Gobierno que preside su marido.
¿Quién era, laboralmente, Begoña Gómez?
Otra asunto a tener en cuenta es el hecho de que destacados opinadores sanchistas señalan que Begoña Gómez siempre se ha dedicado a ese mundo de la captación de fondos de empresas a través de la consultoría, y que sería muy injusto que tuviese que abandonar su trabajo sólo porque su marido fuese presidente del Gobierno. Es posible que sea injusto, pero lo que no se explica bien es que abandonase su trabajo en el tercer sector cuando Sánchez llegó a Moncloa para, pocas semanas después, volver al mismo sector pero en puestos de mucho más nivel creados ad hoc y con más posibilidades de promoción laboral. Al menos es lícito pensar que ese cambio viene directamente provocado por su salto a Moncloa de la mano de su marido, donde vio una posibilidad de mejorar su carrera laboral y de tejer una buena red de contactos.
En cuanto a su formación y trayectoria laboral, Begoña Gómez tiene un título no homologado oficialmente en Marketing de la Escuela Superior de Marketing y Negocios. También cursó un máster en Dirección de Empresas en la Universidad Complutense. En 1999 trabajó en Task Force, una compañía dedicada a obtener donativos para que las ONG financiaran sus actividades sociales, y asesoró a algunas como Greenpeace, Oxfam Intermón y Amnistía Internacional. Posteriormente, Begoña Gómez fue directora en externalización comercial para España y Portugal en Inmark Europa.
En 2015 el entonces candidato a la presidencia, Pedro Sánchez, aseguró que su esposa no dejaría su puesto en Inmark si llegaba a Moncloa. Sin embargo, cuando sí accedió a Moncloa tras la moción de censura a Mariano Rajoy, Begoña Gómez no tardó ni dos meses en acogerse a una excedencia laboral para centrarse en sus quehaceres como mujer del presidente del Gobierno, ganando así visibilidad como "primera dama".
También en 2015 codirigió el Master en Fundraising Público y Privado para Organizaciones sin Ánimo de Lucro en el Centro Superior de Estudios de Gestión de la Universidad Complutense de Madrid.
El IE y los patrocinios de Air Europa
Gómez estuvo desaparecida casi un mes desde su llegada a Moncloa, y su primera aparición pública fue en la gala África en la Piel a finales de junio de 2018.
Mes y medio después de su asistencia por sorpresa a esa gala, Begoña Gómez fue fichada por el Instituto de Empresa para dirigir uno de sus centros de estudios, concretamente el recién creado (y parece que ad hoc) IE Africa Center. La noticia causó, lógicamente, enorme sorpresa. El Africa Center impulsaría la innovación, el liderazgo ejecutivo, el emprendimiento y el desarrollo de proyectos de acción social en el continente africano.
Es decir: se dijo que se iba de Inmark Europa para ejercer como "primera dama", pero apenas unas semanas después vuelve a la actividad laboral en un puesto creado ad hoc en el tercer sector en el que ella trabajaba, pero ahora como esposa del presidente del Gobierno, una posición que le ha facilitado, presuntamente, su labor para captar patrocinios, unos magníficos contactos y el uso de recursos públicos que tiene a su disposición por el mero hecho de ser la esposa del presidente del Ejecutivo: chófer, escolta etc...
Si la actividad laboral de Begoña Gómez levantó suspicacias desde el primer momento, ha sido seis años después cuando, gracias a informaciones periodísticas derivadas del estallido del caso Koldo, se ha confirmado fehacientemente que las suspicacias estaban justificadas. Concretamente cuando El Confidencial publicó que Air Europa había financiado generosamente las actividades del Africa Center de Begoña Gómez.
¿Y qué relación tiene todo esto con el caso Koldo? Pues que el comisionista de la trama, Víctor de Aldama, fue contratado por Globalia para recuperar un dinero que Venezuela debía a Air Europa. Begoña Gómez, por su parte, tenía relación con Javier Hidalgo, de Globalia, y con Víctor de Aldama. Como publicó El Confidencial, Air Europa financió actividades de Begoña Gómez como directora del Africa Center… meses antes de que la empresa fuese rescatada por el Gobierno.
Viajes a Ghana y Kenia... ¿en calidad de qué?
En esta "zona de grises" en las que se mueve la actividad laboral de Begoña Gómez, donde se mezclan su posición como mujer del presidente del Gobierno y sus actividades empresariales y de captación de fondos, habría que situar sus viajes a Ghana y Kenia, como se ha publicado en Libertad Digital. Unas informaciones en las que se habla de una "oficina" de Begoña Gómez y de cómo es recibida por embajadores como esposa del presidente Pedro Sánchez, responsable de los presupuestos de cooperación y ayuda con países africanos, no como directora del IE Africa Center.
Así ocurrió el 31 de enero de 2022 con la embajada de Ghana. Según una nota de la embajada, la "esposa del Primer Ministro español, María Begoña Gómez Fernández, visitó al embajador Muhammad Adam en la Cancillería de la Embajada de Ghana en Madrid el 31 de enero de 2022 para discutir posibles áreas de colaboración entre su oficina y la Misión".
La historia de Ghana se repite con otro país africano, Kenia, visitado por Begoña Gómez como "mujer del presidente". Kenia es un país objetivo de ayuda económica del plan FOCO África 2023, firmado en 2021. En esta ocasión se realizó un viaje oficial a Kenia y Sudáfrica en el que Gómez acompañó a su marido porque, como señala el Ministerio de Presidencia, "el presidente del Gobierno viaja acompañado de su esposa cuando las necesidades de protocolo y representación así lo determinan o aconsejan", asunto más que dudoso a tenor de las actividades oficiales en las que participó Begoña Gómez y porque ella dirigía el Africa Center y viajaba a un país con relación con esa entidad justo cuando su marido confirmaba el pago de subvenciones a Kenia del plan FOCO África 2023.
Cartas de recomendación para el creador del máster
Para cerrar el círculo de la "zona gris" en la que se mueve como pez en el agua la mujer del presidente del Gobierno, las últimas informaciones publicadas por El Confidencial añaden un plus a las legítimas dudas que despiertan las actividades empresariales de Begoña Gómez y sobre si podrían encuadrarse, o no, en el delito de tráfico de influencias.
El consultor Carlos Barrabés, a favor del cual Begoña Gómez firmó de puño y letra dos cartas de recomendación a la mesa de contratación que debía adjudicar un concurso público, es, por una parte, el empresario que puso en contacto a Begoña Gómez con Air Europa en 2019. Y, por otra, el que diseñó, buscó profesores y llenó de contenido el Máster en Transformación Social Competitiva de la UCM que dirige Begoña Gómez, en el que el propio Barrabés es uno de los docentes más destacados. Se cierra así, hasta ahora, el círculo de relaciones y favores entre Begoña Gómez y empresarios favorecidos por el Gobierno de su marido.
La relación de Gómez con Barrabés se remonta al menos a junio de 2019, cuando el consultor invitó a la mujer de Pedro Sánchez a unas jornadas de sostenibilidad en Ifema. Tres meses después de firmar las cartas de apoyo dio comienzo la primera edición del Máster en Transformación Social Competitiva de la Universidad Complutense de Madrid que sigue dirigiendo hoy día Begoña Gómez, programa que le permitió justificar que fuera nombrada directora de la Cátedra en la universidad madrileña.
A medida que los medios publican más datos sobre las actividades laborales de Begoña Gómez, mayor es el nerviosismo del Gobierno, pese a que, de momento, la mujer del presidente no aparece señalada más que en informaciones periodísticas.
Sea o no sea delito, la transparencia en la actuación del Gobierno en un Estado de derecho y democrático requiere que éste dé explicaciones sobre informaciones periodísticas que cuestionan la actuación del presidente Sánchez (que podría estar incurriendo en un conflicto de interés) o de su mujer. Más aún cuando ha sido la oposición la que ha pedido estas explicaciones en sede parlamentaria varias veces. No hacerlo es un auténtico escándalo en un país que quiera ser considerado democrático.