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Lucía Méndez, destrozada: "Me siento una idiota"

Se acabó show. Pero con alguna novedad. El caudillo Sánchez ha instaurado una dictadura con el apoyo de sus medios.

Se acabó show. Pero con alguna novedad. El caudillo Sánchez ha instaurado una dictadura con el apoyo de sus medios.
Lucía Méndez. | Europa Press

El Mundo

"Sánchez culmina su mayor farsa y abre paso "a una limpieza"". Ayer comenzó oficialmente la dictadura de Sánchez. El Gobierno prepara ya medidas en el ámbito judicial y de los medios: "Tenemos que dar una respuesta"", amenaza el mayor embustero de la Historia. Como muchos dijimos, el bulo de que se iba sólo era una clara amenaza a jueces y periodistas, que este sinvergüenza indecente no se iba ni con agua caliente.

Lucía Méndez, siempre tan sanchista, está atónita, destrozada. "Me siento una idiota como persona y abriré un periodo de reflexión profesional acerca de si puedo seguir desempeñando el papel de periodista y analista política, o, por el contrario, debo dimitir. En todo caso, no puedo dejar de hacer penitencia desde aquí mismo. Me equivoqué y no estoy nada segura de que esto no se vuelva a repetir". Es fácil, Lucía, con Sánchez piensa siempre lo peor. Pero si te sirve para dejar de pelotear a este psicópata, algo habrás ganado.

"En estos cinco días, he cruzado apuestas con muchas personas que no quieren bien a Pedro Sánchez. Más bien le odian. Yo nunca he odiado a ningún político y creo que la compasión no es solo una palabra. La idea central de las apuestas y la discusión era la siguiente. Yo sí me creí lo que, de su puño y letra, escribió en la carta que nos dirigió a todos los españoles". "Pedro Sánchez ha decidido dar la razón a todos mis interlocutores que sostenían que es un hombre capaz de todo. Incluso de utilizar a su familia para fortalecer su posición política". Como si tiene que venderlas.

"El presidente ha tenido en vilo al país y al mundo entero para que sus deudos salieran a la calle en procesión para pedirle entre lágrimas que no se vaya. Una vez logrado el objetivo, nos ha comunicado que la carta era un repente y que se queda porque ha visto a María Jesús Montero llorando. Y porque su mujer, Begoña Gómez, ya puede soportar el sufrimiento que hace cinco días se le hacía insoportable". Ay Lucía, que ya tienes unos añitos, cómo puedes creer que Sánchez tiene algún otro sentimiento por alguien más que por sí mismo. Ha demostrado todos los días de su vida política que es un déspota y un tramposo.

"Los odiadores de Sánchez tienen motivos para la satisfacción. Ha actuado tal y como ellos preveían. Salvo aquellos y aquellas que lleven un escapulario al cuello con la efigie de Pedro Sánchez, la actuación del presidente es inexplicable. Cinco días dejando a un país en vilo por un repente personal o una discusión conyugal. Un calentón presidencial, para Sánchez, tiene consecuencias para la gobernación de un país". No Lucía, los odiadores de Sánchez lo son porque ha dado motivos de sobra para ser odiado.

"Es un hecho que los dirigentes de la oposición tienen cero empatía y son despiadados cuando hablan de Sánchez en términos de dictador o caudillo". ¿Empatía con Sánchez, el tipejo menos empático del mundo? Y llamar caudillo a Sánchez no es despiadado, es un hecho. Si no te has dado cuenta estos días, es que estás en Babia.

Emilia Landaluce también está consternada. "Soy una boba. O quizás demasiado inocentona, aunque ahora usemos la palabra naif para reconocer a los que usan otras armas para este juego que es la vida. Creí que, tras la carta del otro día, a Sánchez solo le quedaba una salida. Irse por dignidad, por amor". Es inconcebible. ¿Pero es que después de cinco años no conocen al personaje que nos gobierna? ¿No han visto sus tropelías, su trato a la oposición, a los jueces, a la prensa libre, las instituciones? "Lo que queda confirmado es la falta de decoro de Sánchez tras hacer llorar a la izquierda chocha y senil (y eso no quiere decir necesariamente mayor) con esa declaración de amor a su señora". A esos les da igual que su Amado Líder les tome el pelo.

Arcadi Espada siente un profundo desprecio por el personaje. "Tras hacer pública el miércoles su flatua, el presidente del Gobierno solo tenía dos posibilidades: la indignidad y el ridículo. Ha elegido el ridículo". Bueno, el ridículo lo han hecho otros. Los que le creyeron y sus súbditos del PSOE. Él se ha salido con la suya. "El presidente ha organizado el zafarrancho de combate más espectacular de la democracia".

"Los medios de comunicación, la judicatura, el parlamento, la presidencia del Gobierno y la propia Monarquía han sido víctimas de la puerilidad narcisista y el sostenido afán de poder a cualquier precio del presidente. Pero era difícil prever que sometiera a sus inciviles intereses la institución del matrimonio. Y que lo hiciera, sobre todo, con el apoderado asentimiento de su santa esposa, ejemplo ya para siempre de la mujer que todo lo fía al éxito mundano de su cazador recolector". Ya podemos hablar de que nos gobiernan los Kirchner, los Ortega - Murillo o los propios Ceaucescu.

Pero, con todo, lo peor es lo que viene ahora. "Con su intervención sobreactuada, Sánchez ha levantado un palmo más su muro entre españoles al abrir paso a una ofensiva para «limpiar» España de los elementos que considera antidemocráticos: los contrapoderes que le fiscalizan. Una ofensiva que pretende concretar en los próximos días con medidas en el ámbito judicial y en el de los medios de comunicación", alerta el editorial.

"La narrativa construida por Sánchez está basada en falsedades. Ni él es el primer presidente criticado ni son inciertas la gran mayoría de las informaciones publicadas sobre las relaciones de su mujer con empresas que percibieron fondos públicos del Gobierno. Pero su discurso no solo se nutre de la mentira, sino que engendra un peligro cierto. Consagrando la importación de las estrategias del populismo latinoamericano, el presidente reclama una «regeneración democrática» sobre la premisa de que la democracia es él. Se trata de un evidente intento de intimidación a la Justicia y a la prensa no afín, a las que enmarca en una delirante conspiración de «la derecha y la ultraderecha»". Y eso ya lo advertía en la dichosa carta que hizo llorar a tanto tonto que hay en este país.

"Internamente, y tras humillar a su partido, Sánchez sí ha logrado el cierre de filas del PSOE en torno a su figura, con una unanimidad impropia de una formación democrática". Dios, estos sí que han hecho el ridículo. Patéticos norcoreanos. Siervos, súbditos, no ciudadanos. "La proyección de Begoña Gómez como encarnación del bien vincula también al presidente con las formas más inquietantes del peronismo".

"En algo tiene razón el presidente: la vida pública está degradada, pero el máximo catalizador de esa degradación es él. Esta mañana se concedió a sí mismo la extraña oportunidad de dar un paso a un lado. Su huida hacia delante difícilmente pivotará en torno a los valores que el país necesita: entendimiento, concordia, institucionalidad, pluralismo y respeto. Lo importante ahora es que los ciudadanos conserven la calma y también la firme determinación de resistir cívicamente ante quien los quiere irremediablemente enfrentados". Es difícil conservar la calma cuando ves que tu gobierno, con un dictador sin escrúpulos al frente, quiere destruir la democracia y los derechos de quienes no le bailan el agua. Si no estuviéramos en la UE, es probable que nos hubiéramos levantado hoy con los tanques en las calles.

Jorge Bustos tiene un cabreo supino. "Así que lo has vuelto a hacer, farsante. Has vuelto a engañarnos a todos, empezando por las cobayas de tu propio partido y siguiendo por las viudas mediáticas que han puesto los micrófonos perdidos de mocos". Con la tipeja esa de Instxaurrondo al mando. Menudo ridículo el de Soledad Gallego diciendo que a Sánchez le esperaba un cargo en Europa menos cruel. Es que es de traca lo de este mamarracho. "Llegamos a creer que querías a tu esposa, que no eras capaz de usarla para victimizarte, que precipitar a la cuarta economía del euro en un psicodrama peronista ante los ojos atónitos de la prensa internacional era mucho hasta para ti. Pero ni siquiera te has privado de forzar al Rey a participar en este aquelarre, no sea que quede una sola institución libre de servir de atrezo a tu farsa perpetua". Pobre Felipe. Él sí que tiene derecho a preguntarse si le merece la pena.

"Anuncias un «punto y aparte», una «limpieza», el nuevo amanecer democrático que proclaman todos los caudillos. Lo único que desentona en ti es la americana. Si hablas como un cacique tropical, en lo sucesivo haz el favor de comparecer en chándal. Ya se especula con una ley antibulos -hay jurisprudencia franquista que puedes sacar también de Cuelgamuros- y con el allanamiento del Poder Judicial".

"Yo no sé hasta cuándo, Pedro, abusarás de nuestra paciencia. No sales más fuerte sino más peligroso, justamente por tu ridícula debilidad. Quizá sientas ahora el calor de tu lado del muro, pero los españoles están cada vez más hartos de ti. Puigdemont seguirá chantajeándote. Los jueces seguirán instruyendo. Y los periodistas libres seguiremos riéndonos de tu boba solemnidad de nerón comprado en los chinos. Hasta que el tinglado se venga definitivamente abajo y podamos ponernos a reconstruir juntos todo lo que estás rompiendo como un niño despótico encerrado con un solo juguete llamado España". No podrás destruirnos, canalla.

Raúl del Pozo habla de "amenazante sermón". "En un mitin electoral y de culto a su personalidad, prometió una «limpieza» que, en este caso, puede significar mano dura contra los jueces y los periodistas". Los periodistas críticos, claro. "Se le acusa de ser capaz de utilizar su intimidad para ganar tiempo. Según Aragonès, uno de sus socios, hemos vivido una comedia". Una farsa que muchos se creyeron.

Eduardo Álvarez está que trina. "A Sánchez no le ha importado dejar a la altura del betún a su mujer. Porque nadie duda de que esté enamoradísimo de Begoña, y bien que nos alegramos. Pero, a veces, no es cuestión de querer, sino de querer bien. Y con esta astracanada, hasta quienes creían que la esposa del presidente no ha hecho nada ilegal, aunque sí muchas cosas cuando menos nada estéticas, ahora ya tienen serias dudas". Su mujer ha sido cómplice de este esperpento.

"Una vez más ha dejado a los pies de los caballos a figuras que deberían estar completamente al margen de componendas partidistas como el mismo Rey. ¿Con qué cara le ha dicho el presidente al Monarca que ya había hecho suficiente yoga y que, tras armar una zapatiesta sin precedentes, había decidido que pelillos a la mar? Se toman las funciones del Jefe del Estado -advertir, aconsejar, ser informado- por el pito de un sereno. Felipe VI no está para que el jefe del Ejecutivo al que él ha otorgado su confianza le vaya con dudas existenciales o a informarle de que necesita un retiro espiritual. Eso se hace con discreción y sin alarmismos. Tras despachar a Sánchez -suponemos que con viento fresco-, el Rey se fue a un centro de artefactos explosivos improvisados. Y porque es de naturaleza templada... Pero qué ganas tendría de probar alguno contra un palacete cercano al suyo, no nos cabe duda". Qué cruz, señor, qué cruz. ¿Lograremos librarnos de este desgraciado sin escrúpulos alguna vez?

El País

"Sánchez no dimite y busca un pacto para la regeneración democrática". Para implantar su dictadura, quiere decir el portavoz del régimen sanchista. "El grito de alivio que se escuchó de una trabajadora de La Moncloa mientras Pedro Sánchez anunciaba que se quedaba simboliza tal vez mejor que nada la angustia que vivió todo su entorno durante cinco días en los que buena parte de sus colaboradores, sus ministros, los dirigentes del PSOE, la militancia y la ciudadanía progresista en general pensaron que iba a dimitir este lunes", con cuenta el cuentista de Sánchez , su siervo, su súbido Carlos Cué. No estaba muerto, estaba de parranda tomando el pelo a los ciudadanos. Y nos vuelve a contar por enésima vez el fin de semana de dolor de este impostor embustero. Para Carlos, para, que ya te conocemos a ti y a tu amo. "Terminó Sánchez su declaración en La Moncloa con un claro aviso de lo que viene ahora". Es la única verdad que ha dicho este pseudoperiodista en los últimos años. Con una clara amenaza de que, desde hoy, España es una dictadura. Y si hay algún fango, es este libelo al servicio de un tirano.

"El PSOE pedirá al juez que investigue la "persecución" de la ‘policía patriótica’ contra la familia de Sánchez". ¿Y la de la familia de Ayuso? Esto es lo que nos espera, una persecución contra jueces, medios ajenos a los Coros y Danzas de Felación Sincronizada a Sánchez (que diría Carlos Herrera? y oposición.

El editorial sigue fingiendo que se cree los lloriqueos del presidente dictador enamorado que ha utilizado a su familia para seguir en el poder. "Fue el desenlace de una reflexión de cinco días comprensible desde el punto de vista humano —un presidente tiene derecho a quebrarse emocionalmente, suspender su agenda pública y reflexionar sobre su propia dimisión—". Teatro, lo suyo es puro teatro, falsedad bien ensayada, estudiado simulacro.

"Sánchez volvió a sorprender —como ha hecho durante toda su trayectoria política— con un giro de guion sobre el que fue muy poco explícito ayer. Un episodio del calado como el que ha protagonizado no puede, sin embargo, resolverse con una mera declaración de continuidad, en una comparecencia sin preguntas de la prensa ni con un compromiso genérico de trabajar por la "regeneración de nuestra democracia". Estos cinco días de abril van a precisar de más explicación. Por un lado, porque ha hecho vivir al país un desconcierto extraordinario. Por otro, porque el acoso a su familia y concretamente a su esposa, el detonante de su reflexión, no va a parar". ¿Va a parar Sánchez y El País el acoso a la familia de Ayuso y de Feijóo? Ayer demostró que no, con su bulo sobre que Feijóo había dicho que Begoña tenía que estar en casa, otra de las tantas mentiras del presidente dictador.

"Liderar un intento serio de regeneración pasa por evitar la tentación de defenderse con los mismos métodos. También por dejar de lado la ola emocional y el empacho de moralinas en los que se ha embarcado la política en España últimamente para volver a las instituciones y hacer política. Y recoser así las costuras de un país metido en un formidable embrollo político, judicial y mediático". ¿Pero cómo va a liderar una regeneración este psicópata embustero lleno de odio hacia el discrepante? Él levantó el muro.

Ignacio Sánchez Cuenca muestra el camino. "Si el PSOE quiere de verdad hacer un punto y aparte, no puede quedarse en la queja y en las buenas palabras. Tendrá que tomar medidas, aunque solo sea para protegerse a sí mismo. Por lo pronto, ha de reconocer el problema y debatir sobre él. Eso ya es un avance importante. En el pasado, el PSOE se ha mostrado reticente a hacerlo. La mera inclusión del término lawfare en el acuerdo de investidura entre el PSOE y Junts despertó mucha incomodidad en las filas socialistas. Es hora de abordar abiertamente este asunto y reparar en que no ocurre solo en España". En román paladino, cargarse la independencia del poder judicial.

"En cuanto a los medios y la llamada "fachosfera", se precisa una regulación más estricta de la publicidad institucional, una fuente de ingresos de la que dependen muchos de los digitales que lanzan bulos. Sería también necesario introducir mayor transparencia sobre las cuentas y los accionistas de los medios". La imposición de la censura.

Víctor Lapueste pone un punto de decencia en este fango y en estas amenazas y se abre a la autocrítica. "Es hora de reconocer que todos hemos contribuido a la crispación. La derecha y la izquierda. Todos queremos acabar con este ambiente tóxico y polarizado, pero todos hemos echado nuestro granito de veneno. Estos cinco días han sido una prueba".

Ignacio Peyró está cabreado por la tomadura de pelo del presi. "Cumplido el plazo de cinco días, resulta un alivio comprobar que el reino no está subvertido y —como se ha visto— el propio Sánchez está bastante más pimpante que masacrado. Algunos comportamientos, en cambio, han resultado chocantes, empezando por la sensación de que, durante estos días, el presidente parece haber estado trabajando en la redacción del magnífico mitin de campaña leído esta mañana (por ayer) so apariencia de declaración institucional. Otras cosas no varían: su capacidad de tutela de la opinión pública, shock tras shock, es incomparable". Esta vez ha utilizado hasta a su propia familiar para el show, da pavor.


"Cabe plantearse, en todo caso, si en esta ocasión al supremo guionista no se les ha ido algo la mano. Los rituales públicos de imploración o desagravio han estado más cerca del fenómeno religioso que de la tradición socialista ilustrada. Favorecerlos, por otra parte, ha estado más cerca de la actitud de un ego hipertrofiado que de la de un hombre herido". Herido. Este trilero no se siente herido jamás.


"Bien está pedir humanidad, pero es aún mejor si uno es capaz —Ayuso, Barberá, Cifuentes, Arrimadas— de concederla". ¡Hombre!, alguien en El País se acuerda de los linchamientos socialistas desde el propio periódico a políticos de otros partidos.


"Y quizá hacer oposición desde el poder —a los jueces, a los medios, a la propia oposición— sea un rasgo de democracias más tropicales que liberales". O de dictaduras, para que andarse con tonterías.


"En esta semana hemos podido sentir comprensión humana hacia la figura del presidente o incluso alabar el instinto defensivo que le llevó a su enroque. Ciertamente, con Sánchez, la alegación del amor se hacía un poco cuesta arriba: la épica que ha cultivado es la del líder resiliente, no —pienso en Trudeau— la del líder empático. Es más, de Ábalos a Carmen Calvo y de Iglesias a Rajoy, pasando por Iván Redondo, su trato a amigos y rivales bien pudiera haberle quitado el epíteto al rey Pedro el Cruel. Tanto más sorprendente, por tanto, la mermelada sentimental servida hoy en forma de declaración desde La Moncloa".


"La propia investigación a Begoña Gómez nunca ha parecido que pudiera conllevar más reproches que el de la imprudencia. Pero, ante todo, también se hacía cuesta arriba dar verosimilitud al órdago cuando, desde 2018, los movimientos de Sánchez han ido dirigidos a asegurarse la permanencia en La Moncloa". Pues a eso mismo iba dirigida la carta del presidente enamorado que ha vacilado a parte de España.

ABC

"Sánchez apunta a jueces y periodistas tras fingir que iba a dimitir". Lo que muchos dijimos desde el principio. También ABC. "Era mentira", comienza el editorial. "En aquel mensaje, que los más ingenuos quisieron interpretar en clave personal, Sánchez apuntó a la prensa crítica y a la independencia del Poder Judicial y los marcó como obstáculos explícitos para su proyecto". "A la vista de la comparecencia del presidente, parece evidente que todo lo ocurrido en los últimos días ha resultado ser una 'performance' al servicio de su propio destino". Poniendo en peligro el de media España.

"Durante estos días de supuesta reflexión, Sánchez no ha cosechado un especial apoyo popular, pero sí ha podido engrasar sus terminales mediáticas, que se han mostrado dispuestas a blanquear un discurso imposible de validar en cualquier democracia de nuestro entorno. Sembrar dudas sobre la actividad de los jueces o cuestionar el derecho a la información cuando los medios de comunicación escrutan la actividad del presidente y su entorno es una fórmula obvia para debilitar los cimientos de las democracias liberales". Ni ha sembrado dudas ni ha cuestionado el derecho a la información, ha amenazado con cargarse la independencia judicial y los medios críticos, sin rodeos.

"Durante estos días de supuesta reflexión, Sánchez no ha cosechado un especial apoyo popular, pero sí ha podido engrasar sus terminales mediáticas, que se han mostrado dispuestas a blanquear un discurso imposible de validar en cualquier democracia de nuestro entorno".

"El jefe del Ejecutivo ha inventado una crisis de tintes personalistas en la que ha llegado a servirse de su familia y de su partido para ejecutar el enésimo golpe de efecto". Con la colaboración de su familia. "En uno de sus párrafos más exaltados y amenazantes, Sánchez llegó a anunciar que mostrará al mundo cómo se defiende la democracia". Vuelve la España del terror. "Caben pocas dudas de que esta nueva evolución de la personalidad de Sánchez someterá a las instituciones democráticas a un estrés inédito. Con el último movimiento, Sánchez sitúa a España en un terreno desconocido". El problema es que no es desconocido. Tenemos el precedente franquista.

Julián Quirós alucina. "Empezó usando el señuelo de su mujer herida y ha terminado con otro, el mismísimo Rey de España, al que fue a rendir cuentas de aquello que no pensaba hacer: dimitir. Entre uno y otro ha construido la gran farsa de su renuncia, en la que se ha atrevido a apelar a sus sentimientos para acreditar que carece de ellos. Todo vale". "Acostumbrado a negar explicaciones en el Parlamento, ahora se propone no hacerlo tampoco ante la prensa y los tribunales. Prefiere que jueces y periodistas se expliquen ante él". Con el apoyo de un partido que una vez fue democrático y ahora son una panda de fascistas.

Juan Fernández Miranda da cuenta del terror que ha sembrado el caudillo Sánchez. "El presidente del Ejecutivo señaló ayer a todo discrepante. ¿Quién se va a atrever a toserle ahora en su propio Gobierno? ¿Y en su «querido» partido? ¿Y en la judicatura y la prensa de nuestro país, que ayer fueron señaladas directamente por un presidente que dice defender la democracia?". Pues aquellos a los que no les importe acabar en la cárcel, en la calle o en el exilio.

Para Ignacio Camacho, lo que ha hecho Sánchez ha sido "garantizarse un blindaje de inmunidad para sí, para su Gobierno y para su familia; un estatus intocable por encima de cualquier crítica y, por supuesto, de la acción ordinaria de la justicia". "Otra cosa es que le salga bien la estrategia. Este parto de los montes no ha dejado buen sabor de boca en una opinión pública". "Su inmeditada sobreactuación ante una simple denuncia –ni siquiera querella– ha extendido sobre él y su entorno una nube de sospecha". "Y aunque caben pocas dudas de que va a intentar enmascarar su frívolo error bajo la bandera de la épica contra la ultraderecha, siempre llega un momento, cuando menos se espera, en que la suerte se da la vuelta". Difícil con toda su jauría mediática a toda máquina.

Isabel San Sebastián dice que "la rabieta del caudillo ha sido acallada por la loa de sus acólitos, empezando por los que tiene a sueldo en RTVE, hasta satisfacer el ego de este Narciso insaciable en su necesidad de incienso".


"El terreno ha sido preparado para endurecer la cacería contra periodistas, jueces, representantes de la oposición o cualquiera que se atreva a cuestionar las actuaciones de Sánchez o de Begoña, socios en la aventura de medrar conjuntamente desde la Moncloa. Su enésimo truco de prestidigitador ha terminado como casi todos previmos, con el trilero escenificando otro numerito lacrimógeno de victimismo impostado para después anunciarnos que ha decidido quedarse en aras de encabezar el combate del bien progresista contra el mal fachosférico".

"Hay que reconocer que mienten mejor que nadie. Durante cinco días «el entorno» del presidente filtró su desazón, su convicción de que se iba, tiraba la toalla, renunciaba por amor a su esposa y los dejaba huérfanos. Una interpretación de Oscar que ha engañado a los más ingenuos o a quienes estaban deseosos de dejarse engañar y transmitir el bulo en sus análisis". Que han sido muchos.


"De una cosa podemos estar seguros: si el sanchismo había demostrado ya una ausencia total de escrúpulos en la ocupación de las instituciones y el ataque a la independencia judicial, esa ofensiva va a redoblarse. Van a ir a por cualquiera que defienda la democracia, el Estado de derecho, la igualdad ante la Ley y la libertad de expresión, auxiliados por la jauría que, en nombre de la cultura o el periodismo, aboga abiertamente por reinstaurar la censura". Y lo ha dicho con toda claridad, sin cortarse un pelo.

La Razón

"Sánchez consuma la farsa". "Del alivio al vértigo en el PSOE: «Esto nos pasará factura», reconocen". "Hemos asistido a los últimos coletazos del sanchismo. Los finales de régimen siempre tienen una parte agónica y otra teatral. Estaba convencido de que renunciaría, ya que era lo que parecía cuando supimos que había acudido al palacio de La Zarzuela. Ahora sabemos que era el colofón de su escandalosa apropiación de las instituciones. Al poco, ofreció una comparecencia para anunciar que sigue y que emprenderá una regeneración que se traduce en amordazar a la prensa y al Poder Judicial. El sanchismo decidirá quién es o no demócrata", dice un optimista Marhuenda.

"Hemos asistido a una de las mayores manipulaciones propagandísticas de la Historia de España. No ha hecho otra cosa que descalificar a la oposición y atacar a los contrapoderes". Estamos ante un giro populista muy grave". Y dale con el populismo. Estamos ante una dictadura. "El PSOE ha desaparecido para dar paso a un movimiento populista basado en el culto al líder y el pensamiento único". Un movimiento de corte fascista.

"En el discurso justificativo del presidente del Gobierno se deslizaron algunas afirmaciones y algunas interpretaciones sobre la realidad política e institucional de España que mueven a la preocupación y a la alarma", dice el editorial. Pero "la democracia española no está en cuestión porque a Pedro Sánchez y al PSOE no le salgan las cuentas. Pero si alguien, el que sea, la pone en peligro, el Estado tiene medios más que suficientes para defenderla". Por favor, especifique cuáles.

Abel Hernández no lo tiene tan claro. "Existe el temor fundado de que estamos, por el contrario, después de tan larga reflexión sentimental, ante un nuevo impulso populista y autocrático, en el que cualquier intervención judicial contra alguien de la tribu, cualquier crítica sensata de la prensa y cualquier dura discrepancia política se confundan con el fango y la ultraderecha. El paso inmediato es purgar el sistema judicial, amordazar a la prensa crítica e impedir por todos los medios la alternancia política. Esos son los verdaderos peligros que amenazan, después de escuchar a Pedro Sánchez, la convivencia democrática en España. Más fango". Porque el fango es Sánchez, el sanchismo y los medios sanchistas.

José Antonio Vera también está preocupado. "Sánchez no está dispuesto a que un juez cualquiera y unos periodistas traten a su esposa como en su día al marido de Soraya, al de Esperanza Aguirre o al hermano de Ayuso. A estos familiares de políticos de derechas se les puede perseguir, insultar o denigrar, incluso cuando la Justicia declara su inocencia. A Tomas Díaz Ayuso le sigue llamando Sánchez «corrupto» pese que su caso ha sido archivado sin reproche judicial alguno. Da igual, es culpable porque es hermano de la presidenta madrileña, y los familiares de las derechas son corruptos aun siendo inocentes. Cosa distinta es lo de su esposa". "Huele a peronismo, a cesarismo, a polarización extrema y frentismo guerracivilista. Huele a depuración". Huele a dictadura pura y dura.

En España

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