
El último desastre de Sumar, el cosechado en las elecciones europeas del pasado 9 de junio, ha propiciado todo tipo de análisis sobre qué hacer con ese espacio supuestamente liderado por Yolanda Díaz para sustituir a Podemos. Se puede afirmar que, tras la semiespantada de Díaz, Sumar ya no existe como paraguas de todas las marcas regionales o nacionales (IU y Podemos) a la izquierda del PSOE.
En parte porque el liderazgo de Díaz no ha sido tal, y las rencillas entre los partidos que se sumaron al proyecto inacabado han sido la norma durante este larguísimo ciclo electoral de un año. La vicepresidenta del Gobierno ha sido lo que coloquialmente se llama un bluff. Sólo gracias a una cuidadísima campaña mediática el bluff consiguió el 23-J un resultado que le permitió mantener a Sánchez en Moncloa y aguantar unos cuantos meses más.
Pero, además, no es menos importante que el PSOE se ha beneficiado de la apelación al voto útil en la izquierda, comiéndose gran parte del electorado potencial de Sumar, aunque sin llegar a compensar la brutal caída de su socio de coalición.
Así las cosas, los análisis sobre lo que ha pasado y lo que hay que hacer llenan las secciones de opinión de los periódicos y las tertulias de radio y televisión. También los hay en redes sociales.
Uno de ellos, el de Juan Carlos Monedero, fundador de Podemos, y crítico con lo ocurrido en la izquierda radical, que ha pasado a ser con Yolanda Díaz poco más que la muleta de Sánchez.
En un extenso mensaje en la red X, Monedero analiza qué tiene que hacerse en el espacio a la izquierda del PSOE, después de tres años de decadencia elección tras elección: "Sigo pensando que el espacio a la izquierda del PSOE que quede después de estos últimos tres años tendrá que hacer dos cosas: (1) encontrarse y definirse (es lo que debe hacer Podemos y todos los demás); y luego (2) sentarse a hablar para no ir a un escenario como el italiano o el portugués, donde el fragmento nos haga inútiles, donde la gente de izquierda tire la toalla y vote a los ‘socialistas’ o donde se vaya enfadada a la abstención o a aventuras de incierto final (hay votantes de la izquierda que han terminado en la extrema derecha). Serán las bases de los partidos los que exijan ese diálogo o escojan ser cabecitas de ratón".
Y critica lo que parece haber ocurrido en esa izquierda radical estos años: "Cuando una organización política se verticaliza y en la cúspide hay líderes egoístas o que viven en un mundo paralelo; cuando se hacen malos diagnósticos; cuando se olvidan de escuchar a las bases; cuando entras en el gobierno y te olvidas de las calles; cuando renuncian al diálogo interno; cuando las expulsiones se convierten en una costumbre; cuando te da igual la sangría de votantes y militantes; cuando te conviertes en un pequeño grupo de convencidos que insulta al que disiente; cuando las amistades se dejan de cuidar; o cuando devienes en una agencia de colocación (algo que ocurre con frecuencia cuando se limitan a pequeños territorios)" critica Monedero sin dar nombres, pero describiendo la dinámica que ha afectado primero a Podemos y, después, a Sumar.
Aprovecho este buen resumen de @angel_munarriz y matizo qué es lo que creo que hay que hacer (que resumir siempre es complicado):
— Juan Carlos Monedero (@MonederoJC) June 18, 2024
sigo pensando que el espacio a la izquierda del PSOE que quede después de estos últimos tres años tendrá que hacer dos cosas: (1) encontrarse y…
"Sois mala gente"
Es posible que esa alusión a "las amistades que se dejan de cuidar" es lo que haya encendido a Lola Sánchez Caldentey, una de los cinco diputados en el Parlamento Europeo que junto a Pablo Iglesias, Teresa Rodríguez, Carlos Jiménez Villarejo y Pablo Echenique, obtuvo escaño en las elecciones de 2014, y la única de los cinco que culminó su mandato en Bruselas. Esas elecciones marcaron la eclosión de Podemos en las instituciones, en un ascenso vertiginoso que les llevó a superar los 70 escaños en el Congreso y a hacerse con un buen número de alcaldías importantes en las municipales de 2015, desde Barcelona a Madrid, pasando por Cádiz.
En su contestación a Monedero, Sánchez Caldentey expresa su rabia por el trato recibido por parte de sus amigos y compañeros:
¡Qué buen diagnóstico, Juan Carlos!
Lo que pasa es que ya no os creemos. Haces de Pepito Grillo, sí pero no.Acabé en 56 kilos y empastillada, y yo os acuso directamente de ello. Tú sabías lo mal que lo estaba pasando y no siquiera leías mis mensajes.
— Lola Sánchez Caldentey (@LolaPodemos) June 19, 2024
SOIS MALA GENTE. https://t.co/O4SwUNGxaw
"¡Qué buen diagnóstico, Juan Carlos! Lo que pasa es que ya no os creemos. Haces de Pepito Grillo, sí pero no. Acabé en 56 kilos y empastillada, y yo os acuso directamente de ello. Tú sabías lo mal que lo estaba pasando y no siquiera leías mis mensajes. SOIS MALA GENTE".
Las malas prácticas en Podemos
No es la primera vez que Sánchez Caldentey arremete contra sus antiguos compañeros. De hecho, en marzo de 2023 hizo un alegato también en X contando las prácticas de sus correligionarios en Podemos, a los que acusó de chupópteros, de espionaje y de machismo, especialmente a Pablo Iglesias, que por entonces iba mano a mano con Juan Carlos Monedero, el que ahora habla de que hay que cuidar las amistades.
En un demoledor hilo en X, Sánchez Caldentey describió la forma de proceder de Pablo Iglesias, con actitudes siempre machistas, déspotas y con muy poca ética en cuanto a sus actuaciones en relación a sus compañeros de partido. Y advertía: "Ahora van a saber lo que es ser desleal, panda de chupópteros".
También contra Yolanda Díaz
Pocas semanas después arremetió contra Yolanda Díaz por el nombramiento de Elizabeth Duval (hoy una de las elegidas para gestionar los restos de Sumar tras la espantada de Díaz), sin perder la ocasión de volver a atizar a Pablo Iglesias por el trato recibido en la formación morada.
En esta ocasión, Sánchez Caldentey respondía a lo difícil que lo tenían los de Podemos, según Pablo Iglesias, para colocarse laboralmente tras la debacle de las municipales y autonómicas del 28-M de 2023. "Yo sí lo sé, Pablo. Tras dejar el Parlamento Europeo se me cerró todo, esos 5 años son una losa en mi CV. Pero no tengo amigos millonarios que me monten un negocio", le respondió en alusión a Jaume Roures, benefactor de Iglesias.