No lo ocultó. Pedro Sánchez anunció "un punto y aparte". Es decir: ya nada volverá a ser lo mismo. El presidente del Gobierno radicalizará aún más su programa de Gobierno con la excusa de acabar con "este fango". Un movimiento que él se "compromete a liderar" y que tiene como principal objetivo el control de la justicia.
A las pocas horas, se publicaba un CIS "flash" realizado el viernes que, además de una adulterada encuesta sobre intención de voto, preguntaba por si creían que "la justicia actúa siempre de forma imparcial o si se ve influida por otros poderes políticos o económicos". Un 82% respaldaba la pregunta capciosa del organismo dirigido por José Félix Tezanos. La siguiente pregunta calcaba el porcentaje para sentenciar que un 82% "cree que es necesario una reforma de la situación de la justicia en España",
A partir de ahora, el Gobierno pondrá su objetivo principal en la Justicia con una batería de medidas. La que está más avanzada en "una reforma" para que dejen de ser los jueces los que instruyan los casos y sea la Fiscalía, con la excusa de aligerar de trabajo a los magistrados que, a partir de ahora, tendrán que centrarse en emitir sentencias. El ministerio de Presidencia y Justicia, comandado por Félix Bolaños, cree viable presentar esta reforma antes de verano.
A por el CGPJ
En el Gobierno se da por hecho que, en breve, se tendrá que cambiar las mayorías del CGPJ. Es decir, se dejará de lado la negociación con el PP, gracias a la intermediación de la Comisión Europea, que exige, a cambio de un acuerdo inmediato, una ley para que los jueces elijan al Gobierno de los magistrados. La vicepresidenta del Gobierno del socio minoritario, Yolanda Díaz, pedía "democratizar el poder judicial" pero que, en la práctica, supone un mayor control gubernamental.
En la mesa de Bolaños ya hay un anteproyecto de Sumar para cambiar las mayorías del CGPJ y que contempla dos opciones. La primera, mantiene la mayoría de tres quintos del Parlamento a la hora de elegir a los vocales, pero introduce como novedad un sistema de sucesivas votaciones para obligar al acuerdo. La segunda, aún más radical, elimina la mayoría cualificada y basta con la mayoría absoluta para designar a los miembros del CGPJ, lo que supondría en la práctica que la suma de PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV y BNG podría controlar todo. En el sector socialista no aclarar en qué se podrían basar su reforma.
Durante su entrevista en TVE, Sánchez señalaba al CGPJ y su "bloqueo durante estos cinco años". Sánchez añadía que su primer plan es seguir negociando con el PP pero, habría la puerta, "si ese bloqueo continúa a buscar entre todos, en el Congreso, alguna solución".
No será inmediatas
Sánchez, tras fingir una profunda crisis personal, se empleará durante los próximos meses en estas medidas. No quieren desvelar todo pero, en el Gobierno, dicen que "hay que dosificar".
Mantendrán la incertidumbre que tan buenos resultados les ha dado durante estos días con una estrategia que afirman que fue "personal" de Sánchez, ocultándosela hasta a su núcleo duro, pese a que la encuesta del CIS parece indicar que ya estaba trazada. "No le deseo estos cinco días a nadie", sentencian fuentes de la dirección del partido que niegan que todo esto estuviese pactado.